Gay Panic |Chaesoo| Editando.

By _DamaEscritora_

52.3K 5.2K 1.6K

El amor es un hito de desastre que te eleva y te suelta haciéndote golpear muy fuerte. Ya estaba cansada de s... More

PRÓLOGO
CAPÍTULO 1
CAPÍTULO 2
CAPÍTULO 3
CAPÍTULO 4
CAPÍTULO 5
CAPÍTULO 6
CAPÍTULO 7
CAPÍTULO 8
CAPÍTULO 9
CAPÍTULO 10
CAPÍTULO 11
CAPÍTULO 12
CAPÍTULO 13
CAPÍTULO 14
CAPÍTULO 15
CAPÍTULO 16
CAPÍTULO 17
CAPÍTULO 18
CAPÍTULO 19
CAPÍTULO 20
CAPÍTULO 21
CAPÍTULO 23
CAPÍTULO 24
CAPÍTULO 25
CAPÍTULO 26
CAPÍTULO 27
CAPÍTULO 28
CAPÍTULO 29
CAPÍTULO 30
CAPÍTULO 31
CAPÍTULO 32
CAPÍTULO 33
CAPÍTULO 34
CAPÍTULO 35
CAPÍTULO 36
CAPÍTULO 37
CAPÍTULO 38
CAPÍTULO 39
CAPÍTULO 40
CAPÍTULO 41
CAPÍTULO 42
CAPÍTULO 43
CAPÍTULO 44
CAPÍTULO 45
CAPÍTULO 46
CAPÍTULO 47
CAPÍTULO 48
CAPÍTULO 49
CAPÍTULO 50
CAPÍTULO 51
CAPÍTULO 52
CAPÍTULO 53
CAPÍTULO 54
CAPÍTULO 55
CAPÍTULO 56
CAPÍTULO 57
CAPÍTULO 58
CAPÍTULO 59
CAPÍTULO 60
CAPÍTULO 61
CAPÍTULO 62
CAPÍTULO 63
CAPÍTULO 64
CAPÍTULO 65
CAPÍTULO 66
CAPÍTULO 67
CAPÍTULO 68
CAPÍTULO 69
CAPÍTULO 70
CAPÍTULO 71
CAPÍTULO 72
CAPÍTULO 73
CAPÍTULO 74
CAPÍTULO 75
CAPÍTULO 76
CAPÍTULO 77
CAPÍTULO 78
CAPÍTULO 79
CAPÍTULO 80
CAPÍTULO 81
CAPÍTULO 82
CAPÍTULO 83
CAPÍTULO 84
CAPÍTULO 85
CAPÍTULO 86
CAPÍTULO 87
CAPÍTULO 88
CAPÍTULO 89
CAPÍTULO 90
CAPÍTULO 91
CAPÍTULO 92
CAPÍTULO 93
CAPÍTULO 94
CAPÍTULO 95
CAPÍTULO 96
CAPÍTULO 97
CAPÍTULO 98
CAPÍTULO 99
CAPITULO 100
CAPÍTULO 101
CAPÍTULO 102
CAPÍTULO 103
CAPÍTULO 104
CAPÍTULO 105
CAPÍTULO 106
CAPÍTULO 107
CAPÍTULO 108
CAPÍTULO 109
CAPÍTULO 110
CAPÍTULO 111
CAPÍTULO 112
CAPÍTULO 113
CAPÍTULO 114
CAPÍTULO 115
CAPÍTULO 116
CAPÍTULO 117
CAPÍTULO 118
CAPÍTULO 119
CAPÍTULO 120
EPÍLOGO
NOTA

CAPÍTULO 22

443 49 7
By _DamaEscritora_

Al llegar a casa me estacione bien, aunque claramente estoy muy preocupada porque la desconocida tenga algún golpe grave.

──Déjame ayudarte. ─la tomé en mis brazos y cerré la puerta del auto con el pie. ──¿Me ayudas abriendo la puerta? Las llaves están en mi bolsillo izquierdo. No puedo hacerlo yo misma.

──Bien. ─respondió de mala gana.

Qué fastidio.

La extraña introdujo suavemente su mano sana en mi bolsillo y finalmente agarró las llaves. Fue un movimiento demasiado lento para mi gusto.

Está nerviosa y yo irritada por la situación.

Al entrar subí las escaleras con ella en brazos y entré a mi habitación. 

Se amable.

──Siéntete como en casa. ─la deje suavemente sobre mi cama. ──Llamaré a un doctor para que te revisé y también pediré que traigan tu moto.

Al acto tomé mi teléfono, dónde tenía nueve llamadas perdidas de Jihyo, trece de Ryujin y dos de Jennie.

Deben estar preocupadas.

──Ahora regresó voy por el botiquín. ─le informé a la desconocida, quién únicamente asintió pestañeando lentamente.

¿No sentirá calor con ese pasamontañas?

Quise marcarle a Ryujin mientras buscaba el botiquín de primeros auxilios.

¡Jisoo!
¿Estas bien?
¿Qué pasó?
─preguntó preocupada.

──Lo estoy. Cálmate. ─le aseguré entre suspiros. ──Estoy bien, tranquila. ─la oí suspirar. ──Por favor dile a Jin que pase a la dirección que te voy a enviar por una motocicleta color negro/rosa. Y también verifica que la propuesta del equipo de Jihyo esté lista y envíala a producción.

Ay.

Me llevé una mano a la frente, donde tengo un hilo de sangre bajando por toda mi rostro y no me había dado cuenta.

──Envía al Doctor Sehun inmediatamente a mi casa. ─le dije en voz baja. ──¡Ah! y por favor avísale a Jihyo que estoy bien.

Inmediatamente.

──Muchas gracias. Por favor organiza mi agenda porque no creo poder ir hoy a la empresa. Avísale mi decisión a Alice. Adiós.

Al colgar finalmente tomé el botiquín y luego camine de regresó hacia la desconocida.

──Ya viene un doctor a verte. ─me acerqué hacia ella y tomé asiento a su lado. ──Por ahora voy a limpiar las heridas superficiales en lo que el doctor llega.  

Me duele la cabeza.

──Ahg. ─soltó un quejido en cuanto acerqué la gasa húmeda a su piel.

──Lo siento. Tal vez lo estoy haciendo muy fuerte. ─retiré mi mano inmediatamente.

Me siento extraña porque también me golpeé fuerte.

──No eres tú. Es solo que... arde y duele. ─sus ojos se clavaron en mis manos. ──Continúa... puedo hacerlo.

──Está bien, lo haré suavemente. ─comenté y volví a repetir el mismo movimiento.

Limpiaba cada una de sus heridas con sumo cuidado, intentado ser lo más delicada posible.

No obstante en un momento mis ojos se desviaron y no pude evitar contemplar sus piernas largas, su piel es muy pálida y suave y... de verdad está lastimada y...

──¿Estás bien? ─ella preguntó e inmediatamente di un saltito por la sorpresa. ──Estas un poco roja. ─se acercó a mi rostro. ──Te está brotando sangre de la frente. ─se llevó ambas manos a la boca, supongo.

──Si. Seguramente fue cuando me golpeé con el volante. ─respondí con algo de mareo y estupidez.

¿¡Que te pasa, idiota!?

──Déjame ayudarte. ─ella tomó un poco de gasa y comenzó a limpiarme la herida. ──¿Como te llamas? ─su tono de voz fue culposo.

No voy a demandarla ni nada.

──Soy Kim Jisoo. ¡Auch! Mucho gusto. ─le di una sonrisa ladina a pesar de sus torpes movimientos. ──¿Y tú? Honestamente es muy extraño hablarte si sigues usando el pasamontañas.

──¿Puedo confiar en que no eres una cazafortunas? ─preguntó fría mientras se cruzaba de brazos.

Está loca.

──¿Qué? ¿Acaso lo parezco? ─inquirí con ironía y disgusto. ──Después de todo estás en mi casa y te estoy ayudando. ─negué con la cabeza tomando distancia. ──Ni siquiera sé quién diablos eres. Es ridículo.

Es una tipa arrogante realmente.

──Ya. Está bien. ─rodó los ojos, entonces se fue levantando la tela que le cubría el rostro lentamente, por ende, únicamente pude ver sus labios dónde traía un pequeño corte. ──No vayas a gritar. ─dijo terminando de quitarse el pasamontañas. ──No hagas un escándalo.

¿Ah?

Su cabello rubio cayó lentamente cubriendo sus hombros desnudos, sus ojos son de un lindo color avellana oscuro y también tienen un brillo particular. Sus mejillas son rellenitas. La hacen ver un poco tierna, sus labios son gruesos y rojos, bastante cautivadores. 

¡Es odiosa, pero atractiva! ¡Más que algunos chicos!

Tan solo me quedé viéndola directamente a los ojos por algunos segundos.

De verdad su personalidad no contrasta para nada con su lindo físico.

Nos quedamos un momento en silencio tan solo mirándonos mutuamente, dónde ninguna de las dos decía nada.

Entonces ella desvió la mirada de mis ojos y enfocó su mirada en mis labios, hasta que terminó cayendo en mis brazos en un jadeo.

Seguramente esta muy herida al igual que yo.

──¿No dirás nada? ─preguntó confudida. ──A ver...

──¿Eh? ─mascullé incorporándome.

¿Estaré siendo muy obvia?

──¿No sabes quién soy? ─preguntó con puro cinismo.

Ahí vamos otra vez.

──¿Debería saberlo si quiera? ─solté con sarcasmo. ──No sabía que debía conocer a cada persona del mundo.

Ahí está esa actitud de nuevo.

──Bah. Soy Roseanne. ─afirmó con superioridad, pero en cambio negué incrédula. ──Ya sé, tal vez me conozcas si te digo mi nombre coreano. ─me encogí de hombros sin interés alguno. ──Soy Park Chaeyoung. ─negue entre risas. ──¡Mi nombre artístico es Rosé! ─gritó frustrada.

Puff...

──Nop. ─dije entre risas. ──Tanto problema escondiendo tú rostro y no tengo ni idea de quién eres.

──Definitivamente vives debajo de una roca si no me conoces. ─sentenció levantando una ceja. ──Todos me conocen.

──Uff ─me levanté intentando no explotar. ──No me importa quién eres o que haces, para mí solo eres una persona.

Bastante fastidiosa de hecho.

──Ya regreso. Iré a abrirle al doctor. ─informé mientras me ponía de pie.

Debe ser la típica chica rica, arrogante y petulante a la que sus padres le consienten absolutamente todos sus caprichos, porque esa actitud la convierte en alguien bastante superficial y ya he tenido suficiente de eso en el pasado.

No tengo ganas de lidiar con ello de nuevo.

Una vez abrí la puerta y el doctor llego. Al momento se dirigió a revisarla a ella primero como se lo pedi.

Se tardó tan solo unos minutos y luego Sehun salió de mi habitación y se acercó a mi lugar.

──Déjame revisarte también. ─me solicitó y me senté en un sillón de por ahí. ──Tuviste suerte porque afortunadamente ella no está herida. Tan solo necesita reposó.

¿Suerte?

──¡Auch! ─bufé en cuando él comenzó sus labores. ──¿Quién se supone que es? ¿Estoy con la realeza, acaso? ─pregunté con sorna. ──Ella es quién tiene suerte porque no voy a demandarla. ─sentencié con enojo.

──Ella es Rosé, una de las cantantes más famosas del momento. Mirá. ─el doctor me mostró su celula e inmediatamente la princesa arrogante apareció allí. 

Creó que la oí alguna vez gracias a Toni o algo así.

──De todas formas no me importa. Si ella está bien, definitivamente me voy de aquí. Gracias por venir. ─me pude de pie sintiéndome un poco mejor.

──No puedes irte. Debes estar en reposo por el resto del día. Te golpeaste en la cabeza y no quiero arriesgarme. ─afirmó mi amigo y se me revolvió el estómago. ──Les dejaré algunos analgésicos y desinflamatorios. ─comenzó a escribir en su libreta rápidamente.

──Está bien, gracias. ─tomé la receta en mi mano. ──Adiós, ve con cuidado.

Una vez despedí a mi amigo, envié a alguien a comprar lo que él me había prescrito y luego subí a mi habitación a paso lento.


──¿Puedo pasar? ─pregunté tocando suavecito la puerta, pero ella no respondió. ──Voy a entrar. ─anuncié en voz alta.

──¡Ahhhhhh! ─pegó un chillido de puro susto e inmediatamente se acomodó la falda. ──Uff. ¡Eres una atrevida! ─me arrojó una almohada a la cara. ──Me estabas espiando, imbécil.

Dios. Dame paciencia.

──Por supuesto que no. No lo soy. Te pregunté antes si podía entrar y no dijiste nada. ─me encogí de hombros. ──Por eso simplemente entré. Exagerada. ─rodé los ojos.

──Mentirosa. Seguro querías verme desnuda y postear la foto. ─me señaló con el dedo. ──¿Cuánto dinero quieres? ─se cruzó de brazos.

Hdifnejfkfvdj.

──¿¡Disculpa!? ─me acerqué furiosa a su lugar y me crucé de brazos. ──Arrogante. ─murmure.

──Me oíste bien, Jisoo. ─levantó una ceja luciendo muy seria. ──¿Cual es tú precio? Tan solo dí la cifra y olvida lo que viste para siempre.

──¡Eres increíblemente grosera! ─me acerqué levantando los brazos al aire. ──Incluso estando en la casa de la persona que te brindó ayuda, sigues actuando muy O-D-I-O-S-A le solté muy cerca de su rostro.

──Tú. ─su rostro enrojeció. ──Eres...una... idiota. ─me dio algunos golpecitos en el pecho. ──Imbécil.

──Quieta. ─atrapé sus manos inmovilizándola. ──Aunque me fastidie debes guardar reposo o tu salud va a empeorar. 

──¡Sueltame, idiota! ─comenzó a luchar intentando liberarse, hasta que finalmente ejerció un movimiento brusco que me hizo jadear del dolor y caímos a la cama. ──Ahh. ─pegó un chillido, no obstante, me perdí viendo sus ojos cuando ella se detuvo a observar mis labios. ──¡Quítate de encima! ─continuó empujandome hasta que consiguió que soltará una risita baja.

──¿Por qué? ─sonreí sin darle el gusto de retirarme de encima. ──Estoy bastante cómoda aquí. ¿Te molesta mucho? ─pregunté con sorna.

Solo quiero molestarla un poco, al parecer se irrita muy fácil.

Niña rica presumida.

──Im-Imbécil. ─tartamudeó llena de vergüenza.  

──Te pusiste roja. ─solté una carcajada mientras me levantaba de su cuerpo. ──Como te decía. Solo entré para decirte que voy a preparar algo de comer. ¿Quieres algo en especial? ─giré mi cuerpo llevándome las manos a los bolsillos.

──¿Cocinas? ─inquirió con arrogancia.

──Mmm. ─suspiré exhausta. ──¿Cuál es el problema? ─cuestioné cruzada de brazos.

──Nada. ¿No se lo ordenas a alguien más? ─hizo un gesto de desaprobación.

──A ver, princesa arrogante. No lo ordeno, lo pido amablemente que es distinto. ─me fulminó con la mirada. ──Hoy tendré que quedarme en casa por culpa de alguien, así que considérate afortunada al respecto porque cocinaré para ti.

──Kimchi. ─respondió fría y la miré seria. ──¿Qué? ─preguntó levantando una ceja. ──¿Por favor? ─cuestionó irónica.

──Asi está mejor, ahora vuelvo. ─ironicá le sonreí y luego me di la vuelta en busca de paz.

Mientras cocinaba algo ligero decidí hablar con mi hermana para tranquilizarla.

──Si, Jen. Estoy bien, de verdad.

Enciende la cámara
quiero verte.

Me limpie las manos con un paño y luego hice lo que pidió.

Hermanita, tu frente.
─suspiró afligida.
Dios mio, Jisoo.

──Estoy bien, Jen. Solo son algunos raspones que sanaran muy pronto. ─sonreí para tranquilizarla. ──¿Cuando vas a venir? Aún no me has confirmado.

En unos días.
Tengo una
sorpresa para ti y mamá
¿Le avisaste?

──Sip. ─asentí.

Ya quiero verlas.
¿Quién demonios te chocó?

──Una mujer. Se llama Rosi... ¡No! ─frunci el ceño. ──Se llama Roseanne Park. ─me encogí de hombros.

Jisoo, ella es...

──Oh. Te llamó luego, Jen. Ella está bajando. ─colgué inmediatamente. ──¿Por qué te levántaste? El doctor dijo que debes seguir en reposo Roseanne.

──No soy una invalida, Jisoo. ─rodó los ojos disgustada. ──Me siento un poco mejor. Además tengo hambre y ya estabas tardando demasiado.

Ignora la grosería, Jisoo. Solo hazlo.

──Claro. Siéntate. ─le pedí con amabilidad y ella hizo lo que pedí. ──Ten. Buen provecho.

──Está delicioso. ─habló con la boca llena y sus mejillas se hicieron más prominentes.

No pude evitar reír.

──¿Qué? ─levantó una ceja usando ese tono déspota.

──Nada. ─me hice la desatendida y seguí comiendo. ──Termina de comer.

Claramente comimos en silencio hasta que ya no hubo nada en su plato.

──Jichuuuu. ─Jihyo entró gritando y apenas me vio se aferró a mi cuello como candado. ──¿Cómo estás? ─preguntó y le hice una mueca indicándole que había alguien más. ──Oh. No quise interrumpirlas. No pensé que tuvieras visitas.

Roseanne tiene mi ropa puesta porque la suya se arruinó; la que traiamos antes estaba muy sucia y algo rota también, entonces después de mucho insistirle finalmente término accediendo a usar algo mío.

──Solo estamos comiendo. ¿Que no ves? ─la invitada le rodó los ojos a Jihyo de forma muy altanera.

Pésima idea.

──¿Disculpa? ─Jihyo se acercó a su lugar emanando llamas. ──¿Quién te crees para hablarme así? ─la encaró poniendo una mano de golpe en la encimera para apoyarse.

──Sigh. Ya estoy harta de estar aquí. ─afirmó irritada e inmediatamente se levantó de golpe con un gesto de dolor. ──¡Ahh! ─se tambaleó y pude oír un pequeño sollozó.

──Te dije que debías descansar. ─le dije regañona y la cargué e inmediatamente la cargue en mis brazos para que no se lastimara más la pierna. ──Eres muy terca, princesa arrogante ─ella se sonrojó. ──Dame un momento. Ya regreso, Jihyo.

──¡Deberías haberla dejado en la calle! ─gritó mi amiga con molestia.

Sinceramente tuve que aguantar la risa que me provoco eso. Tal vez debí hacerlo.

Mentira.

──Tu novia es simplemente una idiota. ─bufó la princesa arrogante en cuanto llegamos a la habitación.

──Basta. Roseanne Park ─dije firme mientras la acostaba en la cama. ──Estas siendo increíblemente descortés. Me tratas mal y eres grosera con mi amiga. ─suspiré mirándola muy seria. ──En cuanto te sientas mejor simplemente veté o llama a alguien para que te recoja, por favor.

Ya estaba dispuesta a irme, pero ella me detuvo tomando mi brazo. 

──Jisoo... ¿te molesta si me quedo hasta media noche? ─preguntó y negué con la cabeza en silencio. ──A esa hora no abra nadie siguiéndome y no tendré problemas con la prensa.

──Lo que quieras, Roseanne. ─respondí sin interés. ──Si te sientes mal oprime ese botón de ahí y vendré a verte. ─asintió.

Esto es una buena acción, Jisoo.

Tranquila.

──Vaya, vaya. Roseanne Park. Nombre artístico, Rosé. Nombre coreano, Park Chaeyoung. Cantante, bailarina y modelo. Lugar de nacimiento, Nueva Zelanda. Veinticinco años. Signo zodiacal acuario. ─decia Jihyo leyendo con un tono burlón.

──¿Por que me estás diciendo todo eso? ─pregunté con indiferencia.

──Sabía que había visto a esa mujer en algún lugar. ─Jihyo sonrió triunfal. ──Una vez acompañe a Lia a comprar uno de sus álbums. 

──¿Que tiene que ver conmigo? ─encendí la televisión y también estaban hablando de ella. 

¡Lo que faltaba!

──Tiene que ver contigo porque vi cómo te miraba. ─agregó Jihyo e inmediatamente cambié de canal. 

──¿De qué hablas? ─pregunté con desdén. 

──Eres Capricornio. Son muy compatibles. ─agregó e inmediatamente solté una carcajada. ──Sobre todo... sexualmente. 

Puff.

──Esas cosas son simplemente tonterías. ¿Acaso viste lo mismo que yo? ─cuestioné molesta pero Jihyo nego riendo. ──Es petulante, engreída, altanera y muy arrogante, es simplemente insoportable. Me desespera. ─continué dejando salir mi ira. ──Además, no tengo ánimo de lidiar con esto. Mañana saldré con James. 

──Aburridoooo. ─exclamó Jihyo. ──Su tipo de sangre es B, su estat-...

──¡Ya basta! ─bufé rapandole el celular de la mano. ──Deja de leer en Wikipedia, no es confiable. 

──No es Wikipedia, es WIKI Kpop. ─aseguró con firmeza y rodé los ojos. 

Qué fastidio.

Como no podía subir a mi habitación tuve que quedarme escuchando las tonterías de Jihyo hasta que se hizo muy tarde.

Justamente casi era hora de que Roseanne se marchará finalmente. Me despedí de Jihyo y luego subí a mi habitación porque realmente estaba agotada y lo único que quería era dormir.

Apenas entre vi a la invitada echa bolita en mi cama, esta profundamente dormida, de ese modo, únicamente me acerqué y la tape con las frazadas.

¿Quién diría que en ese estado se vería tan angelical? Negué con la cabeza.

De verdad ella es el mismo diablo, entonces simplemente salí y luego cerré la puerta. 

Me fui a dormir a otra de las habitaciones para que no pensara mal de mi una vez más.

──Cuarenta y seis... Cuarenta y siete... Cuarenta y ocho... Cuarenta y nueve...  

──Jisoo... ─musito y busque su mirada.

──Cincuenta. ─terminé la serie y me deje caer de la barra al suelo. ──Buenos dias. ─jadeé agarrando la toalla y la dejé en mi hombro.

──Yo... ─musitó y sus ojos se clavaron en mi abdomen. ──Me... ─ahora mira mis brazos. 

Llevó puesto un top y unos short deportivos.

Me gustaba levantarme temprano y hacer ejercicio antes de ir a trabajar todos los días.

──Hey, princesa arrogante. Tu mirada aquí. ─le exigí con humor señalando mis ojos, e inmediatamente ella desvío la mirada y su sonrojo era evidente.

──Idiota... ─susurró bajito pero de todas formas la oí.

──¿Que dijiste? ─pregunté con humor invadiendo su espacio personal a propósito.

──Iugh, apestas... ¡Muévete! ─me dio un pequeño empujón en el abdomen y luego se apartó. ──Me voy ahora. 

──Está bien, lo que quieras. ─sonreí y ella apartó la mirada, entonces simplemente salté a la barra y continúe con las dominadas. 

──Ujum. ─carraspeó llamando mi atención. 

──Pensé que te habías ido ya. ─solté una carcajada y me deje caer una vez más. ──¿Ahora que pasa? 

──Gr-Gracias. ─dijo bajito.

──¿Qué dices? No te oigo. ─cuestioné a propósito, únicamente por molestarla.

De verdad estoy disfrutando esto.

──Gracias. ─la arrogante apartó la mirada. ──Te pagaré por los daños del auto, el control médico y también por la ropa.

──No es necesario. No hay necesidad de alargar esto. ─le dije irritada. ──Te cuesta tanto ser agradecida que parece que estuvieras obligada. Además no siempre puedes resolver todo con dinero. En fin, solo vete, no me debes nada. ─la miré mal.

──Jisoo, yo-...

──Buenos días, Jisoo. ─saludó Ryujin muy sonriente.

──Hola, Dalgom. ¿Como está mi pequeño? ─lo saludé con voz mimosa.

Mi cachorrito saltaba de lado a lado y también movía su colita con mucha energía.

──Buenos días. ─saludé a mi asistente.

──Decidí pasar por él ayer ya que no pudiste recogerlo. ─afirmó Ryujin con gracia mientras lo observaba. 

──Te lo agradezco mucho. ─respondí.

──También te traje el desayuno cuando venía para acá. Está en la cocina. ─agregó y de verdad la amé por ser tan atenta.

──Eres la mejor. ─le di una sonrisa ladina. ──¿Ya desayunaste? ─ella negó. ──Acompáñame, Ryujin. ¿Park quieres comer algo? ─le pregunté pero ella no respondió. ──Ryujin puedes adelantarte. Ordena algo también. Voy en un momento.

Mi asistente salió e inmediatamente le pregunté a la princesa arrogante.

──¿Quieres desayunar al-...

Ni siquiera me dejó terminar. Qué grosera.

──Me voy ahora. ─afirmó Park dándose la vuelta, dirigiéndose a la salida.

Qué grosera, por suerte no la iba a volver a ver.

Un momento que tanto anhele por fin se desarrollaba luego de mucho tiempo.

──Tia Chu. ─chilló Leo.


──¡Hola precioso! ─exclamé e inmediatamente lo cargué en mis brazos. ──Estas muy, muy guapo. ─besé su mejilla con fuerza.

──Lo sé, soy un Kim. ─igual de presumido que su madre. ──Tia Chu, ¿podemos ir por helado de Chocolate?

──Claro, pequeño. ─le respondí contenta. ──¿Dónde están tus madres? ¿Quién te trajo? ─pregunté confundida porque no las veía por ningún lado.

──Primelo fuimos a recoger a la abuela. ─lo olvidé. ¡Mierda! ──Luego... mi mami se fue con ella a la cafetería y mamá se quelo hablando con su amiga Alice., mmm ─hace los mismos gestos que Jennie y se para igual que Lisa. ──Una señorita muy lenda me dijo dónde estabas y vile. ¡Ah! Es ella. ─señaló la entrada de mi oficina dónde estaba Yeri de pie.

──Jisoo, la señora Alice requiere tu presencia en la sala de juntas. ─informó Yeri.

──Está bien. ─respondí. ──¿Que haré contigo mientras tanto? ─dirigí mi mirada a Leo.

Es tan lindo y lo extrañé tanto.

──Me quedaré con él. ─propusó Yeri sonriente.

──¡Siiiiiii! ¿Puedo ir a comer helado y a jugar video juegos? ─preguntó consentido.

──Ujum. ─Yeri asintió.

──Pórtate bien, no tardaré. ─le di un beso en la frente a mi sobrino. ──Solo helado, porque tú y yo jugaremos en casa más tarde. ─le guiñe un ojo. ──Gracias Yeri.

──Ya sabes... siempre para lo... que... necesites. ─Yeri fue coqueta mientras tomaba a Leo de la mano y pasaba a mi lado muy sugestivamente.

¡Dios! Me pone muy nerviosa.








Continue Reading

You'll Also Like

84K 7.5K 57
Roseanne park es una chica de clase media se enamora de Kim Jisoo de una clase muy alta, la cual tendran un amor complicado, cuando por fin Rose logr...
44.5K 2.2K 37
"Puedes abofetearme otra vez. Me gustó" Traducción autorizada por : @izzyal
85.8K 5.7K 32
¿Ustedes porque no quisieron renovar contrato? - Había preguntado Lisa. Pero Rosé no había respondido con la verdad. ¬Otra historia Chaesoo¬ ¬No esp...
551 62 9
Rose y jisoo son dos niñas de trece años , jisoo x cáncer/ leusemia y Rose deficiencia cardíaca juntas forman una amistad y una relación producto de...