Capítulo 29 "Celos" (Leeteuk)

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-¿Qué...haces?-inquirí nervioso.

-Llevabas la bragueta abierta. Solo la cerraba.-dijo burlón y se apartó- ¿Tan necesitado vas?-alzó una ceja- Ya piensas en verde...

-¡No! No es eso... Es que...

-Esta noche a las tres de la madrugada quedamos aquí. –sonrió- ¿Te parece bien?

Aquello era una locura. Si nos pillaban estábamos muertos... Sería el fin de nuestras carreras y nuestras vidas, pero realmente él tenía razón. Si que había pensado en ello aquellos días. Y con todo lo de Kangin necesitaba desahogarme con él... Dejar de pensar en aquella mierda.

-A las tres.-asentí.

-Qué fácil es convencerte.

-Ni una palabra más.-miré hacia detrás.

-Como quieras.

El día se me hizo eterno. Iba nervioso por todos lados pensando que alguien podía darse cuenta. Aquellos casi dos años se me harían interminables a ese paso. Porque no podríamos estar tranquilos hasta salir. Cada vez que me cruzaba con Kangin por algún lado notaba su mirada, por suerte no era demasiado a menudo. Éramos demasiados allí como para toparme con él cada dos por tres, y además a él le quedaba poco para salir y volver con el resto. Entonces al menos tendría paz durante mucho tiempo con respecto a ese tema.

Cuando llegó la hora de acostarnos me metí en la cama como todo el mundo y me quedé con los ojos abiertos. No podía ponerme el despertador porque otros lo escucharían, así que debía mantenerme despierto hasta la hora o perdería la oportunidad. Y no solo eso, dejar plantado a Heechul sería peor que cualquier cosa. Se enfadaría y se sentiría indignado y adiós sexo el resto del reclutamiento.

Me costó bastante mantenerme en vela pero lo logré. Y cuando fue la hora me levanté. Los soldados a los que les tocaba guardia me saludaron al pasar por el pasillo. Debería ir deprisa o nos pillarían. Pero pensándolo bien, podría taparlo como que iba al baño a hacer de vientre. Cualquiera puede tardar ¿no? Me relajé un poco cuando entré al cuarto de baño y lo vi vacío. No había nadie. O eso creía. Alguien me tapó la boca desde detrás y me arrastró hasta las duchas. Me llevé el susto de mi vida, pero no era otro más que Heechul.

-Me has dado un susto de muerte...-susurré.

-Menos hablar y mas follar.-dijo él en voz baja.

-Eres menos fino...-meneé la cabeza.

Pero él ya se estaba arrodillando en el suelo y bajando mi pantalón de pijama. Noté sus manos sobre mi sexo y gemí tapándome la boca. Me apoyé contra la pared de la ducha y dejé que mi amigo hiciese su faena, notando como su lengua me proporcionaba aquel placer que tanto me gustaba. Acaricié su cabeza lentamente sintiendo la corriente que se dispersaba por mi cuerpo y tuve que morder mi mano para no dejar escapar gemidos o jadeos.

Le hice levantar y metí mi mano en su pantalón. Su expresión cambió. Cuando practicábamos sexo me había fijado que su semblante cambiaba. Se suavizaba y se relajaba. Era como otro Heechul. ¿Pasaría lo mismo con mi cara?

Empecé a mover mi mano con ritmo y se le pusieron los ojos en blanco. Se aferró a mi camiseta mientras se mordía el labio y entonces se apartó de golpe. No hizo falta preguntar qué sucedía, se bajó los pantalones y apoyó las manos contra los azulejos doblando el cuerpo y separando las piernas, preparado para que le penetrase.

No tardé en hacerle caso. Le penetré y no pude evitar jadear. Su culo estaba apretado y aquello me encantaba. Pero me dificultaba el poder moverme, así que le hice abrir un poco más sus piernas y le pedí que se relajase un poco. Embestí poco a poco cogiendo un buen ritmo mientras le masturbaba hasta que noté como el orgasmo estaba a punto de llegar. No estábamos usando preservativos porque no era algo que pudieses comprar o tener allí. Pero como sabíamos que ambos estábamos sanos no me preocupaba ese tema.

-Voy a...-susurré.

-Espera...-pidió.

Pero me preocupaba el tiempo. ¿Y si llegaba alguien? Si nos pillaban así... Eso me excitó. Era un maldito pervertido. ¿Cómo podía excitarme eso? No le di muchas vueltas ya que de poco serviría, pero entonces noté como empezaba a temblar el cuerpo de mi amigo. Él también estaba apunto.

-¿Ya?-inquirí.

-Sí...Ahora sí...-afirmó.

Aceleré el ritmo y noté como estaba a punto ya de correrme. Así que salí de dentro de él y cuando iba a intentar terminar yo solo, él tomó mi pene y yo el suyo y lo hicimos así. El uno al otro.

En seguida nos subimos los pantalones y nos lavamos las manos. Justo entonces entró un chico medio adormilado que apenas nos prestó atención y lo agradecí, ya que yo estaba rojo y sudaba por los nervios. Luego se fue y yo suspiré.

-Por qué poco...

-Sí. Buenas noches.-se limitó a decir Heechul.

-Buenas noches...-respondí un tanto confuso.

¿Por qué parecía afectarle tan poco todo? Ojalá yo fuese como él. Pero siempre había sido así. Solo le había preocupado el chino. ¿Volverían ellos dos a estar juntos? Realmente no habían terminado mal...Kangin y yo éramos distintos. No habíamos llegado a tener lo que ellos. Y eso en cierta manera me daba celos. 

¿Amor o amistad? Segunda parte. (Super Junior-Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora