Offenbarung 3

By CoSG1994

108K 12.1K 1.7K

Revelación; Revolución; Recreación. Nuestro objetivo es:... Revelarnos ante todos los gobiernos humanos. Revo... More

Capítulo 1 A.
Capítulo 2 A.
Capítulo 2 A. (2ª Parte)
Capítulo 3 A.
Capítulo 4 A.
Capítulo 5 A.
Capítulo 6 A.
Capítulo 6 A. (2ª Parte)
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 8½
Capítulo 9
Capítulo 9½
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Aviso
Capítulo 16
Capítulo 16 (2a Parte)
Capítulo 16 (3a Parte)
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 19 (2a Parte)
Capítulo 20
Capítulo 20 (2a Parte)
Capítulo 21
Capítulo 21 (2a Parte)
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 23 (2a Parte)
Capítulo 24
Capítulo 24 (2a Parte)
Capítulo 25
Capítulo 25 (2a Parte)
Capítulo 26
Capítulo 26 (2a Parte)
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 29 (2a Parte)
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 33 (2a Parte)
Capítulo 33 (3a Parte)
Capítulo 34 (2a Parte)
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capitulo 38 (2a Parte)
Capítulo 39
Capítulo 39 (2a Parte)
Capítulo 40
Capítulo 40 (Segunda parte)

Capítulo 25 (3a Parte)

1.5K 243 20
By CoSG1994

- Coraline... Quédate. - lo oí decir tras de mí, e inmediatamente me giré para mirarlo. Por un momento pensé que aquellas palabras habían sido solamente alucinaciones mías, pero él también me estaba mirando y tenía una pequeña sonrisa dibujada en su rostro.- No quiero que te vayas.

Entusiasmada cerré la puerta de una ves por todas y me dirigí hacia él con paso firme para darle un fuerte abrazo, el cual fue perfectamente correspondido por él. Sus brazos me rodearon y todo su calor corporal me devolvió la vida. No pude evitar dejar salir unas cuantas lágrimas más a causa de la emoción y la desesperación que este maldito imbécil causó en mí. Realmente llegué a pensar que el muy imbécil se atrevería a dejarme ir así como si nada...

- Perdón. -lloré tristemente en su pecho, y el me apretó con más fuerza aún, mientras frotaba mi espalda de arriba hacia abajo; luego entrelazo sus dedos en mis húmedos cabellos y también los acarició. Podía sentirlo bastante tenso a través de su ropa, y también puedo sentir su dificultosa respiración, por eso me alejé de él y tomé su rostro entre mis manos para observarlo. Nuevamente estaba llorando, ahora más que hace un instante, sólo que esta ves es de emoción y felicidad; no de dolor.- Perdóname, Edmund. No quise irme de esa forma sin que supieras nada, pero no podía... no podía arriesgarme a que Zack pudiera volver a entrar en mi mente, ya sea por medio de ti o de alguien más. Perdóname por haberte dejado sólo y permitir que ese imbécil se atreviera a hacerte daño otra ves. Te juro y prometo que ahora él no podrá encontrarnos, definitivamente no nos volverá a descubrir, y yo... -como una buena manera de obligarme a callar, él se lanzó a mí para besarme desesperadamente. Yo rodee su cuello con mis brazos para acercarlo aún más, y así evitar que se alejara demasiado pronto.

Finalmente puedo besarlo sin tener que lidiar con el maldito pensamiento de que tarde o temprano alguien nos separará. Dolió demasiado, y creo que aún me resulta un tanto incómodo; pero de todas formas no me arrepiento de nada. Edmund no puede hacer lo mismo que yo, debido a que eso sería muchísimo más arriesgado por no tener la capacidad de auto curarse a sí mismo, pero con que yo no tenga más en mí ese maldito rastreador basta para que el suyo no pueda funcionar nunca más... Ahora recuerdo que...

- Te amo. - confesó él con dificultad luego de aquel deleitable beso apasionado tan satisfactorio. Y por eso yo volví a besarlo una ves más, solamente que esta ves mi demostración afectuosa duró un poco menos que el anterior.

- Y yo a ti. Te amo más que a nada en este mundo, Claude. - dije y luego le guiñé un ojo para hacerlo sonreír. Sé que no le complace demasiado ser llamado por su segundo nombre, pero a mí siempre .e ha fascinado molestarlo de cualquier manera.

- Estás empapada, Rouge querida. - mencionó mí segundo nombre con intención evidente, por lo que ya no me agradó la idea de continuar el juego. Detesto mis dos nombres, pero Rouge es mucho peor que Coraline. ¿Qué carajos pensaron mis padres? Ni siquiera me gusta ese tono de color...

- Es lo que sucede cuando caminas 8 kilómetros a pie bajo la agradable y suave llovizna que hay allí afuera, cariño. - me esforcé por sonar lo más suave posible al hablar, debido a que estoy intentando no comenzar a molestarme de nuevo por su falta de atención hacia mí desde un principio por ello. Afuera está lloviendo a mares y el idiota aún se atreve a decir "Estás empapada". Evidentemente es un observador nato...

- Ven conmigo, te daré una toalla y algo de ropa seca para vestir. -tomó mí mano y me condujo por el no muy grande, pero acogedor departamento. Ahora que lo veo, el lugar se ve bastante agradable y acogedor. Llegué tan centrada en algo más que no me sí cuenta de lo impecablemente ordenado y bonito que es el lugar. Tiene living y cocina comedor; y al entrar en su habitación llegué a quedar nuevamente sorprendida a causa de lo amplio y acogedor que es. El color de la decoración no es del todo mi agrado, ya que no soy del todo fanática del verde, pero creo que si él me permite quedarme aquí (lo cual es más que obvio), muy pronto haré un par de cambios en el lugar...

Él me dio una toalla para envolverme, y luego comenzó a "revolver" en una cajonera en busca de algo de ropa que pudiese ser cómoda para mí.

- Ten. -dijo al ofrecerme una de sus camisetas y un bóxer nada más. Obviamente yo lo acepté.- Prepararé algo de té mientras te vistes o... ¿Deseas un café?

- Té está bien. -acepté mientras intentaba secar mi asqueroso cabello de anciana, y él sonrió nuevamente sin quitar su mirada de mí.- ¿Sucede algo? -quise saber también con una sonrisa en mis labios al verlo de pie ante mí como el tonto enamorado que es.

- Tú sabes que sí. - depósito uno de sus suaves besos sobre una de mis mejillas y finalmente se retiró para darme un poco de intimidad.

Rápidamente me quité toda la ropa, y viendo que la entrada al cuarto se baño se encontraba dentro de la habitación, aproveché para entrar allí a curiosear y de paso darme una pequeña ducha rápida. El agua de lluvia no es del todo "limpia"...

Al salir del cuarto de baño me puse su camiseta y la ropa interior, y me tomé el tiempo de observar e investigar un poco más. El armario no es muy grande ni espacioso, pero él tampoco posee demasiados atuendos y yo directamente no tengo nada más que el [ahora] sucio traje que su madre me obsequió. Supongo que después de un tiempo, si es que llego a conseguir un empleo de algo en esta ciudad, pueda comenzar a comprar unas cuantas cosas básicas y esenciales para mí; como por ejemplo: ropa interior.

La cama parece bastante cómoda, y de sólo verla me siento tentada a dormir hasta el día siguiente. Es grande, lo cual me complace bastante debido a que, cuando estábamos en La Central, ambos compartíamos mí cama de plaza y media en esa habitación cerrada; esta cama es de dos, y eso me agrada.

- Aquí he traído tu té, Reina. - dijo al entrar en la habitación con una pequeña taza de té, y unas cuantas galletas en su mano. Me acerqué a él y antes que nada, volví a abrazarlo una ves más

- Gracias. - dije, y después de un instante recién decidí alejarme de él y acepté su taza de té junto con las pequeñas galletas de avena.

Me senté sobre la cama para poder beberlo, y él junto a mí. Parecía un tanto incómodo durante un momento, como sí deseara decirme algo que no puede animarse a expresar, hasta que finalmente logró encontrar la manera correcta de hacerlo.

- Soy yo quien debía disculparse contigo por haber sido tan... idiota de pensar que tú realmente podrías haber llegado a hacer algo tan grave. No siquiera sé cómo fue que pude llegar a pensar tan mal de ti, porque después de todo lo que hemos hecho, lo que hemos pasado juntos... y siento el único con la capacidad, o más bien privilegio, de conocer tus más profundos pensamientos, tu personalidad, tu verdadero ser... No deberías perdonarme. Tú eres la única que posee la suficientes razones válidas para no querer volver a estar conmigo, por haber sido un maldito y desconfiado patán. Yo... Yo no...

- No quiero que sigas culpándote por eso, por favor. -supliqué deseando no continuar oyendo eso, y apoyé mí cabeza sobre su fuerte y masculino brazo derecho antes de tomar su mano.- Preferiría que desde ahora en adelante no volvamos a recordar nada de lo sucedido ese día entre nosotros, porque cada ves que lo hago mí garganta duele y mi cabeza desea estallar. Me agota demasiado...

- ¿Tú garganta?

- Larga historia. -dije, y él me observó durante un instante sin comprender qué estaba diciendo. Se alejó un poco de mí y me obligó a elevar la mirada para así poder observar mí cuello. Aún se nota un poco que hace poco tiempo hubo una herida, se puede distinguir a causa de un fuerte color morado bastante llamativo como si hubiese revivido un fuerte golpe.

- Una historia que pronto deberás relatar. -ordenó bastante serio, pero igual le sonreí y tomé su rostro para agregar sus mejillas con una mano, acercándolo a mí para besarlo otra ves.

- Tú lo has dicho: pronto, pero no ahora, porque quiero saber qué es lo que estabas haciendo antes de que él mayor problema de tu vida tocara a tu puerta nuevamente para continuar estropeando tu vida. - dije y él hizo una mueca un tanto divertida pero avergonzada a la ves, y se acomodó mejor junto a mí entrelazando los dedos de su mano con los míos.

- Estaba... leyendo. Quería adelantarme un poco, porque he comenzado a asistir a clases nocturnas. Me he decidido por finalmente tener una carrera, y creo que ahora que tú estás aquí conmigo me ayudarás bastante en ello...

- Absolutamente. -afirmé encantada.- ¿Qué es lo que has optado por estudiar?

- Inglés. Literatura inglesa, para ser más específicos.

- ¿Inglés? Nunca me dijiste que te gustaba esa materia o qué desearas dedicarte a enseñar eso. -comenté sin poder ocultar mí asombro.

- Sí... creo que hay unas cuantas cosas que jamás se me ocurrió compartir eso contigo. Creo que jamás lo vi necesario debido a que siempre llegué a considerarlo totalmente imposible, a causa del lugar en el que estábamos y la situación...

- Tú lo has dicho, amor: estábamos. Ahora que tú y yo estamos juntos aquí sin nadie más a nuestro alrededor, sin más problemas ni preocupaciones, creo que finalmente vamos a tener el tiempo suficiente para llegar a conocernos a profundidad. -comenté coqueta con él. Terminé rápidamente mi té, dejé la taza a un lado sobre la pequeña mesa junto a la cama, y me puse de pie para sentarme sobre sus piernas; rodee su cuello con mis brazos y él colocó sus manos alrededor de mi cintura sin dudar ni un segundo.- Tú me hiciste una promesa esa noche. Prometiste que harías algo importante, una ves que estuviéramos lejos de La Central tú y yo tendríamos un momento de intimidad. -comencé a besar su cuello, y puedo asegurar firmemente que pude sentir una sonrisa formada sobre su rostro por mí.

- Y no dudes de que voy a cumplirla, pero antes hay un par de cosas que vamos a arreglar aquí para volver el momento un tanto más especial. - dijo y me cargó sobre sus brazos para poder ponerse de pie, y me colocó en el centro de su cama cuidadosamente para así poder salir de la habitación.

Ahora, dándome cuenta de lo que podría estar a punto de suceder, decidí correr al cuarto de baño y maldije rápidamente al ver que en realidad no luzco para nada lista. ¿Qué buena primera impresión pienso darle? Lavé bien mi rostro con jabón, cepillé mí cabello, y al ver que él tenía un gran bote de enjuague bucal decidí utilizar un poco. Estúpidamente a causa de los nervios, en lugar de escupir el líquido, me lo tragué, y comencé a ahogarme por eso. Afortunadamente no me hará mal...

Al salir del pequeño cuarto, pude notar que la habitación se veía distinta. Las luces eran bajas y había un aroma bastante agradable en el ambiente; él había encendido velas aromáticas. Pero... ¿Dónde está?

- Lamento no poder ser más detallista y romántico. - lo oí murmurar tras de mí muy cerca de mi oído, lo suficiente como para permitirme sentir la deliciosa sensación de calidez que me otorgaba su respiración. También puedo percibir un delicioso aroma proveniente de su cuerpo, y rápidamente me giré para poder tenerlo frente a frente...

- El lugar no es lo que realmente importa, Edmund. -acaricié su mejilla y luego raspé su rostro con una de mis uñas.- Te aseguro que lo menos que deseo hacer ahora, es centrarme en los detalles; no si te tengo a ti conmigo esta noche.

- Créeme que me tendrás, Reina. -gruñó sexy ante mí, e inesperadamente hizo que cayera de espaldas sobre la cama con él encima mío.- No sabes cuanto tiempo he estado deseando demostrarte cuanto de amo...

- Te estás tardando demasiado. -gruñí antes de atrapar sus labios de manera feroz, y él me correspondió completamente sólo que sin ser demasiado apresurado. Colocó ambas manos sobre mis muslos para que abriera las piernas, y así el pudiese acomodarse entre ellas. Él me maneja completamente con sus movimientos suaves y calmos, y yo estoy dispuesta a dejarme dominar por él.

No me importa no haber tenido una cena romántica en un súper restaurante, o estar en una gigantesca habitación totalmente decorada con velas, flores y demás cosas. Lo único que me importa ahora mismo, es que estoy con él, que son sus manos las que me acarician, sus labios los que besan mí piel e intentan dejar marcas en ella, y voy a pertenecerle eternamente a nadie más que él porque esta noche deseo llegar a obtener mucho más que simples besos y carisias...

Este es nuestro comienzo.

✴😄😄😄 me enamoré 😍 okya me calmo. ¡Please! Comentad que les ha parecido el capítulo 25 en su totalidad y votad pronto para así poder llegar a superar los 50 y suba lo más pronto posible el siguiente capítulo 😍 veamos que hicieron estos pistones 😎😈✴

Continue Reading

You'll Also Like

58.9K 6K 54
One Shots de Lookism. Tal vez uno de que otro de Hit viral.
14.3K 1.6K 9
Y fue en ese momento en el que me di cuenta... que la vida me había dado otra oportunidad
103K 7.5K 30
un joven de 22 años, fanático de Ben 10 viaja a ese universo luego de morir en un trágico accidente, estará preparado para enfrentar los peligros de...
31.2K 2.3K 30
Yo siempre pensé que todo era blanco y negro pero... resulta que si es posible la redención y para colmo me enamoré de uno de los pecadores más malva...