Capítulo 37 ✔️

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POV BASTIAN DAVIS

Por fin llegó el día de marcharme de San Diego, no soportaba un día más al lado de Kiara, anoche volví a la habitación pasado las tres de la mañana, luego de que ella jugará conmigo a su antojo, no puedo creer cómo fui tan estúpido de dejar que una chiquilla se me burlará en mi propia cara.

Tenía los ánimos de perro, quería castigarla, ni siquiera podía ver su rostro sin evitar sentir molestia, y lo peor de todo es que ella actuaba como si no hubiese hecho nada.

Bajé el último escalón metiendo mi mano en el bolsillo de mi pantalón.

Nuestras maletas yacían en la sala, volveríamos a Minnesota esta tarde, necesitaba dormir en mi cama, en mi habitación, y muy lejos de Kiara, donde no oliera su perfume cada vez que saliera del baño o me recostara en la cama, donde no viera su ropa colgando al lado de la mía en el clóset, donde no encontrara su cabello enredado en mi cepillo, porque sí, la muy tonta usó algunas de mis cosas personales mientras compartimos habitación, volviéndolas a poner en su lugar para que yo no me diera cuenta.

La miré despidiéndose de mis padres.

—Kiara, hermosa, espero verte pronto— dijo mi madre abrazándola.

—Y yo igual, señora Davis— respondió.

No sé cómo podía actuar dulcemente con los demás y conmigo se transformaban en una persona despiadada, eso de jugar con la verga de un hombre no era para nada honorable.

Quizás lo que pasó la noche anterior tenía que ver con que hoy odiara hasta mi existencia.

—Hija, salúdame a tu familia— le dijo mi padre, dándole un abrazo paternal.

Giré mi cara para no ver la escena, se supone que Kiara no es mi esposa de verdad, por qué mierda la trataban con tanto cariño.

Me acerqué a la ventana mirando la playa a lo lejos, es inútil que sienta celos de Kiara y mis padres, sería como la cereza del pastel.

—Espero que su viaje sea tranquilo— comentó Charlotte detrás de mí.

—¿Te cansaste de despedirte de la mocosa? — escupí.

—Bastián...

—Dime algo mamá ¿Por qué tú y mi padre no se opusieron cuando le informé que rompí mi compromiso con Kate para casarme con la otra? — inquirí despectivamente.

—Lamento recordarte, que "la otra" como dices, es tu esposa. No eres un niño Bastián, y te conozco más que nadie, si faltaste a tu palabra con Kate para casarte con su hermana menor, motivos tendrás, solo espero que esos motivos sean los mismos que te ayuden a soportar, porque esa niña te ha superado en cuanto carácter.

—Charlotte— intervine.

—Quizás la chiquilla no tenga el mismo nivel que su hermana en cuestiones de negocios, pero en cuestiones de principios nos supera a todos, a esta familia y su familia— interrumpió mi madre.

—Te puedo asegurar que no la conoces, nadie que lleve el apellido Walton es de fiar.

—Soy tu madre Bastián, por lo cual te voy a pedir que, si tus intenciones con la menor de los Walton no son serias, déjala.

—Cuídate mamá— concluí el tema, abrazándola.

—Bastián— refutó.

—¿Dónde están los niños y mi tío Arnold? — pregunté.

Charlotte suspiró sin remedio.

—Tu tío y Bernadette se fueron muy temprano a Wisconsin, los niños tienen su primer partido de fútbol— informó mi madre.

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