Capítulo 75 ✔️

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Tres días después...

POV BASTIAN DAVIS

—Bastián— me llamó Nora desde algún lugar.

No he ido a trabajar a la firma, ni siquiera sé qué día es, solo sé una cosa, y es que Kiara se marchó, me dejó...

Nora entró en mi habitación chocando con una botella.

—¿Bastián? — susurró.

No podía mirarla, aunque quisiera, de hecho, no podía controlar ninguna parte de mi cuerpo.

—Bastián...— sollozó Nora, delante de mí al ver mi condición.

Mi habitación es un completo desastre, las botellas tiradas por todo el lugar y el olor a alcohol era insoportable aun para mí mismo.

—Necesitas un baño, apestas horrible, ¿Qué demonios sucede contigo? — recriminó colocándose de cuclillas, intentado levantarme de suelo.

Me encontraba tirado delante de la cama, y no sé cuánto tiempo llevó aquí.

—Debes salir de aquí, lleva tres días encerrado en este departamento— se quejó ella, soltándome al darse cuenta de que era inútil intentar levantarme, —le pediré al personal de limpieza que venga a limpiar esta habitación— expresó Nora.
—No lo hagas, no quiero ver a nadie— pedí.
—¿Por lo menos has comido algo?

No respondí, no era algo que me importara.

—Te dije que todo esto era una mala idea— comentó, provocando que se me saliera una lágrima.
—Necesito verla— susurré, —Necesito ver a Kiara, necesito...— me detuve halando mi cabello con fuerza.
—Esta en el departamento de Kate, iré a verla ahora— informó.

Quería verla, aunque dudo que ella quiera verme.

—Debes decirle la verdad, debes decirle que todo esto es por su padre, ¡por mi padre! — demandó Nora.
—Solo lograría que Kiara me odie más, ¿cómo le explicó que todo esto es por Rob Walton? — espeté.
—¡Las mentiras te llevaron hasta aquí, Bastián!, ¿¡Acaso quieres continuar con ellas!? — gritó Nora.

Suspiré frustrado.

—Ponte de pie y entra a la ducha, iremos a ver a tu fiera— me ordenó.
—No tiene caso, han pasado tres días— le recordé.
—Puede pasar un millón de años, y si la amas, serás capaz de luchar contra todo esto— aseguró Nora.
—Vete, Nora— expresé, sorprendiéndola.
—¡Bastián! — Chilló.
—Por favor— le imploré.

La escuché suspirar.

—Si es lo que quieres..., puedes quedarte aquí, encerrado en estas cuatro paredes mientras tu esposa esta allá fuera alimentado su odio hacia a ti por tu cobardía, mientras Kiara investiga por cuenta propia todo lo que estabas haciendo a sus espaldas, que es mucho peor a que tú le confieses de frente lo que pretendías hacer. Quédate aquí, Bastián, llorando, porque lágrimas podrán hacer algo, ¿Y sabes el qué? nada— manifestó Nora enojada, comenzó a caminar por mi habitación de un lado a otro.

Tomé la botella que tenía al lado empinándome de ella.

—Sabía que te enamorarías de ella— declaró, —sabía que serias capaz de dar todo por ella, hasta lo que no tuvieras, lo supe desde que la vi entrar en la sala de junta con su padre el día que fueron a la firma de abogados para firmar el acuerdo prematrimonial. La vi sentada en la mesa con ese estúpido maquillaje tratando de disfrazar el golpe en su cara.

La MenorWhere stories live. Discover now