capítulo 7 ✔️

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POV KIARA WALTON

Estaba en la universidad presentando mi proyecto final, pronto sería la graduación.

Un mes ...

Un mes fue lo que transcurrió desde que mi familia y yo nos reunimos con Bastián Davis en la firma de abogados, desde entonces no he vuelto a dormir bien, mi mente me tortura pensando una sola cosa y es cómo sería vivir bajo el mismo techo que él.

Esta noche tengo una cena con él y su abogado, las negociaciones entre mi padre y los Davis ya iniciaron; no firmé ese contrato por mi padre o por mi hermana, ni siquiera por mi madre, lo firme por el apellido Walton, por mis abuelos, ellos no merecen que sus hijos hagan esto de su legado; un escándalo como este no solo afectaría a mis padres, también afectaría a cada Walton, ahora entendía lo que era poner el deber sobre el querer, no tenía más salida que está. Sé perfectamente que mi padre ganará el caso y sé que esas demandas nunca progresarán, Bastián nunca defendería a Rob si no tuviera garantizada la victoria en la corte, el problema era que si yo no aceptaba, entonces los abogados de la firma Davis no lo defenderían, y no era que mi padre me importaba, más bien, me importaba mi cuenta bancaria ... el caso era complejo para que cualquier abogado lo ganará, sin embargo, yo no era estúpida, por alguna razón Bastián tenía la defensa perfecta en sus manos, por eso se adueñó de mis acciones en cada empresa donde poseía, yo estaba sacrificándolo todo por nada.

Ahora le pertenecía a él y no solo económicamente, también le pertenecía en cuerpo, ya que pronto iba a ser su esposa.

—Felicidades, señorita Walton— manifestó el profesor después de terminar mi presentación, sonríe agradecida.

—Gracias— emití dándole la mano.

***

Luego de tener un día completamente ajetreado, finalmente me encuentro sentada en el restaurante propuesto por Bastián para reunirnos, me adelante tomándome una copa de vino, al parecer la imputabilidad se le daba bien al imbécil.

Miré el reloj en mi mano, estaba desesperada. El asistente de Bastián estaba en frente de mí, o más bien el intento de asistente, era un niñato sin gracia, algo tocho, llamado Declan.

—¿Dónde está el idiota de tu jefe? — gruñí.
—Señorita Walton, él nunca llega tarde, creo que se le presentó algún inconveniente de último minuto— se excusó el chico.
—¿Algo inconveniente de último minuto? — repetí suspirando con molestia.

—El señor Davis es bastante puntual, es la primera vez desde que trabajo en la firma que veo que le sucede algo así.

—A ver Douglas ...

—Declan— corrigió el chico.

—Sí, eso mismo ...— emití restándole importancia —¿Qué cosa puede ser más importante para Bastián que nuestro contrato prenupcial?

—Bueno...

POV BASTIAN DAVIS

—¡Sí, oh más! — gritaba la chica encima de mí.

No tenía planes de follarme a nadie hoy, pero la muy zorra sabia como calentarme los huevos, enviarme una foto desnuda a mitad de un caso en el juzgado hizo que defendiera a mi cliente lo más rápido posible; sé que tengo una reunión con la mocosa de los Walton, pero esta reunión era un poco más importante.

—Córrete para mi nena— le insistí a la morena encima de mí para que se moviera más rápido.

Agarré su trasero fuerte ayudándola a moverse, necesitaba hacerlo, necesitaba liberarme, la chica se corrió mientras yo seguía embistiéndola en busca de mi propia liberación, la cual obtuve luego de tres minutos.

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