¿Amor o amistad? Segunda parte. (Super Junior-Yaoi)

Capítulo 7 "Te odio" (Eunhyuk)

Siguió en silencio. Tal vez estaba cansado.

Me eché la mochila al hombro y salí de allí sin apenas mirarle. Cuando me instalé en el hotel, llamé a Leeteuk. La verdad es que me había ido sin hablarlo con él porque no estaba en casa en ese instante, pero cuando se lo conté por teléfono me dijo que opinaba como Siwon. Que ellos se encargarían de Donghae.

Dormí bastante bien, pero porque me tomé pastillas. Como no tenía que preocuparme por si necesitaba mi ayuda por la noche, podía tomarlas tranquilamente. Incluso apagué mi móvil. Y por la mañana, cuando me desperté y lo encendí, vi que habían bombardeado mi teléfono a llamadas. Tanto la madre de Donghae, como su hermano, como los miembros de Suju. ¿Qué había pasado? Llamé corriendo a Siwon y por suerte me lo cogió al momento.

-¿Qué pasa? ¿Ha pasado algo malo? ¿Por qué todos me habéis llamado?

-Donghae se ha encerrado en su cuarto. Cuando quisimos entrar no pudimos. Hemos tenido que tirar la puerta abajo, y lo hemos encontrado llorando, pero no sabemos por qué. No habla. Llamamos al médico y ahora está en el hospital de nuevo. Pero sigue sin abrir su boca. Solo llora. Nada más. Ni tan solo nos mira.

Aquello era mi culpa. Por irme. Por dejarle. Tenía que haber estado ahí, vigilándole. A su lado. Era una mierda de novio y de persona. Había pensado en mí mismo antes que en él. Como la noche anterior ni siquiera me había puesto el pijama, o sea, que había dormido con la ropa, salí corriendo hacia el hospital. La prensa no se había enterado así que estaba a salvo de eso.

-Menos mal.-Siwon suspiró al verme- Tenemos la esperanza que contigo hable. No quiere comer, ni quiere hablar, ni se deja medicar. Ahora han entrado a ponerle una inyección de un relajante.

En ese justo instante se escuchó a Donghae gritando y cosas golpeando contra el suelo o paredes. ¿Qué le estaban haciendo? Entré en el cuarto y una enfermera me dijo que saliese, pero, no lo hice. Estaban intentando sujetar entre tres personas a Donghae para que el doctor le pinchase el calmante. Y él gritaba y se revolvía con fuerza.

-Si no sale, ayúdenos.-exigió la mujer.

Nuevamente me puse a llorar. La mirada de Donghae se cruzó con la mía. Tenía los ojos hinchados y rojos, pero no caían lágrimas. Era como si se hubiera secado. Además respiraba con dificultad.

-Doctor… No le ponga eso… No quiere…-pedí.

-Lo necesita. Necesita calmarse.

-Yo me ocupo de él.-indiqué.

-No. Necesita calmarse primero.

Volvieron a intentarlo pero mi chico se opuso de nuevo. El problema era que se quedaba sin fuerzas. Y ver la desesperación en sus ojos me llenó de impotencia. No. Nadie haría nada en contra de su voluntad. Nadie le tocaría si él no quería. No me lo pensé y me metí en medio, empujando a las enfermeras y al doctor.

-¡¡¡He dicho que nadie le va a poner nada!!!-grité fuera de mí.

Me miraron perplejos y se hizo un silencio sepulcral, solo roto por los sollozos y jadeos de Donghae y míos.