Capítulo 10: Ojos en todas partes.

187 27 1
                                    

A la mañana siguiente, Allen despertó en compañía de sus Esposas, todas desnudas y sonrientes se aferraban a su pecho, hasta que este se sentó en la cama.

-Sara.

-Sr.

-Prepara las celdas de energía y los pilares, quiero terminar con eso hoy. También quiero que busques en los registros la última localización confirmada de Salomón Salazar. Manda un mensaje a todos que deben estar al pendiente de ese sujeto con la fotografía más reciente que se tenga de él y también el que iré a verlos a todos. Red ya debió poner a los demás al día con lo que paso con el Vice-Presidente.

-Ya estoy en eso Sr. Algo más?

-Eso sería todo por ahora.

Allen se estiro un poco haciendo tronar un poco sus huesos en especial los del cuello, causando que las féminas reaccionaran poco a poco.

-Cariño...?

-Corazón qué ocurre?

-Ya es de mañana?

-Aún es temprano, los niños no despertaran aún, pueden descansar un poco más, dejare la habitación a oscuras para que el sol no las moleste.

Siguiendo su voz, las tres regresaron a su descanso. Tras ver a sus mujeres dormir tan tranquilamente, simplemente se desmaterializo y reapareció fuera de la cama.

-Lo mejor ser prepararse, hay mucho por hacer hoy.

Poco después Allen ya se encontraba bañado y con la ropa que usaría durante el día, siendo esta una gabardina muy al estilo que lo ha caracterizado siempre, de un tono gris oscuro, que bien escondía todos los artilugios que resguardaba en sus ropas, desde sus armas, hasta cualquier cosa que pudiera necesitar.

En silencio entro a la habitación de sus retoños para verlos dormir tranquilamente y acariciar y besar la cabeza de cada uno de ellos desde la más grande y malcriada hasta el más pequeño.

-Hora de trabajar.

Mientras tanto en otra parte del mundo.

Un hombre se alistaba para salir, guardando varias cosas en un portafolio mientras era ayudado por sus dos pequeñas y alegres acompañantes.

-Paso mucho desde que fuimos a casa, ojala todos estén bien.

La puerta de su oficina se abrió dejando ver a la chica que entraba con calma para ver al hombre.

-Sr. me entere de que va a salir por unos días.

-Así es Risa, debo ir a ver unas cosas, será por corto tiempo, tal vez para mañana en la tarde ya este por acá nuevamente.

-Quién se quedara a cargo mientras usted no este?

-Eso es mi simple Risa, tú te quedaras a cargo.

-... Eh?

-Así es, todo lo dejo en tus manos, sé qué harás un trabajo excelente como hasta ahora.

-P-Pero Sr dejarme a mí a cargo!

-No sería la primera vez Risa, y ahora solo debes tener en cuenta el curso y que todo esté en orden, será solo hasta mañana, notaras que no es una verdadera dificultad, incluso podrías considerarlo un día libre.

-Entendido Sr.

-Si pasa cualquier cosa sabes que puedes llamarme.

-Procurare de que no es así, para que no tenga nada de qué preocuparse.

-Bien. Señorita es hora de irnos. –Anuncio el hombre para que las Pokémon se posaran en sus hombros y sonrieran. –Hasta pronto Risa.

-Hasta pronto Sr. Salomón.

El Entrenador Distante.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora