Capítulo 56 ✔️

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POV KIARA WALTON

Llegué al departamento luego de que en el hospital determinaron que tenía un esguince en el tobillo, necesitaba reposo, me vendaron el tobillo ejerciendo presión y me recomendaron mantener el pie inmovilizado.

—¿Dónde se encuentra tu habitación? — me preguntó Kate, quien insistió en acompañarme hasta el departamento, a pesar de que le aseguré que me encontraba perfectamente bien, pero mi hermana deseaba acomodarme ella misma, Bastián, por otro lado, quiso impedírselo, diciendo que él podía encargarse.

—Mi habitación es esa— indiqué señalando la puerta.
—Irás a la mía— expresó Bastián sorprendiéndome, lo miré rápidamente, sin embargo, él evitó mirarme; si no fuera porque me llevaba en brazos, hubiese corrido directo a mi habitación.

—Ooook— emitió mi hermana, mirándome de reojo. Agradecí que no dijo nada más.

Kate abrió la puerta mientras Bastián entraba conmigo, dejándome sobre su cama con cuidado.

—Vuelvo en seguida— se excusó él, saliendo de la habitación. Kate se acercó acomodando las almohadas detrás de mí.

—¿Estás bien? — indagó.
—Sí— respondí débil.
—¿Puedo saber qué ocurre entre tú y Bastián? — inquirió sentándose en la cama.

No estaba segura de poder decírselo, no quería que me juzgará.

—Es difícil de explicar— susurré melancólica.
—Quizás pueda entender, si haces el intento de decírmelo— dijo con mucha calma.

Bajé mi cabeza pensando cómo empezar, pero era imposible, no le encontraba el principio a esto.

—¿Te gusta el Lobo de Minnesota? ¿Es lo que no puedes decirme? — susurró ella.

Levanté mi cabeza, era mi hermana, no podía ocultarle ciertas cosas fácilmente, no a Kate; respiré profundo odiándome por sucumbir ante el deseo.

—Él también parece gustar de ti— confesó ella.

Si era cierto, yo no lo sabía.

—No lo sé, solo es condescendiente— manifesté sintiéndome aún peor.
—La manera en la cual se preocupó por ti, fue algo inusual, ¿sabes? — opinó Kate.

—Te aseguro que Bastián intenta ser considerado.

—¿Considerado? ¿Cómo? ¿Dejándote estar en su habitación?
—Quizás solo fue amabilidad, gentileza o haberme acostado con él— revelé al borde de las lágrimas.

Era la segunda vez que lo decía, y me daba cuenta de que mientras más lo decía, más funesto se sentía.

—Kiara...— pronunció al verme afligida, dándome un abrazo.
—No sé qué me sucede con él, Kate, pero no quería esto— sollocé llorando.

Mi hermana me abrazó mucho más fuerte.

—No podemos elegir de quién nos enamoramos, pero si a quien amamos, Bastián es algo controlador, sabe lo que quiere, y no descansa hasta obtenerlo; si no quieres esto, no debes permitir que lo imponga sobre ti—indicó ella separándose de mí.
—Ese es el problema, creo que lo quiero, y soy una tonta por hacerlo, Kate— lloré.
—Kiara, no... —me detuvo ella, —debes hablar con él, debes aclarar esto, no puedes castigarte así, solo eres una niña— declaró rápidamente.
—¡No soy una niña!, y hace mucho debí dejar de serlo. Esa es la cuestión, que Will, mamá, papá, tú, hasta Bastián me ven de esa manera—me quejé —y créeme, Kate, yo soy muy capaz.

—Es difícil para mí aceptar que mi hermana ya creció, que ya no me necesita. Solo quiero que estés bien— se defendió Kate.
—¡Estoy bien! — chillé.
—Claro que no lo estás, solo mírate, sufres por un imbécil— indicó.
—Ese imbécil es mi esposo— refunfuñé cansada.

La MenorWhere stories live. Discover now