Mundo deseado|Akatsuki & Naru...

By YukiKuroi15

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Dos chicas van a parar al universo de Naruto, donde juntas superarán los obstáculos que les lleguen e intenta... More

1.Deseos
2.Nuevo mundo
3. Llegada
4. El comienzo
5. Sorpresas y Secretos
6. Silencio
7. Revelaciones
8. Confusión
9. Misión
10. Konoha
11. Konoha de todos
12. Problemas y Promesas
Aviso urgente
13. Entre las sombras
14. Día problemático
15. Enigmas
16. Distintos juegos
17. Partida
18. A por la recompensa
19. Eita, la recompensa
20. Pergaminos y silencio
21. Complicaciones aparte
22. Situación dolorosa
23. Un amargo sentimiento
24. Verdades ocultas
25. Emotividad tóxica
26. La hora punta.
27. Enfrentamiento.
28. Confrontaciones y pensamientos opuestos.
29. Objetivo incomprendido
30. Extrañezas
31. No es una mentira, es no contar toda la verdad
32. Sabio encuentro
33. Información peligrosa
35. Detrás de la sombra...Nadie
36. Parte de verdad
37. El fuego que se acerca
38. Tope fraternal
39. Vínculo de sangre
40. Algo más allá
41. Objetivo; Grito de venganza azulada
42: Rumbo cambiante
43. La otra mitad de dos
44. Diferente vida, mismo yo
45. Serpiente blanca I
46. Serpiente blanca II
47. Diferencias reales.
48. Cosas inusuales
49. Destino aparente
50. Aldeano
51. Momentos diferentes
52. Utilidad
53. A flor de piel
54. Punto sin retorno
55. La frialdad inmortal
56: Contenido erróneo
57. La otra cara de la moneda
58. Visión o profecía
59. Opacidad
60. Sensación
61. Esfuerzo
62: Rojo y dorado
63: Virtuoso
64: Los verdaderos mercenarios
65. Descubrimiento
66. Acorde
67. Lágrimas y respiración débil
68. Incondicional
69. Revés
70. Pasado por recordar 1/2
71. Pasado por recordar 2/2
72: Zafiro en bruto
73. Dificultad
74: Su particular color carmesí
75. Indagación
76. Recorrido
77. Antigua profecía
78. Ataque
79. Baile entre nubes y hojas
80. Sálvame
81. Cambios y mentalidades
82. Miel
83. Antes de la tormenta
84. Familia
85. Plácido sueño
86. Kage
87. Sentencia
88. Dulce venganza
89. Certeza
90. Mortal
Especial
0. Antaño (Especial Alice)
91. Nuevo
92. Un nuevo inicio
93: Continuo.
94: Lazos
95: Fortaleza a la par
96. Riesgo
97. Fuego negro
98. Un toque frío y oscuro
99. Al borde del abismo
100. Algo más brillante
101. Ese enemigo en común
102. Palabras y un secreto
103. Ritmo veloz
104. Pisadas esclarecedoras
105. Movedizo
106. Inquietamente hipnótico
107. Tacto
108. Pigmentación
109. Infectados
110. Pasado, presente y futuro
0. Algo importante.

34. Realidad e ilusión

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By YukiKuroi15

 Eres muy inocente si crees que podrás salvarlos a todos, mi pequeña Alice...—Susurró.

Estaba angustiada y los nervios me recorrían todo el cuerpo por diferentes razones; Creía conocerlo, sentía que lo hacía, me sonaba tanto su voz...

Pero había como un vacío o un vapor en mi mente que cada vez que intentaba pensar en quién era, se desvanecía. Pero su voz, esa voz, me sonaba tanto y, a la vez, era tan desconocida por la cercanía suya a mis oídos...

Lo que sí que estaba segura, es que era la misma persona de mi otro sueño, el que se hizo pasar por Maica.

Tú...¿Quién eres?Murmuré elevando mis manos con lentitud, intentando llegar hasta la suya que tenía aprisionada mis ojos¿Qué...qué quieres?

No soy nadie.Volvió a decir, sonando como una voz más ronca y vacíaY, lo de querer es...Muy subjetivo, pero, en cierta medida, se te atribuye a ti.

...¿Qué? ¿De qué habla?

 No existe la esperanza, Alice.Susurró de nuevo cerca de mi oído, sintiendo como la mano que tenía debajo de la mía y el peso de mi cuerpo se hacía más fácil. Lentamente, sus brazos me dejaban libre.

 Te lo advierto, déjame en paz.Gruñí una vez estaba suelta, respirando, por alguna razón, con algo de dificultad.

Las manos que tenía en mis ojos, la que había utilizado para tocar la suya, la quité para poder abrirlos, pero sólo veía sombras, no lograba ver bien.

¿Qué me has hecho? Musité, fría. Con una voz que hasta a mí me sorprendió de lo agria que era. Escuché su risa en la lejanía, pero sus pasos se dirigían hacia mí, de nuevo.

Fui palpando poco a poco mi cuerpo hasta llegar a mi tobillo, notando que estaba encadenada, como en mis otros sueños. Tiré con fuerza para desprenderme de las cadenas, pero era imposible.

No...De nuevo no.

— Aún no te he hecho nada.Le escuché decir, tan cerca, que juraría que estaba justo delante de mí.

Aún...

Con temor y desconfianza en cada lugar en el que me movía o depositaba mis manos debido a las muchas pesadillas encadenadas que he tenido, miré hacia el frente, observando una oscura mancha que se cernía frente a mí, acuclillado.

 Eres fuerte e interesante, pero...

En un intento de ponerme y moverme mejor, con mi mano, toqué algo blando, algo fino con líquido en él. Tragué en seco y con miedo a saber lo que era, lo palpé mejor, dándome cuenta de que era un brazo lo que estaba tocando, y el líquido era...

Sangre.

 No... Musité, tocando ahora mi otro lado. Ésta vez, no era un brazo; Era un rostro, el rostro de alguien...También ensangrentado. 

 Mi pequeña y preciosa Alice...Habló, retumbándome de nuevo la cabeza con sus palabras. A cada momento intentaba que mis ojos se esclarecieran más, pero sólo veía una sombra, no veía con claridad. Alcé mi mano para tocarle el rostro, más él, me la cogió y se acercó más, agarrándome del mentón y haciendo que elevara más mi caraTe estás metiendo en la boca del lobo por tus propios pasos, aunque sé que nada te hará echarte hacia atrás.

Notaba como la sangre que brotaba de mis manos se mezclaba con la suya, a la par en que sentía un fuerte dolor de cabeza.

Me solté de su agarre de manera brusca y él rió de manera arrogante, sujetándome de mi cuello y acercándose a mis oídos.

 Sea lo que sea que intentes hacer o sea tu objetivo...Susurró, provocando que apretara el puño-No podrás hacerlo, no podrás cumplirlo.Apretó su agarreSólo encontrarás oscuridad.

***** ***** ***** *****


...

—¡Alice, Alice!—Escuché unas voces gritando, meneando mi cuerpo bruscamente.

Desperté de golpe e incorporándome fuertemente, cogiendo el máximo aire posible. Mi pecho subía y bajaba alarmantemente rápido, respirando agitadamente y sudando, con los nervios a flor de piel.

—¡Ali!—Me abrazó con fuerza, al borde del llanto. Fui a colocarle mi mano en su espalda, pero se despegó rápido y me miró, con una clara expresión de preocupación—Estaba muy asustada, no te despertabas.—Dijo hablando rápido—No sabía lo que ocurría, pero no despertabas de ninguna forma, incluso Tomoe te arañaba y mordía...

Aturdida miré mis manos, sintiendo un gran alivio de poder ver bien; Era cierto, tenía varios arañazos y marcas por todo mi brazo.

—Tienes la piel de gallina, Alice.—Expresó desconcertada, tocándome el hombro—Ha sido...Una de tus pesadillas, ¿Verdad?

¿Pesadilla? ¿Pesadilla? Casi sigo notado el aire en mi oído de cuando me susurraba, su tacto, la sangre...

—¿Estás bien?—Me preguntó, con ojos tristes—Esto me está preocupando de verdad, no es normal que tengas estas pesadillas, Ali.

—Estoy bien, estoy bien.—Dije ya volviendo un poco en mí, respirando mejor—Sólo ha sido un sueño muy realista, nada más.—Me levanté, sacudiéndome la capa y la ropa por el suelo.

Sí, nada más, pero....

—Aún así, no te despertabas...—Me imitó, recogiendo la manta y metiéndola en la mochila.

—Que no te preocupes, que ya estoy mejor.—Suspiré, moviendo mis músculos para acostumbrarme y desperezarme—Habrá sido un impulso de mi cuerpo o estaba realmente atontada en el sueño, no sé.

Ella bufó derrotada y se enderezó una vez colocó todo bien en nuestras mochilas, listas para seguir nuestro camino hasta la nueva base. Antes de marchar, me acerqué al lago y me eché agua en la cara, para despejarme mejor, ya que aún estaba aturdida por el sueño.

Me refregué las manos y me quedé viendo mi reflejo en el agua, observando mis ojos y aún sintiendo su cálida mano aprisionándolos.

Era todo tan...Real. Sigo sintiéndolo todo, aún...

—Ali, ¿Ya estás?—Preguntó cogiendo su mochila del suelo y acercándome la mía—Tenemos que llegar pronto, este es el segundo día y si queremos estar ahí hoy o por la noche, tenemos que partir ya.

—Sí, sí...

Me acaricié un poco los ojos y me levanté, dejando atrás nuestro lugar de refugio que utilizamos por la noche y encaminándonos de nuevo hacia la ruta para seguir el camino, que tampoco faltaba mucho para llegar.

Estaba muy intranquila, porque aunque intentaba no pensar en ello, seguía notando el sueño en mi interior, seguía escuchando su voz y sintiendo sus susurros...

***** ***** ***** *****

Pov Maica

Está totalmente abstraída, sumida en sus pensamientos. Lo noto en sus ojos, está pensando en algo, y ese algo le confunde o no le gusta.

Imagino que será el sueño...Porque, vamos a ver, realmente me he asustado; No se despertaba, estaba como inmóvil. Por mucho que Tomoe y yo le hiciéramos cosas para que abriera los ojos, no lo ha hecho hasta que se ha despertado por su propia cuenta.

Ha sido demasiado extraño, y ahora mismo no parece que tenga ganas de hablar...Aún así, le hablaré, a ver.

—Ali...—Hablé, provocando que sus ojos se centraran en mí, mas siguió callada—¿Segura qué estás bien?—Pregunté, acercándome un poco más a ella—¿Quieres hablar de lo que has soñado?

—Ya te he dicho que estoy bien.—Bufó—No pasa nada, sólo tengo mucho sueño, estoy cansada.—Dijo, sobándose las manos—No he dormido casi nada.

—Pues...—La miré preocupada, cosa que al verlo, alzó una ceja, interrogativa—No has hablado en todo el trayecto y no me has hecho caso cuando te hablaba...

—Me acabas de hablar ahora.—Expresó, mirándome de manera extraña y denotando ese hecho, de manera satírica—Y además, ha sido hace unos minutos que hemos salido del bosque, Mai.

¿Minutos?

—Eh...Ali, llevamos caminando más que minutos.—Le toqué, un tanto asustada—Más bien, diría que horas...

—¿Qué?—Preguntó asombrada, para después bajar la cabeza—Pues se me ha ido la noción del tiempo, ni me he dado cuenta...

Joder...Sí que está en su mundo, sí.

Bueno, será mejor que cambiemos de tema, así ella deja de pensar tanto y yo la distraigo un poco, a parte de mejorar el camino.

—Y, bueno...—Hablé con malicia, mirándome ella curiosa por el repentino cambio de voz—¿Qué harás cuándo veas a Madara, eh?

La ojiazul se tensó, haciendo alguna que otra mueca extraña.

—Hace días que no sé nada de él.—Se cruzó de brazos—Es más, no lo veo desde la batalla contra los de la hoja.

—¿Y con Ita...?

—¿Tú qué piensas de Orochimaru y Sasuke?—Inquirió, interrumpiendo que acabase y hablando de otra cosa. Le miré mal por esto, pero cuando hace algo así, más vale que no se insista—Creo que deberíamos de estar pensando ya en algo, algo en lo que hacer con el pequeño Uchiha.—Siguió hablando—El tiempo pasa, así que más vale que nos movamos en ese tema.

Es cierto...

—Sí, lo sé.—Suspiré, pensando—Naruto y los demás estarán seguramente cerca del puente ya, así que no deben de estar muy lejos de hallar la guarida y encontrarse después de mucho tiempo con él.

—Ajá.—Asintió, aún de brazos cruzados—Quizá, lo mejor sería dejar que se encontrasen, ya que se van a cambiar de base.—Explicó—Después del encuentro, ésta se destruye y se van a otra, con Orochimaru ya más débil de lo normal.—Decía de manera moderada y reflexiva—Sería la mejor oportunidad para ir en su búsqueda, aunque tendríamos que saber exactamente dónde se encuentra.

—Con la serpiente sin todos sus poderes, sería menos peligroso.—Admití, dándole la razón—Nos daría una buena oportunidad.

—Exacto.—Sonrió con picardía.

—Pero...—Rumié un poco, confundida—¿Cómo encontraremos su nueva guarida?

Mi azabache me miró de reojo y sonrió con arrogancia; Ya tenía un plan en mente para eso, esa sonrisa lo decía todo.

—Eso déjamelo a mí...Ya tengo pensado algo.

Sonreí y seguimos a lo nuestro. Al menos, ya teníamos algo más planeado para el hermanito problemático. Y si Ali tiene algo en mente...Hay que hacerlo, pero la cuestión es cuándo.

Cuándo lo podremos hacer.

Entre todo esto, me acordé de algo. De algo que se me había pasado porque no lo habíamos vuelto a hablar más. Un tema que realmente me preocupa y debería de ponerle los pelos de punta a ella, aunque no lo hace.

Estuve a punto de abrir la boca para preguntarle de lo que antes veía, mas señaló frente a nosotras y se me adelantó, cesando mis dudas.

—Ya estamos.—Profirió. Dejé de mirarla y observé el frente, viendo una piedra enorme bastante alejada de cualquier lugar, más seguía siendo bonito. Por la otra parte—Por la parte de atrás, más bien— , había un gran bosque frondoso, donde probablemente en algún lugar se encuentre un bonito estanque o lago.

Miré a mi amiga y sonreí; Seguro que le encanta, con lo bonito que es. No tardará en ir a investigar lo que hay por aquí y el paisaje, conociéndola...

—¡Adelante, entonces!—Exclamé eufórica, con mis deseos de verlos de nuevo exteriorizados al cien—¡Haz los sellos y vamos reencontrarnos con nuestros queridos criminales!

—Qué sutil eres, Maica.—Dijo con una insólita expresión—Si lo dices así, suena muy mal. No los llames criminales, porque...—Rió débilmente.

—Es verdad, es verdad.—Reí, dándome cuenta de lo que había dicho.

***** ***** ***** *****

Pov Alice

Hice los sellos que me enseñó Madara para ingresar y, lentamente y con un ruido fuerte y retumbante, el pedrusco comenzó a desplazarse, dejándonos vía libre para entrar.

A cada paso que dábamos, las antorchas que estaban a nuestros lados se iban prendiendo, iluminando el tan familiar pasillo oscuro, aunque éste, más corto que el anterior y un poco más amplio. Con lugares diferentes a los que adentrarse o perderse, según se vea.

Poco después, llegamos al comedor, o la sala central, junto a la parte derecha donde estaba la cocina, con todo lo esencial. Eran de un todo grisáceo, al contrario que el color marrón de la anterior.

Éste me gustaba más.

—Vaya, Shiro...—Se escuchó una voz, con un matiz arrogante y divertido—Con que ya estás aquí, eh.

Me giré y pude ver al mismo rubio y adorador de las explosiones y mísero arte de siempre, con una gran sonrisa en él. Le miré e hice una pequeña mueca con malicia, entrecerrando los ojos.

—No, lo que estás viendo es un fantasma, ya que la verdadera Shiro ha muerto durante el camino hacia aquí.—Dije con sarcasmo—Lo siento...

—Ya veo...—Se cruzó de brazos, acercándose—Ha muerto por exceso de ironía, apuesto lo que quieras.—Sonrió cínico.

—No lo descartaría, ¿sabes?—Expresé un tanto divertida, mirando un poco mejor mi alrededor—¿Cuánto hace que habéis llegado?

—Bueno...—Se tiró al sofá, mirándome después—Danna y yo llegamos anoche, e Itachi y Kisame han llegado esta mañana.—Me explicó mientras me sentaba en el apoya brazos.

—¿Hidan y Kakuzu no han llegado?—Preguntó extrañada la ojimiel, dejando un momento sus pertenencias en el suelo.

—No, todavía no.—Ladeó un poco la cabeza, mientras le restaba importancia con la mano—Seguramente hayan aprovechado para ir a por alguna recompensa, estarán aquí esta noche o mañana, como mucho.

Maica hizo un leve puchero, procurando que nadie lo escuchase o lo viese, pero que yo sí logré atisbarlo.

Me apoyé con delicadeza en el rubio pelo de mi compañero y me levanté, escuchando cómo se quejaba de broma.

—Bueno, Dei-chan, vamos a dejar las cosas y luego si eso volvemos, que ha sido un laaaargo recorrido.—Expresé agarrando de nuevo la mochila, mientras se subía Tomoe a mi cabeza.

—Bien.—Se levantó, quedándose frente a mí—Las habitaciones están colocadas en el mismo orden que las anteriores.—Aclaró señalando—La tuya está por la izquierda, la penúltima puerta. Y la de Misaki por la derecha, la segunda.

Ya veo, entonces tenemos los mismos compañeros que antes. Vale, sabré situarme.

—Entendido, gracias.—Dije dirigiéndome por donde me había indicado. Maica me abrazó antes de irme, despidiéndose con la mano.

—Cuando acabe me dirijo a tu cuarto, ¿Vale?—Habló, marchándose por el lado contrario.

—Vale, ahora nos vemos.—Hice alguna que otra seña con la mano.

Caminé con lentitud y analizando todo mi alrededor, contando las puertas que habían y llegando al final de la mía, casi la última. Es posible que la última sea la de Madara o la de Itachi, aunque rigiéndonos por lo de la anterior, Itachi debería de estar frente mío.

Abrí la puerta—Que hizo un extraño ruido oxidado, imagino por el tiempo que estuvo sin utilizar—y entré a mi nueva habitación.

Tenía un bonito matiz oscuro y era simple, como la antigua; Con el la cama, que tenía la sábana roja, y los muebles, unida con la puerta del cuarto de baño, de nuevo. Aunque éste último era marrón.

Dejé exhausta la mochila de golpe en el suelo y me tiré en la cama, hundiéndome y murmurando lo bien que se estaba en un verdadero colchón. Mi zorro se subió y me empezó a lamer la cara, avisándome de que tenía que poner todo en su sitio.

—Ay, Tomoe...—Le acaricié, incorporándome con pereza—Ya voy, ya voy.

Agarré desde el suelo la mochila y la subí, cuando noté una mano agarrándome los ojos por una milésima de segundo, escuchándose el ruido al caerse de mi bolsa.

No...No puede ser.

Con una inusual sensación, puse mi mano con dureza en mi katana, levantándome y quedándome de pie en el cuarto, observándolo todo. Miré a mi animalito de reojo, y estaba enseñando los dientes, con el bello erizado y a punto de saltar.

Fruncí en ceño y dirigí mi vista hacia adelante, nuevamente. Mis ojos empezaron a flojear y me dolían, provocando que me tuviese que agachar un poco.

—No lo vas a conseguir...—Murmuré con una sonrisa arrogante.

Gruñí y apreté el puño, renovándome y colocándome en la misma posición que antes. Fui abriendo los ojos con dificultad, ojeando la tan familiar sombra que había pasado en milésimas frente a mí. Asombrada, me giré rápido a mis espaldas; No había nada.

Desenvainé por la mitad mi espada tras la sensación que tenía detrás, rotando todo mi cuerpo lentamente para verlo. Para simplemente ver a un enmascarado que, hizo realmente que me tranquilizara.

Madara.

—Joder, Madara.—Suspiré, enfundando mi katana—No vuelvas a hacer eso jamás, pensaba que eras otra persona.—Dije, mirándolo impasible—¿Qué pretendías?

Él, en silencio, fue dando pasos hasta llegar a mí, bajando su cabeza por la diferencia de altura y sin omitir ningún ruido ni palabra.

Ante mi extrañeza, me alejé un poco, pero él fue más rápido y no me dejó, dando otro paso. Aún observándome, alargó sus dos manos a mis mejillas, poniéndome inquieta al instante por el tacto.

Estas manos...

—No es posible...—Murmuré incrédula—...Tú no eres Madara.

Hubo un breve silencio sepulcral, hasta que lo cesó con una risa seca y arrogante. Fue llevándose poco a poco sus manos a la máscara, deslizándola con gran parsimonia...Hasta que mi corazón dio un vuelco al ver su verdadero rostro.

Imposible...Obito...

Mi cuerpo se encogió por sí solo y me agaché, tapándome el rostro con mis manos sin querer creérmelo. Noté como él me imitó y se agazapó, quedándonos a la misma altura y descubriéndome con sosiego la cara.

Aproximó su rostro al mío y se dirigió hacia mis oídos con lentitud, tirando al suelo la máscara para dar paso a un pequeño y débil susurro.

—Nos volvemos a ver, Alice...

***** ***** ***** *****

...Y...Aquí el capítulo 34, espero que os guste.

Obito. La sombra era Uchiha Obito. ¿Alguien lo tenía en mente o lo sospechaba? Las pistas que iba dejando, ya sabéis; Que extrañamente no apareciera, que una sombra la acosara y la observara cuando él seguía sin aparecer cuando seguramente seguía vivo...

En todo caso, se ha visto el verdadero rostro de la sombra que seguía a Alice, a ver qué significado tiene o lo que eran esos sueños...¿Qué ocurrirá ahora que ella se ha encontrado con él? ¿Qué tiene en mente Obito? ¿Qué ocurre con todo?

Os pediré que comentéis, como ya sabéis que me halaga y me encanta que aportéis reviews a la novela para saber vuestras opiniones, y sobretodo con éste capítulo.

Ah, ¡Felicidades a bookssandcoffee, feliz cumpleaños!

Y sin más...

Hasta la próxima.




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