El Entrenador Distante.

Capítulo 14: Las Depredadoras.

Luego de una larga, compleja, y detallada explicación, tanto Albedo como Cynthia pusieron a Megumi al día con el cómo llevaban ellas las cosas con respecto a su marido.

-Y eso es lo que debes hacer. –Termino de explica Albedo mientras se estiraba en su cómodo asiento y notaba la cara de la entrenadora. –Sí, puedo entender tu cara, pero es lo que hay que hacer, y aun así, siempre se nos olvida alguna y allí es donde aprovechan... Maldita seas Lusamine y tu supuesto viaje de investigación en Alola!

-Un momento, Lusamine!?

-Linda, no somos solo las que estamos en casa.

-Exacto, fuera de nosotras de Aurora y de Nirvana, esta también Bea, y nosotras somos solo las oficiales.

-Las oficiales, pues cuántas hay?

-Tal vez unas cinco después de nosotras. –Respondió Albedo luego de contar en su mente por unos segundos.

-Tendrás que adaptarte a eso, claro te puedes tomar tu tiempo, pero ya tienes la idea de cómo es todo para nosotras.

-Debemos ir a atenderles a los niños, este lugar es muy grande y no quiero que se alejen mucho, Jack tal como su Padre, es muy curioso.

-Tehehe que bueno es ser joven, hay querido de estar aquí seguro estarías muy contento de ver las cosas que le pasan a tu hijo. –Sonrió Arisa al recordar a su esposo.

El tiempo avanzo en ese tranquilo reino, debido a la llegada de su Rey, la gente estaba contenta y celebrando cosa que siguió aun después de que la noche cayó de alguna manera, justo ahora podíamos ver a la Entrenadora mirando por un gran ventanal.

-Cómo es que se hizo de noche... estamos bajo tierra.

-Son cristales de luz. –Respondió Allen posado detrás de ella. –Un mineral que hay por toda la superficie, están conectados con la superficie a través de largos campos del mismo, bajo el agua, cuando el sol los ilumina desde arriba ellos brillan he iluminan este lugar como si fuera de día, y en la noche al sol irse, su brillo apacigua quedando ese tenia azul oscuro que puedes ver.

-Es muy hermoso.

-Es cierto.

Megumi se giró para ver a Allen a los ojos y sonreír antes de abrazarlo con cariño.

-Gracias por permitirme venir contigo a este mágico lugar.

-Cuando encontré este lugar tenía la misma sorpresa de todos, creí que encontraría ruinas de una civilización antigua, no esperaba encontrar todo esto, para luego enterarme de que era el legítimo heredero al trono de esta gente.

-Fue difícil para ti adaptarte a eso?

-Un poco, pero al ser un pueblo autosuficiente fue poco lo que necesitaron de mi intervención, al recorrer las calles me di cuenta de eso, solo necesitaban unos pequeños empujones y con eso fue que los ayude.

-Cuanto tiempo has estado aquí?

-Sumando todo el tiempo en total, como ocho meses.

-Te gusta venir aquí?

-Es un buen lugar para pasar el tiempo, su cultura es fascinante, y su gente es sumamente amable, me gusta estar aquí.

-Ya veo, tiene razón, estar aquí es relajante.

-Ya te instalaste en tu habitación?

-Sí, me dirigía a mi recamara pero me detuve aquí un momento y me embelese mirando el cielo y a la gente allá afuera, es un pueblo muy alegre, festejan el regreso de su Rey verdad?