Le dejé una rosa y una pequeña carta en la almohada; hoy era su cumpleaños y no estaría conmigo durante el día. Primero estaría con sus padres y luego con unos amigos, me alegró mucho saber que se estaría divirtiendo, hace tiempo que no se permitía abrirse como ahora. Me sentí muy tranquila al respecto, ya que Hyeri estaría con ella. Decidí darle espacio y me dirigí al club de box a descargar todo mi enojo, pues a primera hora, el timbre repiqueteo y se hicieron presentes muchos obsequios remitidos por Zang. Lo habíamos hablado días atrás y ella prometió hablar con él y darme mi lugar, pero al parecer la conversación que tuvieron no sirvió de nada, me di cuenta acerca de ello, cuando leí una de las tarjetas de regalo "Porqué eres la luz que ilumina mis días, porqué te quiero más que a nada en el mundo y porque deseo seguir compartiendo tus 26 años y los que nos queden en el mundo. Un beso Rosie, te veré más tarde." Se me revolvió el estómago y arrugue el trozo de papel con enojo. Total, tenía unos 12 más para leer.
─¡Imbécil! ─bufé propinándole un fuerte puñetazo al saco, haciéndolo tambalear. Jamás pensé llegar a irritarme tanto por alguien, era tan descarado e hipócrita. Me hacía sentir insegura y no podía permitirme sentir eso, en el punto en el que estoy con Chaeyoung.
─Sabía que te podía encontrar aquí. ─dijo contenta y giré mi cuerpo.
─No estoy de humor, mucho menos para ti, Lisa. ─sentencié y seguí golpeando el saco.
─Chu... por favor. ─detuvo el saco. ─Escúchame. ─su aspecto era deprimente, se podía notar que no había dormido en días. Su piel lucia pálida, sus labios estaban agrietados y sus ojos estaban rojos como el carmín.
─Haré una pausa, tienes ese tiempo para hablar. ─me saque los guantes y tome asiento.
─Sé que me desprecias y que es mi culpa que mi esposa me dejará, ahora puedo verlo claramente. ─comenzó a llorar y permanecí en silencio. ─Antepuse a mis padres y a Somi por encima de mis hijos y de mi mujer, soy una completa idiota y no tengo justificación, pero... intentaba tener la aprobación y el cariño que nunca tuve de mis padres, por primera vez, desde que era una niña... me sentí querida. ─sollozó. ─Descuide a mis propios hijos, y lo peor, es que deje sola a Nini, a mi esposa, a mi mujer... a la única persona que siempre ha estado a mi lado, la única que me ha apoyado, que me ha respetado, que me ha amado sinceramente y quien me dio una hermosa familia. ─su llanto se agudizó y frote su espalda. ─Se que la descuide y que no tengo perdón, pero, te juro que no la engañé. Jamás lo hubiera hecho. ─me miró a los ojos.
─Lisa...
─¡Te lo juró Chicken! JAMÁS he pensado en otra mujer que no sea Jennie, ella es mi mundo entero. Se qué lo jodi todo y, que estuve con Somi, si... pero no de la forma en que todos piensan. Ese día, no me sentía completamente lúcida. ─dijo frustrada.
─¿A qué te refieres? ─pregunté y nuestros ojos se volvieron a encontrar.
─Desde que estaba en la oficina, la cabeza me daba vueltas y quise irme temprano, en el camino, justo antes de salir de la empresa, me encontré a Somi y ella se ofreció a llevarme a casa. Cuando llegamos, me sentía muy mareada, bebi un vaso con agua y después... todas son lagunas para mí. ─se limpió las lágrimas. ─¡Estoy desesperada! Ni siquiera recuerdo cuando Jennie llego con los niños. ─se llevó las manos al cabello. ─¡No puedo recordarlo por más que lo intentó! ─se cubrió el rostro con las manos. ─Cada día que pasa, mi Nini se aleja más de mí, ni siquiera me permite verla un instante, aunque sea desde lejos. No puedo seguir así Chu, no puedo estar sin ella y sin los niños. Los extraño muchísimo. ─se deshizo en llanto y la abracé. ─Me duele el corazón, tengo destrozada el alma... quiero ver crecer a mi pequeña Lili y a Leo junto a Jennie. ¡Quiero a mi familia de vuelta!
─Lo siento mucho. ¿Crees que puedas tener algún problema de salud? ─frote su espalda.
─Fui al médico y estoy perfecta. Lo único que no entiendo, es que encontraron rastros de somníferos en mi sangre. ¡Y yo nunca he consumido esa mierda!
─¿Qué estás diciendo?
─Sí, el médico dice que llevo consumiéndolos hace más de 1 mes. Pero nunca he tenido problemas del sueño, además, tu hermana jamás me hubiera permitido consumir algo que me generará algún tipo de dependencia. ─negó con la cabeza.
─¿Cómo? ─negué. ─Explícate.
─Sí. ─suspiro. ─Según el médico, es algo bastante fuerte, pero no tiene la certeza de cuál sea el medicamento exactamente. Deben hacerme más análisis, para hallar el fármaco exacto... de todas formas, no tiene sentido.
─Te han estado drogando, idiota. ─me levanté de golpe. ─Es evidente. ─fruncí el ceño.
─Eso no puede ser. ─dijo cabizbaja.
─Es una posibilidad. Lo importante aquí, es que estes bien y saber por qué razón te ha estado ocurriendo todo eso.
─No puedo creerlo. ─se llevó las manos al cabello. ─Esto es demasiado, no puedo sin Jennie, ella siempre ha sido mi polo a tierra.
─Cálmate. ─puse una mano en su hombro. ─Te ayudaré a resolverlo... Pero no creas que he olvidado lo mal que te has portado con mi hermana. Debes solucionarlo. ─la fulmine con la mirada. ─Y necesito que aclares la situación con tu familia y con esa mujer, no voy a permitir que sigas... ─no terminé de decir.
─Eso ya está resultó. ─me miró a los ojos. ─Lo único importante para mí es recuperar a mi esposa y a mis hijos. Siempre han sido y seguirán siendo mi prioridad, por encima de cualquier cosa. Voy a mantener mi palabra y lucharé por ellos.
─Eso es lo que quería oír, vámonos... no puedo tardar mucho. ─hice una pausa. ─A menos, de que quieras que te empareje la otra mejilla. ─bromee.
─No lo harás, sé que te importo mucho. ─dijo con sorna y solté una carcajada. ─Se que te he pedido disculpas antes, pero, necesito hacerlo otra vez... lamento mucho por haberte tratado así ese día, tenía la vista nublada por la ansiedad y me olvide de que eres mi familia también, no me hubiera perdonado si te hubiera hecho daño. Me excedí de muchas maneras y estoy muy arrepentida. Eres muy importante para mí, y...
─Discúlpame también, no fue fácil para mi tratarte de esa manera, pero es mi hermana y lo seguiré haciendo siempre que me necesite.
─Por supuesto, y lo prefiero así. ─sonrió y me dio un abrazo que correspondí gustosa.
Lo que dijo Lisa era un tema bastante preocupante. Iniciamos una investigación junto a un profesional, quien prometió resultados exhaustivos y concluyentes. Lisa estaba muy inquieta, así que dejo todo de lado y me dijo que se quedaría aquí el tiempo que fuera necesario hasta recuperarse y recuperar a su familia. Estaría bajo supervisión médica y colaboraría con el investigador para resolverlo todo lo más pronto posible. Por mi parte, me encargaría de cuidar a mi hermana y a mis sobrinos hasta que la situación mejorará.
─Hyeri se emborrachó y empezó a bailar sobre la mesa. ─rio. ─Fue muy gracioso. ─bese su hombro. ─Tengo que agradecerle a tu madre y a Jennie. El pastel y la cena estuvieron increíbles.
─¿Te gustó, mi amor? ─pregunte, mientras pasaba mi dedo por la comisura de su labio.
─Estaba delicioso. ─me dio un piquito. ─Aunque, hubiera preferido pasar todo el día en tus brazos y que me llenaras de mimos. Ese hubiese sido mi regalo ideal. ─enredo sus brazos en mi cuello.
─Es bueno que te distraigas y compartas con tus amigos, te ha sentado bien... además, solo permito compartirte este día, los demás son solo para mí. ─le di un beso en la frente y ella soltó una pequeña risa. ─Aún no te he dado mi regalo. ─jugué con su cabello.
─No tienes que darme nada. Tú eres mi mejor regalo. ─me miró a los ojos y apretuje sus mejillas.
─Cierra los ojos. ─pedí. ─Aunque... siendo sincera, no sólo es para ti.
─¿Qué estás tramando? ¿Mmm? ─preguntó con sorna y llevo sus manos bajo mi suéter.
─Amor...espera. ─detuve sus manos y soltó un bufido. ─Te daré lo que quieras, te haré mía toda la noche. ─susurre en su oído y su piel se erizó. ─Solo ten paciencia. ─roce su nariz con la mía.
─Está bien. ─dijo haciendo un mohín y comencé a llenar su cara con muchos besos haciéndola reír. Luego, le di un beso en la frente y pasé mi mano por su cara delicadamente incitándola a cerrar los ojos, estiré mi mano hasta la mesa de noche y tomé el pequeño sobre.
─Puedes abrirlos. ─pedí en medio de un suspiro e hizo lo que pedí. ─Esto es algo que sé que atesoras y anhelas con todo tu corazón. ─me miró sorprendida y tomó el sobre. ─Ábrelo, mi amor. ─mencione e inmediatamente su cara se iluminó. Sus ojitos se aguaron cuando vio el contenido del folleto y me miro con anhelo.
─E-esto. ─dijo en un hilo de voz y se llevó una mano al pecho. ─Es... ¿enserio? ─chilló mientras me miraba con los ojos llenos de lágrimas.
─Si, mi amor. ─la tomé de la cintura y la acerqué más a mi cuerpo. ─Tenemos cita en la clínica, vamos a hacerlo. ─dije contenta.
─Mi amor. ─dijo con alegría. ─¡Vamos a ser madres! ¡Tendremos un bebé! ─dijo eufórica y sus lágrimas aumentaron. ─Esto es... yo... estoy tan feliz. Amor... es increíble. ─me tomo por las mejillas.
─Quiero verte feliz todos los días de mi vida. ─pase mis pulgares por sus mejillas delicadamente. ─Y, también a nuestro futuro hijo o hija. ─dije en un hilo de voz y mi corazón se hincho por las palabras que acababan de abandonar mi boca, por fin lo estaba diciendo y me encontraba completamente segura de mis palabras. Chae seguía llorando en mi pecho y el sentimiento de hogar me cobijo, íbamos a ser una familia y juntas construiríamos ese sueño... iban a ser muchas cosas las que aprenderíamos juntas, sería un camino plácido tomadas de la mano.
─¡No puedo esperar! Ya quiero tener a nuestro bebe en mis brazos, quiero conocerlo, quiero que nos mimes y nos consientas. Estará justo aquí con nosotras. ─tomo mi mano y la puso sobre su vientre plano. ─Imagínatelo, mi amor, yo... No tengo palabras. Estoy muy, muy, muy feliz... es un sueño vivir todo esto con el amor de mi vida.
─Claro que lo imaginó, mi amor. No pensé en este momento antes, pero, ahora contigo. ─acaricie su mejilla. ─Lo quiero absolutamente, todo.
─Y yo contigo. Lo tendremos con nosotras en poco tiempo, tan solo unos meses después de la boda y lo podremos llenar de besos. ─su llanto se agudizo. ─Te amo muchísimo, con toda mi alma y con cada poro de mi piel. Eres lo mejor que ha podido pasarme.
─Te amo mucho más, mi ángel. ─acaricié su nariz con la mía y luego le di un beso corto.
─Mis padres se pondrán felices. Alice será la tía más consentidora del mundo. ─limpió sus lágrimas.
─Lo mismo digo. Mi madre y Jennie están muy ilusionadas. ─solté una risita.
─Ahora entiendo... por eso, escribieron en el pastel "para la pequeña bebé Rosie". ─sus ojos se aguaron. ─Ya lo sabían, estoy tan contenta... ─su voz se quebró.
─No pudieron ocultar su emoción. Han esperado días, hubieras visto a mi madre... Inmediatamente se deshizo en llanto cuando se lo mencione. ─negué con la cabeza. ─Leo pego un grito por la euforia, siempre ha querido un primo. ─reí.
─Y lo tendrá pronto. ─acaricio mi mejilla. ─Tendrá los genes Kim. ─paso su dedo por mi labio inferior. ─Será hermoso... ¿Que voy a hacer? ─mencionó con preocupación.
─¿A qué te refieres?
─Será igual de hermoso que su mami, ahora no solo tendré que preocuparme por ti. ─hizo una pausa. ─También tengo que ahuyentar, a cualquiera que se le quiera acercar a mi bebé. ─hizo un puchero e inmediatamente la bese.
─Aww amor. ─solté una risita. ─No debes preocuparte, te amo con todo mi corazón... ustedes serán mi mundo y serán todo lo que mis ojos vean y que amé mi corazón. ─puse una mano sobre su mejilla.
─Eres perfecta, soy tan afortunada. Te amo, mi vida. ─suspiró hondo, levanto la mirada y sus ojos se dilataron. ─Mi cumpleaños aún no termina y... aún me debes algo. ─levanto una ceja y se sacó la blusa lentamente. ─Quiero que mi futura esposa, me haga el amor ahora mismo. ─se mordió el labio y se acercó a mi boca. Sonrió y luego unió sus labios a los míos con fiereza, la deseaba de la misma manera, entonces llevé mi mano a su sostén y lo solté. Suspiró, me separé de su boca y dirigí mi atención a sus pechos. Me llevé uno a la boca y arqueó la espalda, su piel se erizo totalmente, puse mi mano en su espalda y la fui acostando suavemente. Entonces, mis movimientos fueron más cómodos, suaves y exactos. ─Mmg. Amor, sigue... ─enredo sus dedos en mi cabello haciendo presión evitando que me alejará de su montículo. Levanté la mirada y mi corazón empezó a latir muy rápido, Chae luce muy linda con ropa, pero sin ella, es mucho más que linda, es una diosa. Me deshice del resto de nuestras prendas en completa velocidad. Succioné su pezón y empecé a deslizar mi mano por su abdomen.
─Tus pechos son del tamaño perfecto. Cuando pienso que eres solo mia y que te tengo solo para mí, mi corazón pega un brincó, sin mencionar lo excitada que me pongo.
─¡Hyahh!.. Ah... ─empecé a frotar su clítoris. ─No me digas eso susurrándome al oído... Ahh. Ah.
─Parece que está poniendo muy rígido debido a la estimulación. ─ronronee sobre su cuello. Mis caricias no se detuvieron y comencé a volverlas gradualmente más intensas. Luego, comenzó a gemir, usando una voz muy linda, eso indicaba que iba por buen camino, por lo que comencé a tocarla más y más. Chae comenzó a gruñir de forma incontrolable mientras clavaba sus uñas en mi espalda, entonces deslicé mis dedos cubriendo todo el largo de su vulva, acaricié sus labios con premura, e inmediatamente su entrepierna se humedeció bastante. Gruñí y me dispuse a morder y lamer el lóbulo de su oreja. Los sonidos lascivos e indecentes se hicieron presentes. Me sentí completamente húmeda al verla con las mejillas sonrojadas y mordiendo sus labios intentando acallar sus gemidos. Introduci dos dedos y arqueó su espalda levantando su cadera, muchos jugos calientes empezaron a abandonar su interior y varias palabras indecorosas comenzaron a abandonar sus labios y aumente los movimientos de mis dedos con ganas de ver más de sus lindas expresiones. Con cada estocada podía sentirla más húmeda y apretada, su interior se contraía como si intentará darles la bienvenida a mis dedos en cada vaivén. ─Eres tan linda, mi amor. ─dije sobre su boca aumentando las caricias sobre uno de sus pechos y su pezón. Sus caderas empezaron a temblar y comencé a centrarme en sus lugares más sensibles, dándoles todo mi amor y atención con entusiasmo. Ella gemía en mi boca sin control, aumente los movimientos y luego un gemido devastador abandonó su garganta.
─Ah.. Ahg... ─gimió. ─Estoy... agotada, eso fue increíble. ─acaricio mi mejilla y luego se acomodó en la cama, cubriéndose con las sábanas. Aún podía ver sus pechos desnudos y una ola de placer recorrió todo mi cuerpo. ─¡Ah! ─soltó un pequeño gritó cuando retiré la sabana de su cuerpo.
─Ahh... Amor, en este momento estás realmente linda. No puedo soportarlo. ─comencé a frotar sus pechos y mordí su labio inferior. ─Quiero demostrarte más, lo mucho que te amo.
─D-Dios Amg. ─dijo en un hilo de voz y me tomo por las mejillas.
─Entendido mi ángel, en ese caso, hagámoslo juntas. ─separé sus piernas y me acomodé de tal manera en que nuestras intimidades se unieran. ─Ahm. ─gemí bajito cuando sentí que comenzó a mover sus caderas.
─Tus gemidos son muy lindos. ─enredo sus brazos en mi cuello atrayéndome a un beso. ─Te amo.
─Te amo más. ─dije con voz ronca.