Cuando veáis éste símbolo, "#", como siempre, le dais al play de la música para poneros en sintonía con la historia y el momento:)
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—Orochimaru...—Manifestó con hostilidad Ali.
—Ya me parecía a mí que vuestras miradas eran diferentes a la de otras personas que había acogido...—Sonrió en gran medida—Pero bien jugado, pequeñas...Me habéis despertado el interés más de lo que ya lo hacíais, Misaki, Yuki...
Alice se encogió de hombros como quien no quiere la cosa y sonrió, de manera arrogante y rebosante de picardía.
—Solemos dar esa impresión, tranquilo.—Dijo con mofa.
—Orochimaru-sama...—Apareció Kabuto. Al mismo instante, la pelinegra gruñó y colocó su espada entre sus ojos, calculando su objetivo y sabiendo el plan que Mai y ella, tenían que alcanzar—Me da a mí que no va a poder probar sus poderes, ni saber más de ellas...Porque no durarán mucho.
«El albino imbécil», como lo hacía llamar Alice, se colocó bien las gafas y sonrió con total superioridad, lo que le dio bastante rabia a ella, aunque no lo hiciese notar por fuera.
—Oh, eso habría que verlo...—Habló la de ojos azules—Verdad, ¿Misaki?
—Por supuesto...Eso es lo que va a pasar, sin duda alguna.—Puso cara de inocente Maica, dejando ver a propósito la ironía y burla que denotaban.
El rostro del subordinado cambió de cinismo a molestia al momento; Parecía que no le había gustado aquello, pero...Qué pena, porque no podía hacer nada.
—Sasuke-kun...—Pronunció Orochimaru hacia él—¿Qué es lo que decides? Porque, parece ser que...Ya no estamos en el mismo bando.—Dijo con maldad, observando cómo Sasuke llevaba la espada en su dirección, determinado.
—Sí...Eso parece.—Musitó. Entrecerró los ojos y, rápidamente, apareció su sharingan en él—Es algo que he decidido, necesito algo de ellas, pero, Orochimaru...—Dijo frío—Nunca me ha gustado tu manera de hacer las cosas, y menos que quieras mi cuerpo para tus asquerosos propósitos.
La serpiente blanca se remangó el kimono azul y sonrió enormemente, divertido.
—Está todo dicho, entonces.
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Rotundo, Kabuto fue directo a por Maica, lanzándole una bomba de humo envenenada para separarla de Ali. La ojimiel se apartó para no ser atrapada por el humo, llevándose la mano a la boca para no ser afectada por la toxina. Una vez fuera, miró a los lados precavida, agarrando su pequeña espada y kunai.
Se quedó agachada aún, buscándolo con la mirada, más por desgracia del humo y el olor, no podía dar con él. Sin embargo...
Él sí podía dar con ella.
El de gafas se posicionó sin que ella se diera cuenta, detrás de la salmón. Llevaba en su mano un kunai afilado apunto de clavárselo en el cuello, lo que utilizaría como última estocada siendo sigiloso para no ser delatado, más se paró a la mitad del camino.
No llegó a dar la estocada final.
Alice apareció por detrás de él y le propinó una fuerte patada en la rodilla derecha, provocando que cayera al suelo de manera instantánea.
Le había roto la pierna.
—Ahora.—Musitó la azabache a su amiga.
Mai se giró rápidamente hacia él con una sonrisa, llevando a su boca un extraño sello que Kabuto sólo había visto en una persona; La mizukage.
—¡Yōton: Yōkai no Jutsu!
Una gran masa de roca fundida se dirigía hacia su cuerpo para quemarlo sin más, haciendo que Kabuto se pusiera más que nervioso y temeroso; Su poder de regeneración de células no podría activarlo si lo quemaban vivo. No sabía qué hacer.
No se imaginaba que estas chicas fueran así de especiales.
Respiró hondo y utilizó ese poder, para regenerar su pierna rota por la ojiverde, cuando sintió otro dolor innombrable en su brazo izquierdo.
—¿Crees qué te voy a dejar?—Habló Alice, que le había roto un brazo—Si te rompía otro hueso...¿No tenías la capacidad de centrarte en tu pierna, cierto?—Sonrió.
La lava llegó hasta él y tocó fondo, cubriendo el suelo en cantidades de ella. Ali y Mai se habían subido a algunos pivotes rotos que habían, evitando ser engullidas también. En una superficie alta, los ojos verdes de la chica observaban analizadores ver algún cuerpo en el suelo, pero no veían nada. No estaba.
—Orochimaru...—Gruñó.
—No puede ser, no le ha dado tiempo a regenerarse.—Habló Maica, intentando buscarlo.
—Y no lo ha hecho, ha sido otra cosa.
Se giró sobre sus espaldas y, ahí lo vio; Chamuscado por las piernas y con dos huesos rotos, pero había sido ayudado por una serpiente del rey de ellas, de su jefe. En cuanto al de pelo negro—Que no estaba a su lado, simplemente lo había traído cerca de él—, se hallaba luchando con el pequeño Uchiha, con diversas dificultades por su estado de salud.
—Gracias, Orochimaru-sama.—Logró decir el albino, a duras penas. Su dolor era horrible, ya que, a parte de tener dos huesos rotos, la lava había alcanzado a tocarle un pie, y regenerar todo eso gastaba mucho chakra, a parte de que dolía como los mil demonios.
—No deberías de haberlas subestimado tanto, Kabuto.—Exclamó parando un ataque de Sasuke, mandándole después más serpientes—Desde el principio se pudo apreciar que ellas no eran chicas singulares.
—Lo tendré en cuenta a partir de ahora.—Gruñó. Movió con dificultad su extremidad de la pierna, ya comenzaba a sentirlo.
—¿Seguro? porque me gusta la carne más hecha.
Se giró veloz, sólo para toparse con una chica de cabello corto y de color anaranjado sonriéndole de oreja a oreja, clavándole la punta del kunai en el cuello.
—Me da a mí que tenemos aún algo pendiente.
—Sí, yo también lo creo...—Sonrió él también, haciendo el ninjutsu médico en su mano para paralizar algún músculo de su cuerpo.
.....
Ali aún estaba ahí arriba, observándolo todo. Entrecerró los ojos y respiró hondo, creando varias cuchillas y pinchos de un hielo profundo y totalmente afilado.
Esto cada vez le iba mejor.
Lanzó varias de esas agujas a diferentes y abundantes culebras que se le venían encima, atravesando a todas una a una sin dejar que llegasen a ella. Orochimaru, en cuanto tuvo el campo libre por haber paralizado a Sasuke un momento por sus artimañas y trucos de siempre, llevó hasta Yuki una blanca más grande que las demás. Mucho más grande.
Saltó a la otra superficie, después, al suelo para esquivarla y poder matarla con otro pico de hielo, esperándola para hacerlo. Empero la serpiente ya no estaba detrás de ella, ahora estaba otra cosa...
Orochimaru.
Había cambiado las tornas como un animal que ve a otra presa más jugosa; el reptil iba ahora a por Sasuke y él, a por Alice. El de ojos ámbar corría para llegar a ella, pero Ali estaba más que quieta; Estaba esperándolo. Mientras llegaba, sacó una espada de su garganta para embestirla, pero sólo consiguió una sonrisa demasiado ladina de ella.
Paró el ataque de Orochimaru con su amada katana, haciendo un zigzag de fuerza entre ellos y sin dejar que la serpiente le tocase en ningún momento.
Suerte que estaba muy enfermo y no tenía su poder real, porque si no, esto no sería así.
—No me importaría quedarme con tu cuerpo un tiempo...—Sonrió él, intentando provocarla—No sabía que podías utilizar el kekkei Genkkai de hielo.
—¿Interesante, eh?
La mujer de hielo alzó una ceja, sonriendo después. Deslizó la katana por la espada de él hasta dejarla con sólo la de un Orochimaru muy extrañado por ello, agachándose ella al instante. El Sannin no entendía aquello, no sabía porqué había dejado de atacarle con la espada, hasta que vio un zorro blanco abalanzarse contra él a su yugular.
Todo eso conllevó a dejarlo tirado, adolorido y con una herida en el cuello al experimentador, que se encontraba cada vez más débil por la batalla y su salud empeoraba cada segundo de ella. Yuki no desaprovechó la oportunidad y después de haberse subido de nuevo al pivote por las malas, sin pensarlo dos veces y con una mirada fría, lo hizo.
—Hyōton ; Picos de hielo.
Enormes picos de hielo cayeron en picado hacia él—más grandes que de costumbre, gracias a su entrenamiento con Madara—, con la intención de atravesarlo hasta el fin. Él, siendo tan escurridizo como es, el sabio dejó sin duda la muda de su cuerpo y escapó de otra forma, volviendo a reformarse en él mismo antes de ser empalado y teniendo otro as bajo la manga.
Algo se abalanzó de nuevo sobre ella, por su espalda; Otra serpiente, ésta vez totalmente negra. Ella se apartó a tiempo antes de nada grave, pero los colmillos del reptil le rozaron la mejilla, haciéndole un leve corte.
—¡Chidori!
La azabache se deslizó del pivote para bajar hasta el suelo antes de que el reptil se lanzase otra vez contra ella de un salto, esquivándolo con astucia. Más lo último que vio aquella serpiente fue una sonrisa ladina de la ojiazul.
El raikiri de Sasuke desintegró rápido al animal, deshaciéndose él también de los suyos posteriormente. A la misma vez, Alice, tras haber ya bajado del soporte y contar con que Orochimaru tenía su atención en Sasuke debido a que él la tenía en resguardarla a ella, arremetió contra él de un golpe veloz, atravesándole el pecho con su katana.
—Se acabaron tus estúpidos trucos, Orochimaru.—Profundizó la espada.
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Aquí tenéis el capítulo 45, el primero del especial de tres que haré. Espero que os guste y comentéis, ya sabéis que me gusta cuando hay especiales, y más de batalla...
¿Qué creéis que ocurrirá? ¿Y cada uno con su batalla? Recordemos que Orochimaru está muy débil, y que Sasuke lo pudo vencer fácilmente. Si hay tres personas contra él, mucho más.
Hasta la próxima.