¿Amor o amistad? Segunda parte. (Super Junior-Yaoi)

Capítulo 34 "¿Cómo me puedes decir eso?" (Eunhyuk)

-¿No te has dormido? Es tarde.-dije.

-¿Qué tal la cita?-inquirió con rintintín.

-Bien.

-¿Bien? ¿Os habéis acostado?

-¡Donghae!

-¿Qué? No sería la primera vez…

Suspiré. Me quité la camiseta y la lancé al suelo. Me puse la parte de arriba del pijama y luego me quité los pantalones y me puse los del pijama.

-¿Has aclarado algo en tu mente?-pregunté.

-¿Cómo qué?

-Cómo si te apetece que te bese…-musité.

Ahora yo era libre, podía volver a besarle. Después de tanto tiempo, me moría por besar sus labios.

-…Por más que lo intento no lo veo…Normal. No sé… Es que… Somos dos chicos.

-Pero me dijiste que estabas celoso y que no querías que fuese de nadie.

-Y lo sigo pensando.

-¿Entonces?

-Es difícil.

-No lo era antes… Antes tú querías besarme… Te encantaba.

-Pero no soy el de antes. Además, seguro que besas a esa…

-Vale ya con el tema.

-¿Cuándo la vas a dejar? ¿Eh?

-Para empezar tú me dijiste que me lanzase. Por eso lo hice. Así que…

-¿Ahora es mi culpa? Claro, yo te puse el condón en la mano y te dije, tíratela.

-¡Ya vale!-le grité- Ya la he dejado. ¿Contento? Pero para qué. Total, al menos ella sabía lo que sentía por mí, no como tú que ni te atreves a besarme.

Quizá me pasé, pero había llegado a mi límite. No podía más. Primero tener que pasar por su amnesia y ahora tener que lidiar con sus líos en su cabeza y sus puñales.

Ninguno de los dos dijo nada más. Nos limitamos a dormir, aunque me costó lo mío.

Por la mañana, cuando nos levantamos fuimos directos al comedor, sin decirnos nada y nos quedamos de piedra al ver la escena. En la cocina estaban Kyuhyun y Sungmin… ¡Madre de dios! Sungmin llevaba delantal y estaba de cara al mármol. Detrás de él estaba Kyuhyun, abrazado a su espalda, con su mano bajo el delantal de Sungmin y como éste tenía la cabeza ladeada, se estaban besando. Pero besarse es quedarse corto… Podíamos ver sus lenguas.

Donghae se agarró a mi manga y me apretó. Alucinado.

-¡Eh!-espeté.

Los dos se soltaron y nos miraron aturdidos.

-Creíamos que dormíais… -se limitó a decir Sungmin.

-Nosotros no…-dijo Kyu.

-No lo desmientas. Creo que Hae no se creería que eso eran unos “buenos días” entre hyungs.-respondí y me senté en el sofá, zafándome de mi “amigo”- Ves, ellos se besan y les gusta. No es nada malo.

-¡Oh no hyung! Es muy bueno.-respondió Kyuhyun corriendo hacia él- Yo al principio pensaba que estaba mal y eso, pero… Te aseguro que está muy bien.

-Kyu… ¿Vosotros sois…?

-Novios.-terminó la frase él.

-¿Novios? Y os dais besos…

-Ya hemos pasado de eso.-dijo con sinceridad.

Miré a Sungmin y esté se tapó la cara avergonzado.

-Dios Kyuhyun, mantén tu boca cerrada. ¿Quieres?-le reprendió.

-Ups… Perdón.

Así que ya lo habían hecho. Me había pedido consejo de dónde hacerlo, y estaba claro que lo habían llevado a cabo. Me alegré por ellos. No había nada mejor que estar con la persona que amas. Le sonreí a Sungmin y él se puso rojo como un tomate.

Aquel día ensayamos todos juntos para no perder fondo y terminé reventado. Cuando fuimos a las duchas volví a ver una escenita “Kyumin”. Parecía que les había gustado mucho el sexo, porque parecían hormonados. Que suerte tenían… Yo llevaba ¿Cuánto? Buf, una eternidad… Porque lo de Hyo Yeon no contaba. No era lo mismo.

Al salir del vestuario me encontré precisamente con ella.

-Hola.-la saludé.

-Hola. ¿Cómo te va?

-Bien… ¿Tú lo llevas bien?

-No te preocupes por mí. No es mi primer desengaño amoroso.-sonrió tranquila.

-Lo siento de verdad. Parece que te utilizase…

-Sé que no lo hiciste. No siento nada de lo que pasó. De verdad.

Me abracé a ella, achuchándola. Era tan buena. Luego le di un beso en la frente y me incliné despidiéndome.

-Hasta mañana.-dijo de buen humor.

Me giré sonriendo pero se me borró la sonrisa al encontrarme de cara a Donghae. Mierda… Ya sabía lo que tocaba. Bronca, discusión y malas palabras. Me cogió de la mano y me metió en los vestuarios, que ya estaban vacíos.

-¿Qué estabas haciendo?

-Hablando con una amiga.-fui sincero.

-¿No habíais roto? ¿Por qué la abrazabas? ¿Por qué el beso?

-Porque me apetecía.-me crucé de brazos.

-¿Cómo me puedes decir eso?

-Pues como puedo decirte que en realidad me muero porque me beses pero cada vez lo veo más lejos.