─Me gustaría ponerte en contexto, respecto a algunas cosas que competen actualmente a Sprüngli. ─mencionó Tzuyu mientras arrullaba a Jaesang. ─Partiendo de lo anterior, la empresa sigue siendo legalmente de mi tía, sí, pero ella ya no tiene el 100 porciento de las acciones a causa de los robos que hizo Jungkook y mi querida prima. Se que hiciste una inversión considerable y que confías en mí, pero es necesario que hagas presencia y te informes de lo que está ocurriendo, porque, al fin y al cabo, es tu dinero... ─soltó una risita y continuo. ─Sabes que estoy muy agradecida contigo por eso, si no hubiera sido por ti, todos los años de esfuerzo de mi tía IU, se hubieran perdido completamente. ─suspiro.
─Se que tienes razón, pero quería evitarlo, no creo que tu familia tome muy bien mi posición actual.
─Eso no importa, lo único relevante aquí, es ayudar a mi tía... que conozcas a los socios y que determines si hay algo que consideres que está fuera de lugar... personalmente, hay varias cosas que me gustarían cambiar, pero antes, deben pasar por ti, evidentemente. ─dijo sonriendo. ─Mi tía está muy emocionada por volver a verte.
─Dalo por hecho, creo que será conveniente que rapte a Ryujin de las garras de Alice. Voy a necesitar de su ayuda de nuevo. ─dije riendo.
─Aquí también puedes encontrar una buena secretaria. ─negó riendo.
─Pero nadie tan efectiva como ella... soy olvidadiza en algunas cosas.
─Ya dejen de hablar de trabajo. ─menciono Jihyo rodando los ojos. ─Ven con mami, mi pequeño, te daré de comer. ─solicito y Tzuyu le entrego al pequeño Jaesang.
Ya habían pasado 13 días desde que mi mejor amiga había abandonado el hospital, por suerte, no presentó ninguna complicación y le dieron salida rápidamente. Sus padres y la madre de Tzuyu las visitaban constantemente, para estar al pendiente de su primer nieto. Por mi lado, me la pasaba junto a ellas, prácticamente todo el día; acompañando a Jihyo en lo que Chewy trabajaba, próximamente tendría que volver a la empresa, y yo junto a ella.
─Ponlo un poco más de ladito y baja un poco más tu mano. ─dijo mi madre. ─Eso es, así podrá mamar adecuadamente.
─Gracias Irene, suelo olvidar algunas cosas. ─contesto Jihyo.
─Haz hecho lo básico de manera correcta, lo más importante, es que lo carguen adecuadamente o lo lastimaran. ─complemento mamá.
─También es importante que le pongan bien los pañales. ─menciono viendo a Tzuyu con una mirada acusadora.
─Mi amor... me estoy esforzando. ─se quejó Chewy e inmediatamente solté una carcajada.
─Hija, debemos irnos a casa... ahora. ─menciono mamá viendo su celular.
─¿Por qué? ¿Paso algo malo?
─N-No... Mmm, acompáñame, necesito tu ayuda con algo. ─se puso de pie a la vez que tomaba mi mano jalándome un poco.
─Ahhh. ─suspire. ─Quiero quedarme un poco más con el pequeño.
─Jichu, vete ahora mismo. ─regaño Jihyo. ─No seas terca.
¿Qué? ¿Por qué actúa así de repente?
─Pero...
─Sin peros, te visitaremos pronto... todos juntos. ─dijo Tzuyu sonriente. ─Suerte. ─le dijo a mi madre.
No entendía que estaba pasando o si había hecho algo malo; pues prácticamente me echaron de su casa y mamá estaba muy nerviosa, su cuerpo temblaba y no quiso verme a la cara en todo el trayecto a casa. Comenzaba a asustarme, tal vez, Lili o Leo se habían puesto mal y ella no pudo asimilarlo correctamente. Me llene de ansiedad a causa de la expectativa; mi madre lucia como una persona inerte y su respiración era muy errática. Una vez entramos a casa, su semblante cambio, sin mencionar, que mi hermana y Lisa, estaban sentadas en la sala a nuestra espera viéndose cómplices; no me miraban, nadie decía nada y el silencio era totalmente desesperante.
─Mamá... ¿Qué tienes? ─tome su mano. ─¿Qué ocurre? Estas muy nerviosa... tranquilízate. ─puse una mano en su mejilla. ─Cuéntame...
─Hija... yo... ─hizo una pausa. ─Q-Quiero que sepas que todo lo que he hecho, ha sido pensando siempre en ti, y en tu felicidad. ─mi corazón comenzó a latir muy rápido cuando mi madre empezó a llorar y me asuste de más, cuando a los pocos segundos, se unió Jennie rompiendo en llanto, sin mencionar, que Lisa me miraba con aflicción.
Tanta zozobra.
─M-Mamá ¿Por qué lloras? ¿Qué pasa Jen? ─hice una pausa. ─¿Lisa? ─pregunté con desespero. Comenzaba a enojarme su actitud, su estado de shock no me decía absolutamente nada, de pronto, un ladrido termino con el silencio, y vi al pequeño cachorro blanco corriendo, acercándose a mí. ─¿Hank? ─ladraba con emoción mientras saltaba a mis piernas moviendo la colita animadamente. Esto solo significaba una cosa y sentí mucho miedo. Mi cuerpo se llenó de temblores inmediatamente me agaché a tomar la pequeña placa del cachorro, para cerciorarme de que no me estuviera equivocando; "Roseanne Park", leí el grabado y su nombre retumbo en mi mente incansablemente; dejándome petrificada. ¿Ella está aquí? ¿Por qué? No podía mover un musculo y entre en estado de shock, mi mirada se enfocó en Hank y mi mente se perdió.
─Hija. ─toco mi hombro con delicadeza. ─Por favor, ve a tu habitación.
Sus palabras confirmaron mi miedo más grande... todos esos sentimientos a los que les había puesto llave, golpeaban fuerte contra la puerta del sótano intentando liberarse. Iba a verla y no sabía cómo actuar o si quiera que decir. Por inercia me dirigí a hacer lo que mi madre pidió; mis piernas temblaban a medida que subía un escalón de las escaleras, no sentía mis manos a causa de los nervios; seguramente se encontraban más frías que un tempano de hielo. Mi cuerpo se estremeció, y una punzada en mi pecho me acelero el corazón cuando vi la puerta de mi habitación. Tome una gran bocanada de aire, intentando tranquilizarme, me acomode el cabello, y luego le di una palmadita a mi ropa deshaciendo cualquier imperfección. ¿Por qué estoy haciendo eso? ¿Estoy buscando impresionarla? Negue con la cabeza y tome el pomo de la puerta con valentía; necesitaba respuestas. Abrí la puerta, y estuve a punto de caer desmayada en cuanto vi su melena rubia cayendo por sus hombros a la vez que cubría su espalda; me quedé muda detallando esos mechones lizos color dorado, mientras reposaba sentada en el borde de mi cama. Cerré la puerta y la escuché suspirar, luego, se dio la vuelta despacio y una luz muy brillante cubrió su figura, haciéndola lucir cual ángel; dejándome estática. La mire, me miró y el mundo dejo de girar; sus ojos brillaron y una sonrisa se plasmó en su rostro en cuanto me vio, mientras tanto yo, me tome mi tiempo detallando cada lunar, cada gesto, el color de sus labios y sus mejillas rosaditas; las cuales habían vuelto a tomar la misma forma de antes, excepto que ahora, estaban más llenitas que como las recordaba. Aún llevaba puesto el colgante que le había regalado y se me hizo un nudo en la garganta, pero entonces, mi mirada se enfocó en su prominente vientre y el fuego que me consumía se esfumo inmediatamente, dejándome en una plena oscuridad.
─Jisoo... H-Hola. ─saludo con timidez.
─Chaeyoung... ¿Qué haces aquí? ─pregunté cortarte y su labio inferior comenzó a temblar. No respondía y mi paciencia comenzaba a ser inexistente. Todo este embrollo con mi familia me tenía muy fuera de lugar y altamente confundida. ─No estoy entendiendo nada. ¿Qué haces aquí? ¿Y porque mi madre está actuando de esa manera? ─pregunté y ella bajo la mirada poniendo una mano sobre su vientre. ─Habla de una vez.
─J-Jisoo y-yo... vine a hablar c-contigo, es importante. ─dijo tartamudeando.
─No sé de qué podríamos hablar tú y yo... ─dije mientras tomaba asiento frente a ella. ─Lo único que quiero que me expliques, es la razón por la cual mi madre esta así de nerviosa, esto tiene que ver contigo directamente y nadie ahí abajo ha mencionado una sola palabra. ¿En qué estás involucrada? Dime, Chaeyoung.
─Estamos... ─completo levantando la mirada y fruncí el entrecejo confundida. ─Lo que menos quise es volver a molestarte, Jisoo... aunque te siga amando. ─me lleve las manos al cabello y baje la mirada. ¡Dios! otra vez con esto, causándome el dolor de volver a recordarlo todo. ─Las cosas cambiaron y no puedo negar lo que dicta mi corazón, ni mucho menos la realidad. Al principio, dude mucho cuando me dijeron que estaba embarazada, porque, aunque te cueste creerlo, jamás paso lo que crees que paso... con él. ─explicaba con la voz entrecortada. Lo último me quemo el pecho de enojo y le di un golpe a la mesa, quebrando el jarrón y alguna que otra decoración. No levante la mirada, pero si pude ver como repiqueteaba el suelo con su pie derecho a causa de los nervios. ─No comprendía que estaba ocurriendo, pero, después recordé lo irresponsables que fuimos al no ir a la clínica luego de la pequeña hemorragia que tuve. ─reí negando, esto estaba siendo muy irreal. ─Los días y las semanas de gestación que tengo ahora, corresponden a días después de que empezáramos el tratamiento. ─dijo emocionada, su voz cambio y supe que había comenzado a llorar.
Eso...
─¿Qué estás diciendo? ─pregunté levantando la mirada, seguramente, mis ojos se encontraban ya aguados. Chaeyoung rebusco algo en su bolso con mucho afán y luego saco un sobre color azul. Sonrió ampliamente y me lo entrego temblando; el pequeño trozo de papel tirito en el transcurso en que llegaba a mi mano, a causa de sus nervios.
─S-Son los resultados de ADN. ─tartamudeo y sentí ansiedad en cuento abría el sobre. Mis ojos siguieron a alta velocidad cada una de las palabras del documento; Estudio de Maternidad – "Se ha concluido el análisis de las muestras mencionadas abajo y basado en la evidencia científica, se concluye que KIM JISOO es la madre biológica del feto, con una probabilidad biológica entre ambos del 99.99%, arrojando un resultado positivo para las solicitantes." ─Serás... mamá, Jisoo. ─me deslicé del sillón y caí al suelo apoyándome en mis manos. No me sentía consiente de lo que había acabado de leer, mucho menos de lo que había dicho Chaeyoung; así que permanecí en silencio soportando el fuerte nudo que dolía en mi garganta, conteniendo las lágrimas y las ganas de gritar, tan desbordantes.
─¿¡Esto es alguna especie de broma!? ¡Esta es tu venganza junto con ese idiota! ¡Me estas mintiendo! ─me puse de pie y pregunté con enojo. ─¿¡Buscas destruirme más!?
─¡Por supuesto que no! ─se aproximó a mí y pude ver su prominente vientre en su esplendor. ─Los resultados me los realizo Lucia, puedes llamarla si no me crees. ─sus palabras disminuyeron mi tensión y sus lindos ojos me brindaron un poco de seguridad. ─Se que te lastime y entiendo perfectamente que dudes de mí, pero no pongas en duda los hechos... tengo casi 5 meses. ─sus lágrimas salían sin freno, entonces, decidió acercarse mucho más a mi cuerpo, disminuyendo nuestra distancia, rozando su vientre contra mí cuerpo. ─Es Haneul... es nuestra pequeña. ─puso sus manos en mis mejillas y no aguante las lágrimas, por lo que comencé a llorar cual niña pequeña y Chaeyoung me abrazo muy fuerte; acariciaba mi cabeza mientras rodeaba mi cuello con sus brazos. No pude tocarla, confrontar todo, estaba siendo muy difícil de afrontar para mí. La felicidad que sentía no se podía comparar con nada que hubiese sentido anteriormente. Chaeyoung reposo su frente sobre la mía y comenzó a agasajar mis mejillas... La única mujer que amaba estaba ahora frente a mí, llorando de alegría porque está embarazada de mi hija. ¡Mi hija!... Toda la escena estaba siendo completamente irreal y todo hubiese sido perfecto, de no ser, por los dolorosos recuerdos. Me aleje de su agarre con delicadeza y retire mis lágrimas; era la primera vez que ella me veía llorar y no se lo iba a volver a permitir.
─Ésto... no cambia nada, Chaeyoung.
─Entiendo... ─se llevó una mano al pecho. Limpio sus lágrimas y abrió la puerta, para decir. ─Te daré espacio, lo mejor será irme.
─No te iras a ninguna parte Rosé, ya habíamos hablado sobre esto. ─menciono mi madre y enfoque mi mirada en ella con enojo. ¡Siempre lo supo! ─Tú y mi nieta, no se irán a ninguna parte...
─¿¡Que estás diciendo mamá!? ─pregunté gritando.
─Hija... ─tomo mi mano y la aparte de golpe.
─¡Tu sabias acerca de todo esto y no me lo dijiste! ─recrimine. ─¡Todas ustedes lo sabían y me lo ocultaron!
─Tu hermana y Lisa no tienen la culpa de nada... La culpa es mía, nada más.
─Hiciste que mi propia madre me mintiera... ─dije con enojo dirigiéndome a Chaeyoung. ─Me largo de aquí.
─Jisoo, hija... ven, ¡Kim Jisoo! ─ grito mamá, pero no detuve mi andar.
Me sentía completamente agredida y frágil. ¿Cómo iba a sobrellevar todo esto? Me dolía mucho. En primera medida, el engaño de Chaeyoung; el cual me derrumbo partiéndome en varios trozos, ahora, la traición de mi familia y mis amigas. ¿Hace cuánto lo sabían? ¿Cuánto tiempo llevaban ocultándomelo? Porque de haberlo sabido, independientemente de mi relación con Chaeyoung, hubiera estado ahí, viendo crecer a mi pequeña día a día. Me dolía el alma, pero a la vez, me sentía feliz por tener a esa pequeña parte de mi creciendo allí, en su vientre. Cuando mis pensamientos me llevaron a Haneul, a mi hija, a mi pequeña bebé; simplemente me detuve. No quería ver o hablar con nadie, entonces ignoré los gritos de mi madre y mi hermana y salí de la casa, con el único objetivo de embriagar los malos recuerdos. Se supone que estaba intentando construir una nueva vida, lejos de Park Chaeyoung y justo ahora, seriamos madres, negué mientras vaciaba la botella. Seguramente yo debía ser el saco de boxeo de Dios, de la vida... ¿Cuánto veces más tenía que sufrir para poder ser feliz? ¿Cómo manejaría esta situación? No sabía que rumbo tomar, pero cualquiera que fuese mi decisión, jamás contemplaría dejar a mi pequeña sola, ni mucho menos a su madre cargando con todo. No sé cómo mierda iba a controlar mis sentimientos; el enojo, la decepción y, sobre todo; mi corazón, que comenzó a blandir espadas con mi mente a causa de lo que Chaeyoung me provocaba... junto con todas las nuevas sensaciones al concebir voy a ser madre.
Cuando no pude más, tuve que volver, así; tan hecha mierda y destruida a casa de mi madre.
─¡Hija! Mira nada más como vienes... es tarde Jisoo. ─intentó tomarme de la cintura, pero no se lo permití.
─¡No! Tu n-no. ─señale. ─Déjame mamá. ─me tambaleé y estuve a punto de caer, pero resistí. No era la primera vez que me emborrachaba asi, casi hasta punto de perder la conciencia. ─Y e-estoy molesta contigo. ─señale a Jennie. ─C-Con ustedes, falsas. ─bufé cuando apareció Lisa detrás de mi hermana. Ninguna de ellas musito una sola palabra y comencé a subir a gatas las escaleras. No me disculparía con nadie por mis actitudes, me dolía que las personas más importantes de mi vida me mintieran con algo tan significativo para mí; me ocultaron a mi hija, y la responsable de todo, no era nadie más, que su otra madre. Como pude me fui poniendo de pie y comencé a arrastrarme por la pared llevándome todo a mi paso; lo único que podía oír, eran los cristales quebrándose. Con la vista un poco nublada y la cabeza dándome vueltas, logre reconocer la puerta de mi habitación e intente tomar la perilla, pero está se movía de un lado a otro imposibilitando mis acciones.
─¡Mierda! ─comencé a patear la puerta.
─Jisoo... D-Déjame ayudarte. ─menciono Chayeoung y gire mi cuerpo. Se encontraba de pie en bata saliendo de la habitación de enfrente. No respondí y la seguí con la mirada, detallando su hermoso cuerpo. Ella giró el pomo de la puerta con facilidad y luego llevo una mano a mi cintura, clavando su mirada en mí, solicitando permiso para tocarme. No respondí y tomo mi mano izquierda para luego pasarla sobre su cuello; inmediatamente mi cuerpo se pegó al de ella excesivamente y no pude evitar enredar mis manos en su cabello y dirigirme a oler su aroma pausadamente; embriagándome de ella y de su característico aroma jazmín. Chaeyoung tembló cuando repose mi cabeza en la suya, desencadenando que su agarre en mi cintura, fuera un poco más ceñido. Permanecimos de esa manera, hasta que llegamos a mi cama y caí como saco de papas sobre el colchón. ¿Como mirarla más? Si esos ojos, parecían ya no ser míos. ─Perdóname por lastimarte tanto. ─su cara se cubrió de lágrimas y se dispuso a sacarme las botas con delicadeza. ─Siempre tuviste razón acerca de él... ojalá no le hubiese permitido que se acercara a mí nunca... a nosotras. ─tomo la manta. ─Así hubiera permanecido a tu lado, y entonces, no me dolería tanto el haberte perdido, mi amor. ─me cubrió con la manta y luego se acostó a mi lado. ─Lo único que me dio fuerzas para seguir adelante, fue enterarme de que estaba embarazada... nuestra hija me ayudo a darle un nuevo sentido a mi vida. ─tomo mi mano derecha para luego posarla sobre su vientre. ─Saber que, dentro de mí, estaba creciendo un pedacito de nuestro amor, lleno mi corazón en tu ausencia, Jisoo. ─pegue mi frente a su vientre y ella comenzó a acariciar mi cabello. ─Te amo más que el primer día... porque solo tú, me has llenado de felicidad de todas las maneras posibles, cuando me amabas, y ahora, cumpliendo uno de mis más grandes deseos... ser madre.
─Haneul. ─musite y mis ojos se fueron cerrando lentamente.