El Entrenador Distante.

Capítulo 35: Conteo Regresivo.

Luego de visitar el centro Pokémon donde convivio un rato con la enfermera residente, quien al verlo se pegó a él como un Heracross a la miel, seguidamente de comprar un gran y ostentoso pastel de chocolate en una de las pastelerías abiertas, regreso a casa a cumplir con su palabra, puesto justo ahora Allen estaba sentado en la mecedora de su patio trasero, con la niña en sus piernas mientras ambos comían pastel, observando como Arisa sometía y arrastraba a la que en su momento pudo ser su nuera y la hermana de ésta en su entrenamiento.

-Ella en serio que no tiene piedad con nadie.

La pequeña en sus piernas gruñía de felicidad, debido a lo que comía y de las caricias del Allen en su cabeza.

-No vayas a ensuciarte el Mameluco Nora, come despacio, el chocolate no se quita fácil. –Hablo con calma escuchando los gruñidos de respuesta de la Quimera quien solo le sonrió y vio como él le limpiaba la boca con el dedo. –Mucho mejor. Oye Má, no estás siendo muy rudas con ellas?

-Dijeron que las entrenara como los entrene a ti y a Aurora, más bien estoy siendo suave con ellas.

-Haaa... Solo procura no pasarte mucho.

-No te prometo nada Cielo. Están muy fuera de forma las dos, y en ese estado no nos sirven.

-De ser una General, muchos le hubiesen tenido miedo, incluso Papá, aunque él nunca la contradijo en anda, puede que ya le tuviera miedo. –Susurro para sí mismo, notando a la Ente que se acercaba hacia ellos con algo de curiosidad.

-Siila, qué tanto sabemos de Pheromosa?

-Sr. Pheromosa es la UE-02 Elegancia. Puede recorrer grandes distancias en poco tiempo. Se ha dicho que puede eludir los rayos de una tormenta. Cualquier Pokémon que vea a Pheromosa perderá el deseo de luchar debido a su belleza, eso se cree, está relacionado a la capacidad de la Ente de liberar unas feromonas que adormecen y cautivan a su oponente sin importar su género.

-Eso es bastante Interesante, pero esta Pheromosa no se ve como las otras que he visto.

-Sr. Es una Pheromosa Shiny.

-Shiny? Hace años que olvide esa palabra. No creí toparme con uno de esos nunca. Es como encontrar una persona albina sabes, es algo raro, pero sigue siendo una persona.

El curioso ente, se acercó hasta estar a unos 2 metros de ellos, mirando a la niña comer y al Muchacho que la sostenía.

-Despertaste bien? lamento lo de anoche, apareciste en el lugar y en el momento equivocado. –Hablo Allen notando como ella escuchaba atentamente a lo que decía, pero sin despegar los ojos del pastel que tenía al lado. –Debes tener algo de hambre por correr tanto.

Con un gran trozo de pastel en un pequeño plato de cartón, el hombre de la casa se lo extendió a la ente quien se acercó con cuidado para verlo de cerca, y en cuanto lo probó simplemente se sentó cerca de su Nuevo Entrenador para comer con una gran sonrisa en su cara.

-Provecho.

-Sr. Ya tengo los análisis que pidió sobre Pheromosa.

-Guárdamelos por ahora Siila, no creo que Nora me vaya a soltar en un rato, terminaste con los mapas de las Ciudades que te pedí.

-Así es Sr.

-Perfecto, debo esperar a que Nora se duerma, si es que lo hace, o al menos que coma hasta llenarse antes de poder bajar a ver todo eso. –Hablo posando su atención de la pequeña en sus piernas las cuales ella sujetaba con su cola impidiendo que pudiera moverla, la Ente a su lado que comía pastel con gran alegría mientras lo miraba de vez en cuando. –Está bueno?