─Mi amor... ¿ya estás lista? ─pregunté tomando mi bolso mini Lady Dior color negro.
─Sí, cariño. ─dijo en voz alta desde el vestidor. ─¿Qué te parece? ─preguntó saliendo, caminando con lentitud, modelando para mí.
─Wooow. ─me acerqué a ella, tome su mano izquierda y le di una pequeña vuelta. ─Te ves... muy, muy hermosa, Chaeng. ─puse mi mano izquierda en su mejilla derecha. Usaba un vestido de Yves Saint Laurent color blanco con un encaje semitransparente en la parte superior, largo y un poco pomposo en la parte inferior. Tacones del mismo color, un anillo, una pulsera color dorado de tiffany & co y el colgante que le regale "J". Su cabello llevaba una onda delicada y reposaba del lado izquierdo de su cuello. Muy linda. ─Serás la más linda del evento. ─guiñé y me dio un piquito suave.
─La más linda aquí, eres tú. Que hermosa estás. Todo te queda perfecto. ─dijo y entrelazó nuestras manos, encaminandonos a nuestro destino. Mi vestido era un Dior corto color negro con un estampado de rosas, mi cabello iba suelto, clásico, muy característico en mí. Mis labios rojos relucían y Cartier se hizo presenté en todos mis accesorios. ─Es muy cómica la forma indirecta en que Dior y Cartier luchan por conseguirte... ─soltó una risita. ─Están al todo o nada, siempre enviándote detalles y flores. ─le abrí la puerta del copiloto. ─¿Pero quién no? Tratándose de ti, cualquiera haría de todo por tenerte como su visual... eres. ─la ayudé a subirse al auto.
─¿Soy? ─reí.
─Una obra de arte, amor. ─me dio un pequeño abrazo. Me separé de su agarré y rodeé el auto. ─Hace mucho que no te veo conducir, te ves muy sexy.
─Es tú día de suerte porque los chicos están de vacaciones. ─sonreí ladino y me acerqué a abrocharle el cinturón. ─Te daré una vista espectacular entonces, porqué quiero que al finalizar los eventos que tenemos pendientes nos vayamos de viaje y apreciemos todos los paisajes de Corea y sus alrededores.
─¿Es enserio, amor? ─chilló.
─Así es. ─me puse el cinturón. ─Iremos despacio y con cuidado, siempre cuidandote. Haremos cosas casuales, normales, y muy, muy románticas. ─tome su mano izquierda y le deje un besito ahí.
─¿Contigo siempre será todó así de lindo y perfecto? ─preguntó sonriendo.
─Seee. ─asentí poniendo en marcha el auto. ─Es el resultado de todo lo que me provocas, mi pequeña ardilla.
─Me encanta que seas tan romántica... que coqueta estás siendo justo ahora. ─se mordió el labio inferior. ─Pero me controlo porque tenemos una cita pendiente. ─tomo una bocanada de aire haciendo un gesto triste, solté una carcajada y puse en marcha el auto. Nuestras manos iban entrelazadas y se separaban tan solo unos instantes cada que tenía que cambiar de velocidad. La tarde era perfecta, el paisaje era muy lindo y los rayos del sol pegaban en su rostro de forma divina. Su voz llenaba mis oídos mientras cantabamos Whistle de Flo Rida, adoro a Chaeyoung. ─Cariño... ─reduje la velocidad, el semáforo comenzaba a cambiar de color. ─¿Jihyo te ha contado algún otro detalle? Chewy no ha mencionado una palabra de lo que está ocurriendo en la empresa. Está evitando el tema.
─Ya... es que Tzuyu no suele dejarse ver muy expuesta en esos temas, amor. Es parte de ella. ─me puse en marcha de nuevo. ─Intenta llevar las cosas a su ritmo, pero está mucho mejor. La denuncia está puesta y las chicas le están ayudando con las futuras remodelaciones... se detuvieron ahora porqué decidimos que lo mejor es que Tzuyu se despeje, y todos los demás también, no debemos correr, hay que tomarse un descanso y el próximo año regresar con mucha más energía.
─Pobrecita, no quiero que la pase mal. ─acarició mi mano con su pulgar. ─Se animará mucho cuando nos presentemos, ya verás.
─S-Sí... esperemos que así sea. ─suspiré y continúe. Aún me sentía nerviosa sobre eso, a pesar de que faltaba algo de tiempo para que cantaramos. ─¿Sabes sí Suzy ya llegó? No me comentó nada al respecto está mañana.
─Ehh... ah, si, ella tenía que ver a un nuevo director creativo antes. No sé mucho más. ¿Vamos tarde?
─Llevamos tiempo... amor, lo más probable es que tengamos que ir a París a mediados de febrero... ─la oí suspirar. ─Quiero que vengas conmigo, pero eso dependerá de cómo te encuentres en ese momento.
─Mmm... ─toqueteo su vestido incómoda.
─Sé que no es de tu agrado que te hable de París... hablemoslo luego, ¿sí? ─le incomodaba el tema y lo entiendo.
Tenía pendiente el último evento de Christian Dior del año, está vez aquí en Corea, una hazaña llevada acabo por Suzy, evidentemente, yo era una de las personas más esperadas de la noche y la expectativa era mayor; ya que Chaeyoung venía conmigo y nos presentabamos como una pareja nuevamente; luego del escándalo de la separación y las habladurías en su nombre. No buscaba demostrarle nada a nadie, pero tampoco quería privarme de presentarme con ella en ninguna instancia. El equipo de seguridad hizo presencia en cuanto bajamos del auto. Los fans, la prensa y mil personas comenzaron a corear mi nombre, gritaban muy fuerte e intenté saludarlos mientras caminaba y posaba con mi pareja por la alfombra roja. No deje que me fotografiaran sola en ningún momento, todo el tiempo impuse que Chaeng me acompañará. Reí bajo cuando oí decir "Miss Korea", fue un poco cómico, pero me enorgullecio que se sintieran tan representados conmigo. Chaeng se sentía mucho más cohibida y nerviosa por los flashes de las cámaras ahora que estaba en embarazo, pero mi mano siempre sostenía la suya en todo momento, trasmitiéndole seguridad y haciéndole saber que estaba ahí, y que no me iba a ir a ningún sitio. Pareció calmarse, pero aún así se escondía un poco detrás de mí. El camino hacia la entrada lo viví en cámara lenta, tan solo me concentraba en ella, todo lo demás era ruido y excentricidad, todas las luces iluminando su rostro, haciendo relucir divinamente sus lindas mejillas y sus hermosos atributos, por un lado mi corazón estaba rebosante, gritando de amor y por el otro, mi mente contenta, guardaba cada pequeño detalle de ella. Tan bella mi mujer.
En cuanto entramos me abordaron varios representantes de la marca, modelos, artistas, cantantes y demás influencias de la casa de modas, fue un poco agobiante por la cantidad de solicitudes que requerían, sin embargo, hice mi mejor trabajo; pose, sonreí y converse animadamente, mientras Chaeyoung y Hyeri permanecían lado a lado en mi espera, ya que Suzy se estaría presentando. Regresé junto a mí chica y su amiga, conversamos un momento y el desfile comenzó.
Dior es increíble; elegancia por doquier y alcurnia, tan estilizado y hermoso. Tiene todo lo que me gusta, reí, justamente con ellos tuve mi primera boda, porqué estoy casada con Christian Dior en cierta medida. Me encanta, y aprecio mucho a todo el equipo de trabajo; siempre me llenan de atenciones, me procuran y me cuidan, trabajar con ellos fue de las mejores decisiones de mi vida.
Suzy pasó modelando un vestido blanco muy bonito, ceñido a su cuerpo en su cadera y un poco suelto en la parte de abajo, junto a un bolso Dior color dorado. Aplaudimos fuertemente cuando finalizó su recorrido y reí disimuladamente cuando guiño un ojo en nuestra dirección. Como siempre Mathilde Favier, la manager que Dior me asignó, se encontraba a mi lado asegurándose de que todo marchará bien y procurando que me sintiera cómoda. Que increíble desfile.
─Jisoo, ¿Te gustaría una copa de champagne? ─preguntó Mathilde. Ya había acabado el desfile y nos encontrábamos en la fiesta pos evento.
─Te lo agradezco, pero no. Estoy conduciendo.
─Oh, pero eso no es problema, te asignare a alguien para que te lleve, así podrás divertirte más cómodamente. ─insistió con amabilidad.
─Gracias, en verdad, pero prefiero hacerlo yo misma. Puedo tomar algo, siempre y cuando no traiga alcohol. ─contesté dirigiendo mi mirada a Chaeng.
─Muy bien, lo que tú digas. Volveré en seguida. ─se retiró y aproveché para dirigirme al grupo de nuevo.
─¿Como me ví ahí arriba? ─preguntó Suzy haciendo presencia. Aún con el vestido modelo puesto.
─Espectacular... te ves muy linda está noche. ─esa fue Chaeng.
─Sí digo que te ves muy, muy hermosa... ¿Me darás uno de esos? ─dijo Hyeri y Suzy se cruzó de brazos lanzandole una mirada de reproche.
─Te veías deslumbrante, Suzy. Enhorabuena. ─dije con sinceridad y sentí la mirada pesada de las demás.
─Oh... gracias, Jisoo. ─se recargó en mi hombro izquierdo, y se acercó muy sonriente a mi rostro. ─Por más que me alavés esta vez, ya no consideraré hacer otra sesión de fotos candentes juntas. ─se mordió una uña con picardía, palidecí e inmediatamente clave mi mirada en Chaeng, quien se veía muy sería. ─Tú hora ya pasó... que triste Kim. ─soltó una risita.
─Querrás decir la tuya. ─completó Hyeri burlándose y reí nerviosa. ─Tonta.
─Ya... ya, Park. No me mires así. ─se justificó Suzy tomando asiento a su lado. ─Estoy molestando... un poquito nada más. ─paso su brazo izquierdo por el cuello de mi pareja, y Chaeng relajo su postura sería.
─Lady Jisoo. ─se presentó un mesero haciendo una reverencia. ─Le envían estás bebidas, a usted y su pareja. ─estrecho la bandeja a la vez que bajaba la cabeza. Tuve la intención de tomar las copas, pero en eso apareció Mathilde de nuevo.
─Jisoo. Fui personalmente por algo de tomar para ti y Rosé. Es una bebida muy fina, tiene varios matices de sabores, les va a encantar, y no trae alcohol como lo pediste... lo mejor para ti. ─en cuando el hombre escuchó lo mencionado, se dió la vuelta y se marchó al momento. ─¿Alguien más te envío algo? ─frunció el ceño.
─Yo... bueno, supongo, pero por suerte llegaste tú a tiempo, hubiera tenido que rechazarlo de todas formas. ─tome ambas copas y le entregué una a Chaeng, sonriendo levemente, intentando suavisar la "bromita" de Suzy.
─Así es, pudo haber tenido alcohol, y no queremos eso cuando hay lindos bebés en camino. ─Mathilde le sonrió a Chaeng y ella correspondió. Que comentario tan apropiado. ─Me voy a retirar un pequeño momento, debo atender a unas personas. No olvides despedirte. ─me dio un beso en la mejilla.
─Por supuesto que no. ─sonreí. Se dio la vuelta contenta, y tome asiento al lado izquierdo de mi pareja. ─Amor... ¿estás bien? ─acomodé algunos mechones de su cabello. ─No le pongas mucha atención a Suzy. ─susurré y recargo su cabeza en mi hombro derecho.
─Ella es así, sé qué no está intentando nada contigo... ya dejamos eso claro. ─jugo con los dedos de mi mano derecha. ─Es solo qué... no sé, me siento un poco... abrumada, no lo sé. ─susurró y posteriormente dejó escapar un suspiró.
─¿Por qué dices eso, cariño? ─inquirí en el mismo tono entrelazando nuestras manos a la vez que apoyaba mi cabeza en la suya. ─¿Es por el embarazo? ¿Hay algo mal? ¿Te sientes incómoda?
─No... no es eso, soy muy feliz por el proceso y ser madre es uno de mis más grandes sueños. ─acarició mi mano con su pulgar libre. ─Hay tantas mujeres hermosas aquí esta noche, las admiro y las apoyo mucho por su labor, es solo... una duda tonta. ─se incorporó. ─Un momento de inseguridad, por no ser lo suficiente buena, tal vez. ─hizo un mohín.
─Te entiendo... ─sonreí ampliamente y ella me miró confundida. ─Yo también tengo esos pequeños momentos de inseguridad, cariño.
─¿Es eso así?
─Así es. ─asentí. ─Es normal sentirlos, mucho más cuando hay mucho talento y potencial a tu alrededor como está noche. Pero, ¿sabés? Todas estas mujeres y hombres, son un ejemplo de superación, han trabajo mucho para estar aquí... así como tú y yo. ─tomé su mano. ─Han pasado por mucho para tener esté tipos de oportunidades... y sobre todo tú, amor. Debes sentirte orgullosa de tus logros y de tus luchas personales. Eres hermosa por dentro y por fuera... brillas en cada momento. A mis ojos, lo eres todo. Siempre que estemos juntas, apoyándonos como ahora, podremos dejar esas pequeñas dudas atrás, ¿no creés?. Recuerda el significado de la confianza, no sólo como pareja, sino en uno mismo.
─Solo tú me haces sentir completamente hermosa. ─puso su mano en mi mejilla izquierda. ─Amor, gracias por no minimizar mis sentimientos y mucho menos mis pensamientos. Eres mi lugar seguro. ─se aferro a mi cintura y la abracé con mi brazo derecho. ─Tu voz me consuela, tú cuerpo siempre me abraza y tu olor me relaja. Eres el lugar al que siempre quiero volver. ─le di un beso en la cabeza. ─Me siento más tranquila, por un momento creí que me iba a dar un ataque de ansiedad... pero eres mi paz siempre.
─En los momentos difíciles, en los momentos buenos...
─En la salud, en la enfermedad. ─complementó.
─Eso, mi amor. ─dije animada. ─Así será. ─le di un piquito y sonrió.
─¿Cuando es la cena en casa de la madre de tu amiga, Rosie? ─preguntó Suzy y salimos de nuestra burbuja personal.
─Oh... en dos semanas. ─respondió girando su rostro.
─¿Creés que haya algún problema con que venga mi familia? ─hizo una pausa.─Quiero estar aquí, pero esas fechas son muy familiares, ya sabes cómo es mi madre.
─Claro que no, la pregunta sobra. Puedes venir con quien quieras. Será mucho mejor que ellos también vengan. Puedes presentarlos... me gustaría volver a ver a tu madre y saludarla. ─respondió Chaeng.
─Tomaré eso como un sí... también le diré a mi familia. No hemos pasado las fiestas en Corea hace mucho tiempo. ─completó Hyeri.
─No creó que vaya a ser una simple cena después de todo. ─dijo Suzy entre risas. Confirmó eso. No quiero perdermelo por nada.
─Va a terminar siendo una fiesta. ─afirmó Hyeri.
─Ya lo creó, después de todo tenemos a Lia y a Yuna. ─reí. ─Además, vendrán todos sus primos que son muy, muy animados.
─Creó que vamos a terminar muy ebrias ¿no? Rosie. ─Suzy codeo a Chaeng.
─¡Claro!. ─señalo su vientre y solté una carcajada junto a Hyeri. ─Y solo hubiese podido beber una copa nada más, sabes que no puedo con el alcohol.
─Jajaja, estoy de broma. ─se justificó Suzy y Chaeng rodó los ojos, pero luego todas reímos cómplices.
No permanecimos mucho tiempo más en el evento. Sobre las nueve de la noche ya ví a Chaeyoung lo suficientemente cansada físicamente como para permanecer más tiempo ahí sin incomodidad, por lo que me dispuse a buscar a Mathilde y a los demás representantes con el fin de despedirme. Les agradecí por todo y efectivamente me confirmaron que debía asistir a París a finales de enero o a mediados de febrero para la presentación de una nueva colección y una sesión de fotos. Les solicité que reconsideraran que fuese para enero, porque en febrero podría ser el nacimiento de mi hija y eso no lo iba a negociar con absolutamente nadie, por más dinero que representará. Suzy estuvo increíble y el vestido que uso, tuvo mucha salida al igual que el que yo estaba usando. Las chicas decidieron irse con nosotras a casa y evitarse más cansancio innecesario en alguna otra fiesta, pues ya habían tenido suficiente los últimos días, por lo que quisieron venir con nosotras en el auto. El equipo de seguridad se puso en frente en otro auto, avanzaron unos cuantos metros y luego pisé el acelerador con el objetivo de seguirlos, automáticamente el otro auto de seguridad nos siguió de la misma manera.
Ya era lo suficientemente tarde pues no se veían muchos autos o personas en la calle, me culpe internamente por no haberme retirado antes, pues no quería que Chaeyoung se sobreesforzara demasiado, sin embargo, cada que la veía, lucia sonriente y cómoda a mi lado, animada y contenta uniéndose a la conversación de sus amigas. Sonreí al instante al verla tan feliz, sin embargo, el hermoso momento que estábamos pasando en una sencilla instancia en el auto, se amenizó aún más cuando se reprodujo Locked Away de R. City y Adam Levine. Las chicas gritaron al instante, solté una carcajada y subí el volumen. Comenzaron a cantar a la par y a ondear las manos de un lado a otro, tanta era la euforia que creí que el auto se estaba moviendo. En un movimiento veloz, Suzy se acercó a la consola e hizo sonar la canción de nuevo; desde el inicio, y la bulla aumentó, tan solo nos faltaban las luces de neón para que el ambiente fuese igual que al de una limusina party.
─Si me encerrasen y lo perdiéramos todo hoy. Dime sinceramente, ¿todavía me querrías igual? ─gritó Suzy sentido elevando los brazos. En un destello la ví hacerlo por el espejo retrovisor.
─Si te mostrase mis defectos, si no pudiese ser fuerte, dime sinceramente, ¿todavía me querrías igual? ─completo Hyeri cantando como si su teléfono fuese un micrófono.
─Ahora mismo, si un juez me condenase a cadena perpetua, ¿permanecerías a mi lado?, ¿o me dirías adiós?, ¿puedes decírmelo ahora mismo? ─chillaron a coro, inclusive Chaeyoung se unió a la griteria y negué riendo. ─Si no pudiese comprarte todos los caprichos, chica, ¿estaría bien? ─tomaron aire. ─Ven y muéstrame que estás dispuesta. ─solté otra carcajada. Desconocía esta faceta en todas ellas y me encantó. Yo seguía en mi burbuja, muy concentrada en el camino, entonces Chaeyoung se acercó un poco más a mi cuerpo, tomo mi mano derecha, y le dió un pequeño beso, sin girar mi rostro acaricié su mejilla izquierda, y al finalizar ella se llevó mi mano a su pecho y afirmó.
─Ahora, dime, ¿de verdad que irías por mí?Cariño, dime, ¿morirías por mí?, ¿gastarías tu vida conmigo? ¿estarías siempre allí para abrazarme con fuerza? ─se me apachurro el corazón, me detuve en un semáforo en rojo y complemente viéndola a los ojos.
─Dime, ¿de verdad que llorarías por mí? ¿de verdad que llorarías por mí? Cariño, no me mientas. Si no tuviese nada. Quiero saberlo, ¿te quedarías? ─volví a acariciar su mejilla. ─Todo lo que quiero es a alguien real con quién no necesite mucho, una chica en la que sepa que puedo confiar, que esté aquí cuando el dinero disminuya. Si no tengo nada más que amor para dar, ¿sería eso suficiente? ─recostó su rostro sobre mi mano a la vez que asentía, sus ojos brillaron cual diamante y me acerqué más a ella en busca de sus labios. Definitivamente la amo con locura. Fue un beso cortó y volví a ponerme en marcha.
─Te amo mucho, mucho, mi amor. ─dijo consientiendo mi mano, la cual reposaba sobre la manija de cambió.
En un instante y a mucha velocidad, un camión enorme paso a toda velocidad arroyando al auto de adelante. Pisé fuerte el freno, asegurándome de detenerme justo unos centímetros antes. Mi cuerpo tembló al instante, unos minutos más y hubiésemos podido ser nosotras. El auto de mis guardias rodó varios metros y al instante comenzó a emanar fuego. Aún quedaba el equipo de seguridad de atrás, pero algo más estaba sucediendo porque aún no se acercaban. Todo fue tan rápido.
─Ahhhh. ─gritaron las chicas desde atrás y sentí el enorme choque.
─Amor... ¿está.
En cámara lenta me apresuré a ver a Chaeyoung. Lucia pálida y sus manos se aferraban con fuerza a los extremos. No pude hacer mucho más, pues de repente otro auto nos chocó nuevamente por la parte de atrás muy fuerte, nuestro auto giró incontrolable a causa del golpe; pude ver en un instante como la ventanilla del lado de Suzy se fracturaba. Todas las chicas gritaban. Mi corazón comenzó a latir rápido al pensar que algo muy malo estaba a punto de pasarle a Chaeyoung, como pude y con todas mis fuerzas intenté controlar el auto lo mejor que podía, la velocidad a la que íbamos era enorme, sentí mucho pánico, no por mí, sino por las demás, sobre todo por Chaeyoung, le rogaba a Dios, que me permitiera determe de la mejor manera posible. Chocar con algo era inevitable para detener el auto, mis intentos por frenar estaban siendo inútiles, me resigné y lo ubique de tal manera en que golpeara de mi lado, en el último instante antes de que chocaramos contra un poste, mi mano libre fue a parar al rostro de Chaeyoung intentando protegerla, acto seguido, sentí un fuerte estrujon y todo se volvió muy oscuro para mí. Mis ojos se cerraron con una sensación de dolor desgarradora recorriendo todo mi cuerpo. El temor porqué algo grave le ocurriera a Chaeng, fue el último pensamiento que cruzó por mi mente.