Adventure Of Tomorrow

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Ian sacó su espada del cuerpo ahora carbonizado de Jack.

"Al final, esto no fue ni remotamente emocionante..." murmuró Ian para sí mismo. Blandió su espada una vez y efectivamente se deshizo de la sangre antes de envainarla en su lugar.

Estaba medio esperando que alguien fuerte apareciera de repente para salvar a Jack, pero al final, este era el mundo real y no era muy probable que algo así sucediera.

Miró a la persona ahora muerta una vez más antes de chasquear la lengua y girar hacia un lado.

Matar gente siempre le dejaba un mal sabor de boca. No lo disfrutó, eso era seguro. Y si alguien lo hiciera, probablemente esa persona estaría loca.

Consuelo en la gente de la que se disponía a ser malvado es lo único que lo consoló. Al igual que con Jack esta vez. Se alegraba de que Jack fuera un tipo bastante malvado.

Sacudiendo la cabeza ante esto, examinó su entorno.

Sus ojos se posaron en su tripulación prácticamente destruyendo a los piratas bestias antes de reír y comenzar a caminar con calma hacia la gente de visones que estaban liderados por Nekomamushi e Inuarashi.

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Por otro lado, los dos gobernantes tenían sentimientos encontrados. Ambos estaban felices y tristes.

No se trata de la impresionante demostración de fuerza por parte de Ian, no.

La felicidad era obvia ya que Ian había ayudado a su país y prácticamente habían ganado una guerra sin muchas bajas, que era algo que esperaban.

Y ver la fuerza real de Jack confirmó esa suposición de ellos. A menos que, por supuesto, hubieran usado la píldora lunar.

En cuanto a la tristeza y la culpa... no se trataba de que Ian se presumiera, no que lo hiciera a propósito, sino que le habían ocultado algo.

Dado que luchó en esto con ellos, tenía derecho a saber por qué estaban siendo atacados. Los visones eran honorables como tales, se sentían culpables por esto.

Compartieron una mirada antes de que cada uno de ellos asintiera.

Resolvieron contarle su secreto en un futuro próximo. Por supuesto, solo después de consultar con sus próximos amigos.

Pero tener a Ian como aliado era reconfortante, por decir lo menos.

Cuando Ian los alcanzó, ambos le hicieron una pequeña reverencia en reconocimiento por su ayuda. Y pronto todos sus seguidores hicieron lo mismo.

Ian miró con los ojos muy abiertos por un segundo.