Gay Panic |Chaesoo| Editando.

Galing kay _DamaEscritora_

48.4K 5K 1.6K

El amor es un hito de desastre que te eleva y te suelta haciéndote golpear muy fuerte. Ya estaba cansada de s... Higit pa

PRÓLOGO
CAPÍTULO 1
CAPÍTULO 2
CAPÍTULO 3
CAPÍTULO 4
CAPÍTULO 5
CAPÍTULO 6
CAPÍTULO 7
CAPÍTULO 8
CAPÍTULO 9
CAPÍTULO 10
CAPÍTULO 11
CAPÍTULO 12
CAPÍTULO 13
CAPÍTULO 14
CAPÍTULO 15
CAPÍTULO 16
CAPÍTULO 17
CAPÍTULO 18
CAPÍTULO 19
CAPÍTULO 20
CAPÍTULO 21
CAPÍTULO 22
CAPÍTULO 23
CAPÍTULO 24
CAPÍTULO 25
CAPÍTULO 26
CAPÍTULO 27
CAPÍTULO 28
CAPÍTULO 29
CAPÍTULO 30
CAPÍTULO 31
CAPÍTULO 32
CAPÍTULO 33
CAPÍTULO 34
CAPÍTULO 35
CAPÍTULO 36
CAPÍTULO 37
CAPÍTULO 38
CAPÍTULO 39
CAPÍTULO 40
CAPÍTULO 41
CAPÍTULO 42
CAPÍTULO 43
CAPÍTULO 44
CAPÍTULO 45
CAPÍTULO 46
CAPÍTULO 47
CAPÍTULO 48
CAPÍTULO 49
CAPÍTULO 50
CAPÍTULO 51
CAPÍTULO 52
CAPÍTULO 53
CAPÍTULO 54
CAPÍTULO 55
CAPÍTULO 56
CAPÍTULO 57
CAPÍTULO 58
CAPÍTULO 59
CAPÍTULO 60
CAPÍTULO 61
CAPÍTULO 62
CAPÍTULO 63
CAPÍTULO 64
CAPÍTULO 65
CAPÍTULO 66
CAPÍTULO 67
CAPÍTULO 68
CAPÍTULO 69
CAPÍTULO 70
CAPÍTULO 71
CAPÍTULO 72
CAPÍTULO 73
CAPÍTULO 74
CAPÍTULO 75
CAPÍTULO 76
CAPÍTULO 77
CAPÍTULO 78
CAPÍTULO 79
CAPÍTULO 80
CAPÍTULO 81
CAPÍTULO 82
CAPÍTULO 83
CAPÍTULO 84
CAPÍTULO 85
CAPÍTULO 86
CAPÍTULO 87
CAPÍTULO 88
CAPÍTULO 90
CAPÍTULO 91
CAPÍTULO 92
CAPÍTULO 93
CAPÍTULO 94
CAPÍTULO 95
CAPÍTULO 96
CAPÍTULO 97
CAPÍTULO 98
CAPÍTULO 99
CAPITULO 100
CAPÍTULO 101
CAPÍTULO 102
CAPÍTULO 103
CAPÍTULO 104
CAPÍTULO 105
CAPÍTULO 106
CAPÍTULO 107
CAPÍTULO 108
CAPÍTULO 109
CAPÍTULO 110
CAPÍTULO 111
CAPÍTULO 112
CAPÍTULO 113
CAPÍTULO 114
CAPÍTULO 115
CAPÍTULO 116
CAPÍTULO 117
CAPÍTULO 118
CAPÍTULO 119
CAPÍTULO 120
EPÍLOGO
NOTA

CAPÍTULO 89

323 36 21
Galing kay _DamaEscritora_


La familia de Chaeyoung se quedaba con ella, y yo, mis amigas o mi familia, nos quedamos con Haneul. Nos rotabamos para cuidarlas a ambas. Ya habían pasado nueve días desde aquel día terrorífico. Mis heridas sanaban bien y sin complicaciones. No había tenido ninguna recaída. Me sentía mucho más fuerte; en ocasiones me ponía de pie, y daba algunos pasitos con ayuda de las muletas. Mi pequeña, seguía luchando, pero aún no salía de peligro, y Chaeyoung aún no había despertado porque sufrió una infección, la atendieron y tuvieron que dormirla de nuevo. Íbamos a pasar mucho tiempo en el hospital; recuperandonos, tiempo en el que nuestras amigas nos acompañarian al igual que nuestra familia. No me gustaba tener que hacerlos pasar por esta situación, pero todos estaban mucho más calmados y tranquilos haciéndolo, así que me sentí agradecida por tener tan buenas personas a nuestro lado.

─¡Ay, no! Estoy embarazada. N-No puede ser, no puede ser. ─palideció Nayeon leyendo los resultados.

Tuvo náuseas los últimos dos días, las chicas la animaron a qué se realizará un exámen,  Jeongyeon intervino y le realizaron una prueba de sangre rápidamente. Ahora mismo, su cuerpo se llenó de nervios y lucia tan blanca como una hoja.

─Eso pasa cuando se mantienen relaciones sexuales sin protección. Pareces una cría. ─afirmó Dahyun con sarcasmo y, soltamos una carcajada.

─¡No me digas! ─contestó Nayeon. ─Algo debe andar mal. Nos estamos cuidando. No puede ser... ésto es una pesadilla. ─tomo asiento en el sofá, totalmente ensimismada en el documento.

─Tienes casi tres meses, Nayeon. Debes empezar a cuidarte apropiadamente. Nada de saltarse las comidas. ─afirmó Jeongyeon. ─En algún momento los métodos anticonceptivos pueden fallar, esté es un ejemplo.

─¿Que voy a hacer? ─rompió en llanto. ─Ni siquiera sé sí Cristopher desea ser padre justo ahora. Ni siquiera vivimos juntos, ésto va a arruinar nuestra relación. Me va a dejar. Ahhh.

─No hables así. ─la consoló Tzuyu. ─Te estás adelantando. Todo lo contrario, tal vez ésta bella noticia formalice su relación. ─Nayeon negó entre lágrimas, me senté despacio en la cama y dije.

─Cris no es esa clase de hombre, Nayeon. Seguramente la noticia le sorprenda, sí, pero él no te va a abandonar, va a estar contento por ello, sobre todo sus padres. Es el único barón en la familia, y no tenían esperanzas de que sentará cabeza. No te preocupes, pensar de esa manera te hará daño, cálmate, lo mejor es que hables con él tranquilamente.

─Tengo mucho miedo por absolutamente todo. Me imaginaba ésto, pero no así. No de está manera. ─limpió sus lágrimas con sus manos temblorosas.

─Vas... a e-estar... b-bien, Nayeon. ─musito bajito, fue casi imperceptible. Me petrifique. Las chicas sonrieron al instante dirigiendo su mirada a mi lado. Giré mi rostro al acto y mi corazón pálpito como loco.

─¡Rosé!. ─gritaron a unísono, y ella sonrió levemente.

Mis ojos se llenaron de lágrimas y sus ojitos repitieron mi acción; como pudo levantó su mano derecha, y la llevo a mi mejilla, acariciándome con delicadeza. Me veía de una manera distinta; como si yo fuera irreal. No esperé, y escondí mi rostro en el hueco de su cuello. La abracé, y lloré con brío. Mi corazón punzo en mi pecho a causa de la felicidad. Me sentí extasiada. Completamente feliz y llena. Chaeng lloraba, y apretada mi bata con un poco de fuerza por la emoción. La anhelaba tanto, cada maldito segundo del día deseaba verla despierta y saludable.

─M-Mi amor. Estoy tan feliz de verte despierta. ─susurré en su oído. Me separé un poquito de ella, y repose mi frente en la suya. ─Te amo, mi princesa. Te amo con todo mi corazón. Te extrañe tanto.

─Oh y yo a ti, mi amor, te amo mucho más. ─dijo con voz ronca. ─Me preocupé tanto por ti, estabas muy mal. Te golpearon tantas veces, sufrí como no tienes idea al no poder ayudarte, mi cielo. ─muchas lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas. ─Tu pierna y tus manos sangraban, estabas colgando de una cadena muy alta. Yo no podía hablar contigo. No podía respirar bien, y mucho menos ayudarte. Ese hombre me llevó, y no pude tomar tu mano. No podía alcanzarte, yo-yo... ─tome sus mejillas con delicadeza. ─Pero viniste, viniste por nosotras. No nos dejaste nunca, volviste. Eres la mejor decisión de mi vida. Eres la persona más valiente del mundo. ─sonreí mientras ella frotaba mi mejilla. ─Lo siento mucho, cariño. ¿estás bien? ¿qué me pasó? ¿hace cuánto estamos aquí? Todo fue mi culpa, ese hombre iba tras de mí y. ─hablaba muy rápido. Ansiosa y muy alterada. Tan preocupada. Sonreí ladino al verla saludable y comunicándose. Se veía hermosa, extrañaba verla enérgica, ver sus mejillas hincharse, ver el brillo en sus ojos, sus labios rojos, todo.

─Shh. Shh, tranquila. Ya pasó, mi ángel. Estoy bien. ─acaricié su nariz con la mía. ─Ya estamos a salvó.

─Tuve mucho miedo de que algo le pasará a Haneul, el vientre me dolía mucho y... ─su mano izquierda fue a parar allí con afán, en busca de nuestra hija, y cuando no la sintió sus ojos se abrieron de par en par entre lágrimas. Levantó las sábanas con urgencia y. ─¡No! Nooooo. Mi bebé. Mi bebé. ─gritó desesperada frotando su abdomen. ─¿¡Dónde está!? Jisoo, la bebé. ¿Dónde? No. No. No. ─gritaba con fuerza y desesperó. Su voz salia ronca. Sus manos temblaban. ─¿¡Qué le pasó a mi bebé!? ¿Dónde está? Ella n-no... ella debe estar aquí. ¡Aquí! ¡Debe estar conmigo!. ─entendí su frustración. Golpeaba su abdomen en busca de una respuesta. Sus ojitos se tornaron muy rojos, su labio inferior temblaba. Hundió sus uñas con fuerza en su brazo izquierdo hasta que su piel se agrieto.
Ella no lo entendía. Estaba desesperada y Jeong se preocupó a causa del aumento en el sonido del monitor cardíaco, no esperó más y se acercó a inyectarle algo en el brazo. ─Jisoo. La bebé. Mi bebé. Mi bebé. No... mgh... ajh. ─lloraba desconsolada. Se clavaba las uñas con fuerza en la piel. No soporté su dolor. Tomé su mano evitando que siguiera lastimandose y la abracé. Se me rompía el corazón al verla así.

─Mi vida, tuvieron que hacerte una cesaría de emergencia. ─mencioné pausadamente, abrazándola con mucha fuerza, mientras ella intentaba zafarse.

─No, no, no, ¡no! eso no puede ser ¡Mi bebé!  ─comenzó a golpear el colchón desesperada.

─Haneul ya nació, mi amor. Aquel día que te encontré, ese día tuvieron que traerla al mundo muy rápido. ─aprete mi agarré en su cuerpo. Se me hizo un nudo en la garganta al verla tan descompuesta.

─E-Eso no... eso no puede ser, ella no estaba lista. ¡Ella no está lista! ─sollozó llena de dolor. ─¡Ella me necesitaba! ¡No, Jisoo!. Nooo.  ¡Debe estar aquí conmigo! ¡No está lista!

─Amor mío. ─la tomé por las mejillas. ─Ella está... Chaeng... respira. ─la vi hiperventilar negándose a oír mis palabras.

─Necesito verla. Ella me necesita. Necesita a su mamá. ─comenzó a intentar ponerse de pie cubierta de lágrimas. La abracé fuerte intentando detenerla. ─Déjame. ¡Déjame ir!Necesito saber que está bien. Necesito a mi bebé. Necesito verla. ¡Jisoo! ─se aferró muy fuerte a mi espalda, y gimoteo con brío. Su llanto era desgarrador. ─Me siento vacía sin ella, no puedooo, no puedooo.

Giré a ver a Jeongyeon, y ella negó, Chaeyoung estaba muy delicada. No podía darse el lujo de alterarse de esta manera. No aún. No tan reciente. No ahora que empezaba a recuperarse.

─Voy a hacer que te lleven, pero debes calmarte o tendré que aplicarte una dosis mayor del tranquilizante ¿de acuerdo?... Y luego dejaras que te atiendan, aún no sabemos en qué estado te encuentras. ─amenazó Jeongyeon, y ella asintió temblando.

Chaeyoung me abrazó muy fuerte y yo a ella. Le dije lo mucho que la amaba, y roce un poquito sus labios. Como la extrañé. Sin embargo, Chaeyoung parecía en otro mundo. Su mirada estaba ida. Luego de lo que dijo Jeong, ella tomó una postura estoica, lloraba desconsolada y no articulaba ninguna palabra y continuaba hundiendo sus uñas en su cuerpo, ahora lo hacía en sus piernas y se rehusaba a dejarme tocarla. El equipo médico se encargó de ponerla en una silla de ruedas, y nos fuimos una al lado de la otra hacia la unidad de cuidados intensivos. Me sentí muy triste y desahuciada; quería que ella se fijará en mí, que me abrazara y que me llenará de mimos, pero ahora mismo, no me quedaba nada más que entenderla, el vacío físico y emocional que le generó Haneul era mucho mayor que cualquier otra cosa. Chaeyoung tan sólo quería a su bebé, y se la arrebataron de un momento a otro y de la manera más cruel para una madre. Ella nunca supo en qué momento nuestra hija dejó de hacer parte de su cuerpo, le habían robado su mayor tesoro. Así que la comprendia, y sería muy paciente al respecto. Ella tenía el derecho de desahogarse.

─Mi bebé. Mi niña. Oh, Dios. ─se llevó una mano a la boca, mientras Alice la acercaba a la incubadora. ─No cariño. ¿Por qué tú? No mereces ésto. Tendrías que estar conmigo. Tendríamos que estar juntas ahora mismo. Oh, mi pequeñita, lo siento. ─su mano fue a parar a la cabecita de Haneul, acariciándola. ─Soy mamá, cariño. Te amo, te amo con toda mi alma. Haneul, soy mamá. Escúchame. Soy mamá. Ya estoy contigo. Quiero abrazarte, quisiera tenerte contra mi pecho ahora mismo en mis brazos. Quisiera ser yo quien te cuide y no está máquina. Necesitabas mucho de mí aún. Te extraño, mi amor, me haces mucha falta. Lo siento, debí ser más fuerte, mi vida. Lo siento. ─su rostro reposo contra el vidrio. Los señores Park comenzaron a llorar, y Alice tan solo frotaba su espalda intentando consolarla. ─Es tan injusto, tan injusto. Intenté cuidarte lo mejor que pude, mi amor, pero no bastó. Perdóname, lo siento mucho. Todo ésto es culpa mía, debí ser mejor para ti. ─jadeo. ─Por m-mirar tu rostro... y tus manos tocar. ─Chaeng comenzó a cantar entre lágrimas. ─Por poder abrazarte, por c-cargarte en mis brazos, tus mejillas besar, y tu vida celebrar. Aquí mis fuerzas s-siempre estarán, qué bueno es ser tu mamá. ─sollozó. ─¿Recuerdas cuando te cantaba esa canción, cariño? Te encantaba escucharme cantar... pateabas con emoción. Te voy a cuidar, te lo prometo. Eres tan pequeñita, y ya éstas siendo tan valiente. Aquí está mamá contigo, ya no estarás solita, mi cielo. Mamá te va a proteger.

Chaeyoung le dedicó muchas más palabras a Haneul, le lloró y consintió sus manitas por un par de horas. Por mí parte, tan solo me quedé viendo la escena en silencio y con un nudo en la garganta; claro que para Chaeng iba a ser muy difícil de sobrellevar. Que nuestra hija estuviera bien fue su único objetivo en el embarazo y sabía que ella se sentía fracasada y culpable por ver a la niña en ese estado; Haneul se convirtió en una bebé sietemesina, nació pesando tan solo mil novecientos gramos, le hizo faltaba desarrollarse y madurar en el vientre de su madre, todo complicaba su desarrollo, y su vida ya era un milagro. No podríamos cargarla hasta que al menos pesará cuatro libras, y cuando Go-eun le informó eso a Chaeyoung, ella comenzó a ahogarse en llanto; pues quería cargarla, llenarla de besos y tenerla en sus brazos el mayor tiempo posible; cosas normales que haría cualquier madre y que ella no podría hacer en mucho tiempo. Nuestra hija era su mayor anhelo, y tenerla ahí en frente y no poder hacer las pequeñas cosas que una madre haría; la frustraba mucho. Le dió ansiedad, y tuvieron que aplicarle otro tranquilizante; al pasar los minutos logró tranquilizarse, y continuó en la misma posición; mirando a Haneul fijamente, detallando cada parte de ella, casi no parpadeaba disfrutando su tiempo como madre oficialmente. Por mí lado, sonreí como una tonta enamorada viendo la escena; era mi hija y mi mujer, y ya podía decirlo con mucha seguridad. Eran mis dos amores, y mi más grande logro. No eran las mejores condiciones, pero estabamos vivas y, nos amabamos. Jennie tenía razón, ser madre te despierta un amor diferente, uno inigualable, uno infinito. Quieres cuidarlos por sobre todas las cosas, su dolor, es tú dolor. Deseaba con todas mis fuerzas que mi chiquita saliera adelante, y oírla llamarme mami en algún momento, ese era mi mayor deseo, y rogaba por él en silencio.

Tomó mi mano izquierda, y la entrelazo con la suya. Mi corazón dio un vuelco. Giró su rostro luego de horas ensimismada, y se fijó en mí, sonreí ampliamente al verla mirarme arrugando su naricita. ─Gracias. Gracias por hacerme madre, mi amor, ¿me das un beso? ─una lágrima se deslizó por mi mejilla izquierda. La tomé por sus mejillas con delicadeza, y me acerqué a su labios. Los tomé suave, y pausadamente, sin afán, con paciencia, y con anhelo. Sentir sus labios fue la epítome de mis últimos días. Luego de tanta intriga, y miedo por no volver a verla saludable, me sentí muy agradecida con la vida. ─Ya somos mamás. ─sonrió reposando su cabeza en mi hombro izquierdo. ─Estoy muy feliz, pero también estoy muy triste. No quiero verla sufriendo, me siento muy impotente al respecto. Es tan pequeñita y tan frágil. No me imagino por todo lo que tuviste que pasar sola, tan solo para que llegáramos aquí, mi amor. No nos abandonaste en ningún momento. Somos tú prioridad y, lo demuestras en las buenas y en las malas. Perdóname, por haber sido tan fría contigo antes, es solo... qué aún no concibo no tener a Haneul en mi vientre, me siento muy extraña al respecto. Tan vacía. Es como si me hubieran robado una parte de mí. ─volvió a entrelazar nuestras manos. ─Ustedes son mi vida. No quiero que estén mal en ningún momento. Me preocupe tanto por ti, Jichu. Cuándo me alejaron de ti sentí el mayor dolor en el corazón. No concibo está vida sin ti, y sin nuestra hija. Has sido muy valiente, siempre has sido muy fuerte, no dude un solo momento, sabía que ibas a salvarnos. Sabía que ibas a ir por mí. Me amas tanto como yo a ti, y precisamente ese amor, es el que me dio aliento para soportarlo todo. ─le dí un beso en la cabeza, y repose la mía ahí, mientas veíamos juntas a nuestra pequeña. ─Fue horrible el haberme imaginado una vida sin ti, él no volverte a ver me lleno de tristeza y agonía. Intenté luchar contra ese hombre pero fue inútil, no tenía la energía suficiente. Gracias al cielo, que hoy estamos sanas, y qué podemos estar con nuestra hija. Ella solo nos tiene a nosotras, nos necesita a las dos fuertes. ─comencé a acariciar su mejilla izquierda con mi mano libre. ─Nuestra pequeña se va a poner bien. Lo hará. Tengo mucha fé porqué después de todo es una Kim. ─eso fue tan lindo. Trague fuerte. ─¿Sabes, amor? Sin importar todo lo que pasó. Soy muy feliz.

─Yo también soy feliz desde que supe que tú y Haneul estaban fuera de peligro. No te imaginas por todo el sufrimiento que tuve que pasar pensando en que algo malo podría pasarles. Era como si me estuviera quemando, el desesperó, la ansiedad, la intranquilidad, eso y más fue lo que viví y no se lo deseó a nadie, quema el alma. Estoy muy agradecida con la vida, por tenerte sonriendo conmigo de nuevo. Hubiera muerto por ustedes de ser necesario. Hice cosas horribles pero no me arrepiento, porque lo haría de nuevo con tal de mantenerlas a salvo.

─No digas eso, mi amor. ─se incorporó y me tomo por las mejillas. ─No puedes dejarnos. Siempre debes estar con nosotras. Yo no te dejé, estoy contigo porque te amo. Te extrañe cada segundo, cada minuto. Te ví en mis sueños llamándome, y corrí hacia ti. Eres mi vida, mi amor. Te quiero, te adoro, te amo con todo mi corazón, Kim Jisoo. ─me relami los labios y ella repitió mi acción. ─Bésame, vida.

Un beso ferviente entre lágrimas. Llenó de amor y de complicidad, representando la felicidad de estar juntas de nuevo, y de haber salido victoriosas de esa situación tan funesta.

Chaeyoung le hizo demasiadas preguntas a Go-eun respecto a la salud de nuestra hija, y la última, respondió cada una de ellas con sinceridad, evidentemente a Chaeng le afectó mucho el saber que Haneul permanecía en un riesgo latente y debilitada, y cuando fue el momento en que debíamos regresar a nuestra habitación, rompio en llanto, pues no quería separarse de la bebé un instante. Se me apachurro el corazón al verla tan descompuesta e hice que instalarán una cámara para que pudiéramos ver a nuestra hija todo el tiempo que quisiéramos; así mi mujer la sentiría más cerca y la calmaria un poco. Claro que mi hija es lo más importante para mí, claro, pero el vínculo que tiene con Chaeyoung es más grande, pues ella la sintió profundamente por más de siete meses en su vientre. Su vínculo es especial y justamente ahora, que Haneul es una bebé prematura, necesita aún más el calor de Chaeng, necesita sentirla junto a ella para estar cómoda, necesita oír nuestra voz, somos sus madres, y ella lo siente y lo sabe.

Una vez en nuestra habitación, todos nuestros amigos y familiares nos hicieron compañía por un rato más, sin embargo, después de días díficiles les solicité que se fueran a descansar. Lo necesitaban, pues el aspecto de mi familia, la de Chaeng y de los demás; era desastrozo, lucían muy agotados y cansados, así que sí, contra su voluntad les solicitamos que se fueran a casa a descansar. Nosotras estábamos conscientes, y de ahora en adelante lo estaríamos aún más por nuestra pequeña, necesitabamos estar fuertes y lúcidas.

─¿Como te sientes, mi amor? ─pregunté mientras la veía abrir su celular nuevo, urgida por ver a Haneul. Me enterneció, y comencé a acariciar su brazo con delicadeza.

─Me duele todo, y siento que me ahogo por momentos, pero puedo con ello. Los medicamentos, y el respirador son de mucha ayuda. ─giró su rostro, y me acerqué a ella para abrazarla con delicadeza. ─Esto me gusta mucho. ─la abracé por la cintura, y le deje un besito en su hombro desnudo. ─Que compartamos cama y habitación mientras nos recuperamos... es tan lindo. Somos afortunadas. ─sonreí ladino. ─Adoro sentirte cerquita consintiendome y apachurrandome.

─Yo mucho más... ─hice una pausa mientras jugaba con el borde superior de su bata. ─Princesa, hay que casarnos. Hay que casarnos lo más pronto posible. ─demandé haciendo un puchero, y ella sonrió juguetona.

─Oye, oye, ¿por qué tanto afán? ─frotó mi mejilla izquierda. ─No me estoy oponiendo a la idea de ponerte una correa para siempre ni nada, y que seas solo mía me enorgullece. ─dijo con sorna, y negué riendo. ─¿Qué ocurre?

Ya soy solamente tuya.

─Son tantas cosas... pero, cuando surgió el momento en que yo tuviera que decidir algo, no pude hacerlo porqué no figuro como tú esposa, lo odie, me frustró mucho, y sentí miedo de que tal vez tus padres no estuvieran de acuerdo conmigo. Me sentí impotente al respecto, y no quiero eso. Es una formalidad, sí, pero quiero que lo hagamos. ─mis ojos se aguaron. ─Me dolió mucho y me hizo sentir inútil. Cuándo te estaban operando, incluso no podia hacer nada por mi pequeña... no sé si me entiendes, amor, pero fue devastador para mí. Todo lo fue. Toda esta mierda. ─me quebré y mis lágrimas aparecieron. ─Lo siento, no quiero que me veas así, pero no puedo aguantarlo más, me duele, creí que iba a perder la cabeza por todo. Gracias al permiso de tú familia es que puedo estar junto a ti mientas nos recuperamos. Sí ellos fueran otro tipo de personas, tal vez... tal vez, ni siquiera podría verte a ti o Haneul.

─Oh, mi amor. ─sus ojos se llenaron de mucho brillo, y varias lágrimas comenzaron a deslizarse por sus mejillas. ─Tuviste que pasar por mucho tu sola. ─comenzó a hacerme piojito. Pego su frente a la mía y continuó. ─Lo lamentó, mi vida. Claro que lo entiendo. Lo entiendo perfectamente. Verte así me rompe el corazón, verte llorar me duele mucho porque se qué cuando lo haces es porqué ya no puedes soportarlo más. Desahogate, mi cielo. Házlo, estoy para ti, bebé. ─me escondí en su cuello mientras ella me consentía, y me descargue, lloré desconsolada por absolutamente todo. Lloré de dolor, de impotencia, de felicidad, de tristeza, de frustración, lloré por todas las razones existentes. Chaeyoung comenzó a tararear una canción qué logró hacerme sentir en casa, logró tranquilizarme, y luego de un rato, logré calmarme al fin, gracias a ella. No puedo estar sin ella. La necesito, es mi paz. ─Llegaste a cambiarme la vida, has hecho demasiadas cosas por mí, que sí me pongo a contarlas jamás terminaria. Eres considerada y me respetas en absolutamente todos los aspectos, me das libertad, me das comprensión, me mimas, me haces feliz, todo contigo es especial... es como si viviera en un cuento de hadas a tú lado. Me diste una hija hermosa, me amas sin medida. Haces todo por mí, Jisoo. Eres la mejor compañera de vida. Todo es mágico a tú lado. Tú apoyo para mí es la muestra de amor más grande. Te amo con toda mi alma... ¿Ahora que escribiré en los votos? ─sonrió entre lágrimas y, mis lágrimas volvieron a aparecer. ─Tú y yo ya estamos casadas hace mucho tiempo... pero vamos a formalizarlo, porqué lo que sientes es completamente válido. Me hubiera sentido muy triste y molesta si hubiera estado en tú lugar en una situación así. Casemonos, estoy deseando con ansias ser la señora de Kim.

─Y yo quiero ser tú esposa oficialmente, Park Chaeyoung. ─rose su nariz con la mía.

─No esperemos más, casemonos mañana mismo. Firmemos esos documentos rápidamente, y cuando nuestra pequeña esté fuera de peligro y podamos irnos de aquí, tendremos la boda más linda del mundo. ¿te parece bien? ─ronroneó frotando su naricita con la mía y asentí sonriendo. ─Quiero una luna de miel, muy, muy larga...

─Te daré todo lo que tú me pidas, mi amor. Todo lo que quieras lo tendrás.

─Estoy loca por ti, amor. Te amo con locura. ─asentí, y tomo mis labios con apuró.






























Ipagpatuloy ang Pagbabasa

Magugustuhan mo rin

275K 23K 58
𝑷𝒂𝒓𝒌 𝑪𝒉𝒂𝒆𝒚𝒐𝒖𝒏𝒈 (𝑹𝒐𝒔é) 𝒄𝒐𝒎𝒊𝒆𝒏𝒛𝒂 𝒍𝒂 𝒔𝒆𝒄𝒖𝒏𝒅𝒂𝒓𝒊𝒂 𝒔𝒊𝒏𝒕𝒊𝒆𝒏𝒅𝒐 𝒍𝒂 𝒃𝒖𝒓𝒍𝒂 𝒅𝒆 𝒔𝒖𝒔 𝒂𝒎𝒊𝒈𝒐𝒔, 𝒆𝒏𝒕�...
6.4K 961 11
Park Chaeyoung comparte el mismo tren de lunes a viernes a la misma hora junto a Kim Jisoo. Chaeyoung está completamente enamorada de aquella chica p...
18.9K 1.9K 9
𝔼𝕤𝕥á 𝕙𝕚𝕤𝕥𝕠𝕣𝕚𝕒 ℕ𝕆 𝕖𝕤 𝕞í𝕒. 𝔼𝕤 𝕦𝕟𝕒 𝕒𝕕𝕒𝕡𝕥𝕒𝕔𝕚ó𝕟 𝕕𝕖 @𝕔𝕦𝕤𝕥𝕚𝕠𝕟𝕕𝕖𝕡𝕚𝕖𝕝. 𝕂𝕚𝕞 𝕁𝕚𝕤𝕠𝕠, 𝕙𝕖𝕥𝕖𝕣𝕠, 𝕤𝕖 𝕧𝕖...
9.6K 658 5
~~~ Jisoo y Rosé ni siquiera habían intentado solucionar todas las dificultades que se habían presentado en su relación cuando los problemas comenzar...