Maldito libro; estúpido Zack; y jodida falta de entretenimiento.
Me gustaría arrancar cada página de este estúpido libro y hacer avioncitos de papel o cualquier otra estupidez antes que volver a leerlo.
¿Con qué fin Zack me obligó a estudiar tanto? Sé que no acabé la secundaria ni fui a la universidad (hasta donde recuerdo), pero no había razón para torturarme de esa manera tan duramente. Incluso yo, que poseo un intelecto aún más elevado que el de cualquier otro, puedo llegar a agotarme de estudiar.
Juro que si en este maldito lugar alguien llega a intentar obligarme a estudiar algo relacionado con la matemática, la física y la química, lo voy a atacar de la misma manera que quise matar a Damien Hudson; pero esta vez no fallaré y tampoco podrán impedir que cometa una masacre. Con uñas o sin ellas, puedo hacerlo sin problemas; aún que ya me están creciendo de forma muy acelerada, gracias a la pequeña parte de la genética de Reptile que tengo en mi sistema.
Hay cualidades que no son exactamente "poderes" y que aún durante mi estado Transire continúan funcionando con normalidad, pues es cuestión de naturaleza y no poder. Mis uñas continúan creciendo a gran velocidad y con fuerza, mi capacidad de razonar y pensar con rápida facilidad se mantiene alerta, mis agudos sentidos se la percepción también están conmigo a pesar de que no pueda aprovecharme de ellos, y muchas otras cosas más funcionan perfectamente dentro de mí a pesar de no poder absorber la energía que me rodea o transformarla y demás. Soy invencible y Alberto lo sabe; es por eso que realmente dudo que vayan a dejarme salir de aquí...
Hay muchas cosas que no entiendo y se encuentran dando vueltas y vueltas dentro de mi mente. Recuerdo perfectamente el rostro de aquel chico que me traicionó, pues Zack me ayudó a recuperar aquel recuerdo tan revelador, y doloroso, pero esencial para que yo pudiera ser consciente de la verdad; pero aún así, cada vez que Hudson viene a verme puedo ver que luce muy diferente en variados aspectos que llaman mi atención de manera alarmante.
Recuerdo que el Edgard (creo que así se llama) que recuerdo tenía una mirada oscura y totalmente llena de venganza, malas intenciones y rencor, pero cada vez (de las pocas ocasiones) que estuvo aquí frente a mí creí ver algo en sus ojos que ni siquiera en Zack pude encontrar cada vez que su atención estaba sobre mí. Y no es sólo en su mirada que puedo notar una gran diferencia, sino también en su manera de actuar y hablar.
Desde que Zack y yo nos conocimos, vivimos discutiendo respecto a cuanto detesto que me obligue a comer zanahorias (porque las aborrezco), y aún así él continuaba intentando obligarme a evitar que las separase de mí plato. Muchas veces llegó a enojarse tanto conmigo que me abandonó, dejándome sola antes de que acabara de comer; y Hudson a pesar de que yo me he esforzado numerosas veces por sacarlo de sus casillas, el imbécil me soporta y varias veces pude notar que se ha esforzado por morderse la lengua antes de comenzar a discutir conmigo.
Soy consciente de que todo es una farsa y en realidad Hudson está fingiendo una vez más para conquistarme, pero... ¿Cómo demonios lo hace? Estoy segura de que si yo fuera otra (alguien más crédula y tonta), habría caído en su juego desde un principio.
¿Cómo alguien puede fingir tan bien?
He leído respecto a muchas reacciones de nuestro cuerpo no muy fáciles de controlar que son evidentes ante diversas situaciones, respuestas a estímulos propias de un ser pensante y con la capacidad de sentir, y pude notar una cierta reacción en Hudson que es extremadamente digna de admirar e interesante en diversos aspectos. Todos sabemos que las pupilas de nuestros ojos puede llegar a dilatadas hasta un 40% más de lo usual cada vez que vemos algo que no gusta y/o atrae, y he podido notar aquella reacción en los ojos de él.
Varias veces pude notar que las pupilas de Zack dilatadas, pero siempre supe que la mayoría de las veces no eran una respuesta exactamente ante mí presencia. Yo no despertaba aquel fuerte sentimiento de atracción en él...
Coraline ¿Te has dado cuenta de lo que estás haciendo?. Estás comparado a tu novio, el chico que te salvó la vida y a quien le debes lealtad, con tu mayor enemigo y el principal causante de tu peor desgracia. Hudson está causando que comiences a dudar tanto de ti misma como de quienes son tus verdaderos aliados con la intención se jugar con tus sentimientos una vez más, y tú le estás dando pie para lograrlo...
- ¿Dormiste bien? -oí su voz frente a mí e inmediatamente levanté la mirada un tanto alarmada y nerviosa, pues me encontré tan aferrada en mis pensamientos que ni siquiera lo oí entrar, y mucho menos caminar hacia mí.
Durante un par de segundos no supe qué responder debido a que no me esperaba su regreso tan prontamente, hasta que vi aquella señal en su rostro. Él me guiñó levemente un ojo, de manera casi imperceptible pero lo suficientemente notoria como para que yo pudiera verlo y saber a qué se refería con eso.
Ellos están aquí.
- ¿Bien? Nadie podría dormir bien sabiendo que está siendo observado durante las 24 hrs, encerrado en la espera de ser sentenciado. -respondí de manera triste un tanto afligida.
No pienso desperdiciar esta oportunidad.
- Nadie va a sentenciarte, nos estás aquí para eso. -me respondió él, y yo quise rodear los ojos de mala gana sin poder creerle no una palabra.
No puedes, Coraline.
- Entonces qué sentido tiene que me encierren aquí. -le pregunté y tontamente cometí el error de elevar la mirada, encontrándome así nuevamente con sus llamativos ojos verdes...
- Queremos ayudarte.
Mentiroso.
- ¿Esto se llama ayuda?.
- Te prometí que lograría llevarte a algún lugar donde puedas sentirte más a gusto y pienso cumplirlo muy pronto.
- Es ridículo, si realmente quisieran ayudarme no me tratarían como a una amenaza. Admito que después de todo lo que hice no merezco la bondad de nadie pero de todas formas esta espera es mucho peor...
¡Wou, soy excelente!
-Todo va a salir bien. Todos se merecen una oportunidad, y tú más que nadie. -dijo y en ese instante algo sumamente extraño e inesperado de su parte sucedió. Él me rodeó con sus brazos en un afectuoso y cálido abrazo.
Al sentir su cuerpo tan apegado al mío me quedé congelada, pues su calidez era muy diferente a la de Zack en millones de aspectos y eso no está nada bien. Fue ahí, en ese preciso instante, que me Di cuenta de que debía encontrar a alguien más para que me ayude a salir de aquí.
No, no quiero continuar pasando tiempo con él y mucho menos dirigirle la palabra. Ahora sé que no puedo confiar en mí misma cuando se trata de estar con él, y eso me come por dentro.
Afortunadamente un gran grupo de guardias entraron y nos interrumpieron, alejándome bruscamente de él. No me quejo simplemente por el hecho de que gracias a ellos Hudson se alejó de mí y yo pude recuperar mi fría tranquilidad mental... por ahora.
- ¿Qué están haciendo? - exigió saber él.
Alejarme de ti, Enfermo.
- Tenemos ordenes de llevarla al onceavo piso a su nueva habitación. -respondió uno de los guardias y yo hice una mueca un tanto dudosa.
¿El onceavo piso? ¿En cuál estamos?
Aquellos guardias me esposaron y sacaron de allí. Yo no pude evitar mantenerme estupefacta durante todo el traslado debido a que aún no podía creer que El Cuerpo aprobará mi traslado, debido a que recuerdo claramente las Palabras de Alberto cuando me amenazó...
¿Me lo habré imaginado todo? ¿Cuál es el plan?
¿Debería dudar de esto? Algo me dice que no es algo tan bueno como parece...
Al llegar a aquel piso, los guardias me obligaron a entrar a una pequeña (No demasiado) habitación cerrada y mucho más íntima pero acogedora. Tenía una cama mejor y en el interior había una entrada a otra habitación más, así que yo supuse que ese podría ser el cuarto de baño. Aquí tampoco puedo utilizar mis poderes, pero creo que me da igual.
Hudson cumplió su palabra e hizo más de lo que esperaba, así que con más razón no puedo seguir aprovechándome de él.
Los guardias se retiraron para dejarme aquí, y Hudson se quedó conmigo.
Maldición.
- Vuelve a abrazarme y verás como te va. -gruñí intentando expresar mi disgusto ante aquel acto de "consuelo" de su parte, ya que me ayuda a recuperar un poco de orgullo y personalidad.
Me hubiese encantado ver el rostro de todos esos malditos viejos verdes, pero supongo que me causará su aún más placer hacerlo cuando destruya este lugar...
- ¿Qué dijiste? -lo oí decir y maldice por dentro, pues al parecer dije lo que estaba pensando en voz alta.
- Nada... En fin; ya cumpliste con tu palabra Edward, así que ahora ya puedes retirarte de mi habitación. -le dije evitando verlo a los ojos una vez más.
- Soy Edmund y... ¿Porqué me estás corriendo?. Por lo menos un "Gracias" podrías darme por haberte ayudado desinteresadamente.
¡¿Desinteresadamente?! ¡Hipócrita!
- Yo no te debo las gracias por nada. -le dije- Estoy tomando todo esto como una muestra de disculpas, las cuales me debes por haberme arruinado por completo.
Y aún así no estamos quedando muy cortos...
- ¿De qué estás hablando? Coraline, yo no...
- Maldito cínico. -gruñí al punto de perder la cabeza al ver que en su rostro tenía una expresión de imprecisión como si no supiese de qué diablos estaba hablando.- Tú sabes muy bien qué fue lo que me hiciste. Talvez aún no pueda recordarlo todo, pero Zack me mostró lo suficiente como para darme cuenta de que el causante de toda mi desdicha fuiste tú, Hudson. -dije y eso al parecer lo transformó, pues su rostro cambió de manera tan instintiva e inmediata involuntariamente retrocedí un par de pasos hacia atrás, alejándome de él...
- Tú en realidad no recuerdas nada de mí. Lo único que crees recordar es la basura que él imbécil de Zack te metió en la cabeza. -gruñó.
- Zack jamás se atrevería a hacerme daño, y mucho menos a hacer tal cosa. Lo conozco y...
- No seas estúpida. -escupió sus palabras cargadas de ira frente a mí.- Ese imbécil es quien te manipuló para utilizarte. ¿Acaso eres tan ciega y tonta como para no darte cuenta de la diferencia que existe entre los dos?. ¡Yo SÍ me preocupo por ti! ¡Yo SÍ duermo pensando en ti!. ¿Enserio crees que ese bastardo está pensando en ti ahora mismo? Tú no le importas realmente, porque si realmente le importaras jamás te habría dejado ir...
No pude soportar oír una palabra más saliendo de su boca, y tuve que pegarle una bofetada.
No lo hice suficientemente fuerte como me hubiese gustado, pero sirvió para silenciarlo.
No sé qué siento con exactitud en estos momentos a causa de sus venenosas palabras repletas de mentiras y engaños. ¿Ira? ¿Confusión? ¿Dolor?. Pero no era un dolor común porque podía estar casi segura de que poco me importaba que hablara de esa forma sobre Zack, entonces... ¿A qué se debe el dolor que siento ahora mismo?.
- Vete y no vuelvas a verme.-le exigí.- Que todo El Cuerpo comience a celebrar el que yo me he rendido, porque prefiero pudrirme encerrada en este lugar antes que tener que volver a verte u oírte otra vez. En muy poco tiempo vas a ver que Zack sí vendrá por mí y te lamentarás por eso. Te arrepentirás de haberte burlado de mí.
Él me miró y otra vez siento aquella extraña conexión entre ambos que me tortura. Como si él estuviese en mi cabeza o tuviese fuertes poderes aún estando dentro de esta habitación, siento un dolor que sé que no me pertenece y aún así lo compartimos...
- No pienso volver a dirigirte la palabra y tampoco me volverás a ver, no te preocupes por ello. -me respondió antes de darse la vuelta para salir de la habitación. Mi corazón se estrujó de manera desagradable y dolorosa ante aquel acto hasta que él se detuvo durante un par de segundos antes de cruzar la puerta, logrando así que este se acelerara como si estuviese esperando que él volviera a insistir.
Sin volver a decir nada más, él se fue para finalmente dejarme completamente sola en la habitación.
No debería doler. No puede doler. ¡¿PORQUÉ DEMONIOS DUELE?!
Caí sobre la cama y sentí que algo extraño sucedía dentro de mí al recordar claramente sus palabras...
- ¡Yo SÍ me preocupo por ti! ¡Yo SÍ duermo pensando en ti!. ¿Enserio crees que ese bastardo está pensando en ti ahora mismo? Tú no le importas realmente, porque si realmente le importaras jamás te habría dejado ir...
"Es una mentira más, Coraline. Una mentira más de todas las que ya ha dicho, y no puedes creerle. No debes caer tan fácilmente en sus mentiras".
Es hábil, muy hábil.
Pensé que mentalmente era mucho más fuerte que cualquier otro, pero ahora puedo ver que no es así. Espero no volver a verlo y que sus palabras sean reales, o de lo contrario temo que no podré soportar mucho más.
Si a estas alturas ya he comenzado a dudar de Zack y de todo lo demás...
¡Ay! Si tan solo pudiese comprender y saber qué es lo que él posee en sus ojos, en su personalidad y en su voz que me corrompe con tanta facilidad.