Los primeros meses en el Instituto habían sido indudablemente enriquecedores, conocí nuevas y excéntricas personas, aprendí muchas cosas nuevas e incluso en algunos días ya tenía varias invitaciones a algunas fiestas en fraternidades y discotecas.
Qué loco, porque ni siquiera las pedí por mí misma.
Los tutores eran muy amables conmigo, tanto así que se interesaron por mi futuro; me dijeron que me iría muy bien si continuaba la carrera, lo cual confirme cuando entregaron el primer pensum de notas.
Mi relación con Wendy se fortaleció espontáneamente, hablábamos todo el tiempo; ella me contaba todo lo que hacía, me hablaba sobre sus amigos y ligues e incluso salíamos de fiesta seguido ya que su universidad y el instituto quedaban muy cerca.
Por mis estudios ya no veía mucho a Jihyo porque no iba tan seguido a la empresa, únicamente iba los fines de semana, lo que me terminó haciendo mucho más cercana a Yuna y Lia, más que nada a la más pequeña, a Lia, porque finalmente Jeongyeon decidió enfocarse en otra de las empresas de la señora IU, por lo que deje de verla debido a su traslado.
Era sábado por lo que debía ir a trabajar, así que me levanté temprano porque quería ver a mi madre, a Jennie y a Leo, ya que últimamente estaba muy ocupada y no los veía demasiado ni mucho menos compartíamos tiempo juntos. Adicionalmente ahora mi hermana trabajaba como asistente para uno de los amigos de Taehyung, por lo que mi madre cuidaba a Leo, lo que contribuyó a que ya no trabajará tanto como antes.
Todo marchaba muy bien para nosotras, Jennie se recuperó y se sentía fuerte, por lo que terminó aceptando y empezó a salir con el doctor.
──Buenos días. ─saludo mi hermana luciendo muy sonriente mientras entraba a la cocina, recibiéndonos con besitos en la frente. ──Alguien volvió a salir de su cueva. Que bueno verte, hermanita. ─Jennie soltó una risita.
──Exageras, te recuerdo que sigo viviendo en el mismo techo que tu. ─contesté entre risas y luego me dirigí cargar a Leo.
Mi Leo hermoso.
──Bueno, pues no parece ahora que te la pasas más con tu amiguita. ─afirmó mi madre en un tono irritado.
──¿De quién hablas, ma? ─pregunté mientras le sonría a Leo.
──A Wendy. Desde que estás con ella, haz cambiado mucho, hija. ─respondió Irene llena de tristeza viéndome fijamente. ──No olvides lo que te he dicho, Jisoo.
Dime con quién andas y te diré quién eres... Agh, lo sé mamá.
──Eso no es cierto, aún sigo cumpliendo con mis obligaciones. Nada ha cambiado. ─dije frunciendo el ceño. ──Sigo siendo la misma.
Mi madre se molestó y se dio la vuelta.
Se que ahora salgo mucho de fiesta y bebo más, y que también llegó muy tarde a casa...
Carajo...
Ni hablar de cuando Wendy y yo cumplimos dieciocho años y estuvimos de fiesta dos semanas seguidas. Ese día nos pasamos de copas y mi madre se enojó conmigo por semanas... Sin embargo no me parecía malo porque estaba viviendo mi juventud.
Justo ahora me va de maravilla en el trabajo y en el instituto, además, se descubrió que Marie y Jania estuvieron involucradas en robos corporativos, pero eso no fue todo, también se destapó el embrollo amoroso cuándo la señora IU descubrió que Marie pretendía a Jungkook.
La presidenta revolucionó la empresa ese día del enojo, no obstante, antes de ser despedidas Jania confesó que ella y Marie fueron las responsables de la pérdida de mis objetos personales, ya que ellas fueron quienes habían escondido mis cosas en la empresa, por eso y más aquéllo las llevo a su final en Sprüngli.
──Perfecto, ignora a tu madre. ─mamá me encaró. ──Te vas a acordar de mis palabras, Jisoo. ─sentenció Irene mirándome estoica mientras me pasaba un plato con comida.
En mi lugar me quede un momento en silencio, básicamente helada porque mamá fue muy seria, lo cuál me causo preocupación al momento.
...
──¿Qué tal las cosas con el doctor, Jen? ─pregunté con intentando recobrar el ánimo.
Definitivamente quería cambiar de tema.
──No te imaginas. Est-... ─Jen fue interrumpida porque estaban tocando la puerta.
──Continúa, cariño. Yo voy. ─le dijo mi madre. ──Terminen su desayuno. ─Irene se dirigió a la puerta.
──Te decía... Estamos muy bien, él es muy caballeroso y detallista conmigo. ─decía Jen muy sonriente. ──¿Viste el cochecito de Leo? ─preguntó emocionada.
──Si, lo vi de paso. ─respondí.
──Bueno, pues se lo regalo Tae. ─afirmó sonrojada y solté una risita baja. ──No quiere que mi hijo esté incomodo cuando paseamos. Es... wow... piensa en todo.
Le brillaron los ojos.
──¡No tienes nada que hacer aquí! ¡LARGATE! ─mi madre comenzó a gritar exasperada.
Al acto me levanté de golpe seguida por Jennie con el propósito de acercarnos rápidamente a ella y ver que la tenía así.
Entonces nos dimos cuenta de quién se trataba y la razón de la molestia de nuestra madre.
Es Lisa...
Al momento volteé a ver a Jennie y ella estaba completamente pálida.
──Nini... Hola. ─musitó una Lisa tímida a pesar de su increíble presentación personal y el ramo de rosas que sostenía entre temblores.
Jennie frunció el ceño al momento en que Lisa termino, consiguiendo volver a la tierra.
──Mamá, Jisoo... déjennos a solas. ─nos solicitó Jennie luciendo sumamente seria. ──Cuídenlo, por favor... voy a resolver esto de una buena vez. ─bufó cruzándose de brazos.
──Pero, hija... ─balbuceó mi madre fulminando a Lisa con la mirada.
──Vamos adentro, mamá. Jennie necesita privacidad. ─le dije tomándola de la mano en contra de su voluntad y luego cerré la puerta despacito.
──Jisoo, déjame. Tengo que escuchar que dice esa idiota. ─mi madre soltó mi mano e inmediatamente pego su oído a la puerta.
Definitivamente eso no era necesario porque hablaban bastante fuerte y se oía todo con claridad.
Ahora sí te van a enseñar a tener pantalones, Lisa.
Prepárate, cabrona.
──¿Qué demonios haces aquí, Manoban? ─le preguntó Jennie en un bufido.
──Nini, no... y-yo... ─Lisa tartamudeaba. ──Amor, se que te fallé y lo siento tanto... no merecías nada de lo que hice... te deje sola... te decepcioné.
Al momento Lisa comenzó a llorar porque pudimos oírla.
──¡Ugh, cállate! Y no te atrevas a decirme "amor"cuando tú y yo no tenemos nada. Pierdete de una vez. ¡Respétame y lárgate! ¡No tienes nada que hacer aquí! ─sentenció mi hermana con rabia.
──N-No... no me digas eso, Nini. No he dejado de amarte un solo momento... Quiero que estemos juntos, quiero que mi hijo lleve mi apelli-...
Sollozaba Lisa, no obstante, no terminó su patético discurso porque Jennie la silencio propinándole una fuerte y limpia bofetada.
El golpe se escuchó alto y claro.
Uhhh.
──¡Eso hija! ─celebró mi madre con gusto en un susurró saltando detrás de la puerta. ──Sinvergüenza.
Entre risas bajas me di una palmada en la frente a causa de su reacción.
──¿Quién carajos te crees, Lalisa? ─preguntó Jennie en un gritó. ──¡Eres una descarada! ¡Una sinvergüenza¡ No te llegas a imaginar todo lo que hemos pasado. ¡No te quiero cerca de mi hijo, no te quiero cerca de Leo! No mereces llamarlo siquiera hijo. Eres una cobarde. ¡Lo negaste y me insultaste!
Bien hecho, hermana.
──Leo... que lindo nombre, tan lindo como su madre. ─Lisa suspiró, seguramente viendo a Jennie a la cara mientras se limpiaba las lágrimas. ──Nini... quiero que hablemos con más calma, por favor... quiero explicarte todo.
──¡Ya cállate, idiota! ─exclamó Jen muy furiosa. ──No tengo nada de que hablar contigo. Lárgate de aquí de una vez, Lisa.
──Aquí está mi nuevo número. Cuando quieras que hablemos solo llámame. No importa la hora... por favor tómalo, Nini. ─Lisa le agarró la mano dejando la tarjeta.
No pude evitarlo y me asomé por la ventana.
──Amor, aún sigues en pijama. ─dijo el doctor en una risita.
Se acercaba Taehyung. ¡Mierda!
──Está haciendo una brisa fuerte. Te vas a resfriar.
Rápidamente él se quitó el abrigo que traía y se lo puso por los hombros mientras le daba un beso en la frente.
¡Carajo!
Qué incómodo ha de ser.
──Hola. ─Jen lo saludó con voz dulce. ──¿Podrías esperarme adentro? No tardó. ─le propusó nerviosa retirándole las manos al doctor de su cuerpo cautelosamente.
──Claro preciosa. Traje un postre de frutas para Leo. Iré a dárselo. ─comentó Taehyung para proceder a dejarle un piquito en los labios antes de entrar.
Mamá le abrió rápido y luego volvió a su posición particular.
──¡No puedo creerlo! ¿Tan rápido me olvidaste, Jennie? ─Lisa estalló al momento.
Que cara tienes Lisa, no tienes que reclamar nada.
¡Idiota, pasó prácticamente un año! Sinceramente me dieron ganas de darle un puñetazo por sinvergüenza.
──No lo quiero cerca de ti o de mi hijo. ─le exigió Lisa con el ceño fruncido.
──Estás loca. No tengo porque darte explicaciones de mi vida privada. Además, no me vuelvas a tocar, infeliz. ─Jennie arremetió con todo contra la imbécil una vez más.
──Voy a hacer parte de la vida de Leo y no lo voy a repetir. ─dijo Lisa en voz firme. ──Bien. Resolvamos esto calmadamente y en paz. Llámame, por favor. Estaré esperando tu llamada.
Sin más Lisa se dio la vuelta y caminó despacio mientras se alejaba, no sin antes dejar el ramo de rosas a los pies de mi hermana.
──Idiota. ─Jennie dió un suspiro largo y luego entró a la casa.
──Preciosa... ¿quién era ella? ─preguntó Taehyung abrazándola inmediatamente. ──Te ves estresada.
Miré a Jennie y ella tenía cara de "sálvenme".
No pude decir nada salvo sonreírle levemente intentando consolarla a la distancia.
──Esto... Me voy a arreglar, debo irme. ─dije para romper la tensión y también para huir por ende, me fuí a mi habitación al momento.
Le esperaba un día largo a mi hermana.
Me estaba poniendo la corbata cuando sentí mi celular vibrar, se trata de un mensaje de Nayeon; hace mucho no hablábamos porque siempre estábamos ocupadas.
Estoy libre hoy.
Estoy cerca de la empresa.
Avísame cuando salgas
y hablemos.
Besos.
Definitivamente tenemos que vernos, hay mucho de qué hablar.
Iba caminando por el pasillo rumbo a mis labores y gracias a la obra de Dios (sarcasmo) logré ver a la parejita del año; eran Jihyo y Tzuyu, por esa razón decidí acercarme a saludarlas.
──Hola. ─saludé contenta a pesar de que el ambiente entre ellas cambió de repente.
──Hola, Jisoo. ─me saludó Tzuyu sonriendo levemente mientras tomaba distancia de mi amiga.
──Jichuuu. ─exclamó Jihyo e inmediatamente se me abalanzó en un fuerte abrazo.
──Au... ─me quejé bajito.
──Bueno, nos vemos luego. Lindo día. ─Tzuyu básicamente huyó a paso veloz hacía el ascensor.
──Eh... ¿La incomode? ─pregunté muy confundida.
Lo que menos quería era romper el ambiente.
──No, no creo... pero, estamos en la empresa, lo que quiere decir que todo debe permanecer igual. ─respondió Jihyo con nostalgia observando hacia el ascensor.
──¿Todo bien con ustedes? ─pregunté, la notó algo triste y baja a pesar de su típica buena energía.
──Si, es solo que ella aún no está lista para nada más... ─dijo Jihyo viendo al suelo.
Ya había pasado un año después de la fiesta, lo que quiere decir que básicamente llevaban un año juntas.
Sin duda alguna todo el tema había sido caótico para mi amiga, primero debió conformarse con el hecho de que aceptará ser su novia y no su "amiga", lo cuál no fue fácil para Tzuyu en ningún sentido porque se estaba conociendo a ella misma, después de eso debi debido a la diferencia de edad Tzuyu no quiso hacerlo público, mucho menos demostrar cualquier clase de acercamiento o cualquier tipo de afecto dentro de la empresa.
Supe que eso afectaba mucho a Jihyo de diferentes maneras, por eso tan solo pude abrazarla por el cuello y la apachurré a mi un poco como consuelo, consiguiendo hacerla reír bajito.
Seguí intentando animarla en el camino por el pasillo hasta que finalmente debíamos separarnos porque somos de áreas diferentes, ella debía ir a otra zona y yo debía ir con las sobrinas de IU.
──Hey. Arriba ese ánimo. ─le grite mientras la veía irse, por lo cuál ella levantó un brazo mostrándome un pulgar arriba y me hizo reír.
No quiero que se sienta mal, ni mucho menos triste. Debo distraerla lo que más pueda.
──Llegas tarde. ─bufó Yuna de repente, lo cuál provocó que pegará un brinco del susto, ya que ella estaba escondida detrás de la puerta.
Ay.
──N-Nada de eso, llegué temprano. Aún no llegan tus primas. ─respondí entre suspiros, para luego disponerme a preparar los materiales de trabajo sobre la encimera.
──Mmm... Mi error. Siempre tan puntual. ─susurró como respuesta en mi oído mientras también se pegaba a mi espalda.
¿Ahora qué demonios le pasa?
Definitivamente desde que conozco a Yuna no he podido entender su conducta; siempre ha tenido actitudes extrañas conmigo. Se acerca de más, me roza el cuerpo en ocasiones. A veces me toca las manos cuando le explicó algo e incluso me toca la cintura a propósito para luego disculparse por ello, además, su forma de hablar es irritante porque siempre me habla con doble sentido a pesar de que no sea momento de molestar.
Siempre hace esas cosas cuando estamos a solas, porqué en cuánto llegan sus primas su actitud se transforma; se vuelve fría, es vulgar conmigo, me trata peor que a una esclava, es superficial y sumamente condescendiente.
Me confunde, me confunde mucho como compañera de trabajo porque no sé cómo tratarla, sin embargo, al final no le pongo mucha atención y sencillamente prefiero ignorarla y continuar trabajando, sola o con las demás.
Tradicionalmente cuando llegaba la hora del almuerzo a Yuna le gustaba fanfarronear sobre todos los pretendientes que tenía la universidad, hablando de chicos y de las innumerables citas que tuvo en la semana para llamar la atención.
Hacia la misma rutina cada fin de semana para torturarme y no dejarme en paz.
Es una malcriada.
──Yun-... ─no terminé de decir, puesto qué Lia entró corriendo.
Entonces Yuna se percató y me empujó disimuladamente lejos de ella.
Es una chica bipolar definitivamente.
──Hola, pequeña. ─saludé a Lia extendiéndole mis brazos en busca de un fuerte abrazo.
──Jichuuu. ─chilló Lia con la voz entre cortada y se abalanzó a mi cuerpo recibiendo mi abrazo. ──Lo siento. Tuve que correr para llegar aquí. ─hizo un puchero
Ella está sudando un poco.
──Pobrecita. Ve por un vaso de agua antes de empezar para que te refresques. No empezaré sin ti. Te esperamos. ─afirmé sonriendo y luego le di un una palmadita en los hombros.
Honestamente desde que la conozco le tengo un cariño especial a Lia, tal vez por ser la más pequeña y por su inmensa ternura en cada ocasión que convivimos juntas. Además, a pesar de su edad es la más obediente A diferencia de otras...
──Está bien, no me tardo nada. ─aseguró Lia volviendo a salir.
Lo cual me hizo reír recargaba mi cuerpo contra la encimera.
──Hum... ¿Para mí no hay beso de bienvenida? ─preguntó Yuna con sorna poniendo sus manos a cada lado de la encimera, acorralándome.
──Nunca has permitido que te abrace o te saludé de beso. De todas formas no es necesario. ─le dije sin interés alguno.
Me aburre demasiado su bipolaridad.
──Claro que es muy necesario. Quiero que me beses. ─lo dijo muy bajito. ──Qui-Quiero decir, que me saludes igual. ─Yuna corrigió rápidamente viendo al suelo.
──Bien. ─dije floja y luego le di un beso en la cabeza rápidamente porque ya quería empezar a trabajar de una buena vez.
──Jichu, mi tia dice que Wendy no vendrá hoy. ─comentó Lia mientras veía la pantalla del celular a medida en que iba entrando.
──Realmente eso no me sorprende. ─dije entre risas.
Para nadie es un secreto que Wendy es la favorita de IU y hacia lo que quería en la empresa.
──Ahora sí. ¿Qué haremos hoy? ─preguntó Lia con mucho interés.
──Chocolates, ¿Qué te parece? ─le pregunté brindándole una sonrisa a la pequeña, entonces, giré mi cabeza con el propósito de solicitarle algo a Yuna, no obstante ella ya se encontraba fulminándome con la mirada sin motivo alguno.
Lo que faltaba.
──No. Ya no quiero hacer nada contigo. ─sentenció furiosa y luego salió azotando la puerta.
──Maleducada. ─musito Lia.
Wendy y Yuna siempre hacían lo que les daba la gana y nadie les llamaba la atención y, yo no iba a ser la excepción, al final del día siempre éramos Lia y yo haciendo el trabajo.
──Yuna es agotadora. ─suspiré pesadamente. ──No importa. Empecemos, lávate las manos. ─le pedí a la pequeña.
──Eso es porque tú le-... ─Lia no terminó de hablar porqué Yuna entro rápidamente una vez más y le cubrió la boca con la mano.
──Cambie de opinión. ─sentenció Yuna lanzándole una mirada asesina a Lia.
──Ya. Como quieras. ─dije sin interés.
Como también era habitual unos minutos después mientras trabajamos y una comenzó a hacerle comentarios molestos a Lia y logró molestarla un día más.