El Entrenador Distante.

Capítulo 02: La Isla Kurokiba.

Para el anochecer todos los ataques cesaron por completo y una intranquila calma cubrió la noche en las destruidas ciudades, en donde el único brillo apreciable era el de los incendios que cubrían la mayoría de ellas.

-Sr. Salomón todo salió según lo planeado. –Anuncio la mujer luego de entrar a la habitación donde el Hombre se encontraba. –Pero al parecer perdimos varias unidades mecánicas a lo largo de varias ciudades desde Kanto hasta Galar.

-Como era de esperarse, sabemos la causa de eso?

-Creemos que fue Spectra Señor.

-Entiendo, así que si apareció, no era de extrañar luego de nuestro pequeño alboroto. Por suerte los robots estaban diseñados para destruirse a sí mismo sin dejar rastros en caso de una falla.

-Todo salió según lo planeado, no han podido reponer la energía en ninguna de las Regiones, las personas abandonaron las ciudades para busca refugio en otra parte.

-Siguen un patrón de comportamiento muy predecible, igual no le dimos muchas opciones de que hacer.

-Destruimos toda las tiendas donde pudiera vender PokéBalls Sr. Salomón, podríamos decir que todos los Pokémon son libres nuevamente, luego de hackear los sistemas de las PokéDex, todos los Pokémon fueron liberados de esas granjas. Todo sucedió tal como usted dijo que pasaría.

-Podemos liberar a los Pokémon de sus prisiones, pero no podremos romper el lazo que hay entre esos Pokémon y sus Entrenadores. Dependiendo del caso, el Pokémon puede irse y ser finalmente libre, o puede que vayan tras su Entrenador por miedo a que este le hubiese ocurrido algo. Cual sea el caso, ya no son prisioneros y eso es lo que buscábamos. –Pauso el hombre para ver a la mujer con tranquilidad. –Que todas las tropas se replieguen, por ahora hay que esperar a ver como se desenvuelven las cosas, y así saber cuál de los planes debe seguir. Todo salió muy bien, como para arruinarlo a estas alturas.

-Entendido Sr. Salomón.

-Buen trabajo en Kanto Risa, estoy impresionado con tu desempeño en el campo. De todos los equipos que enviamos, el tuyo fue el que más rápida y limpiamente trabajo.

Esas palabras dibujaron una gran sonrisa en el rostro de la mujer el cual se ilumino antes de responder.

-Muchas Gracias Sr. Salomón, me esforzare para siempre superar sus expectativas.

-Puedes ir a descansar Risa, tú y todos los demás se merecen un muy merecido reposo.

-Se los hare saber enseguida Sr, que tenga una muy buena noche, si necesita cualquier cosa, solo dígame.

La mujer salió por la puerta y un Pokémon entro al mismo tiempo que ella, solo para avanzar hacia el hombre frotándose un poco contra él y así llamar su atención.

-Dormiste bien Manaphy? –Pregunto él, acariciando con cuidado la cabeza del Pokémon mirando como este gruñía en respuesta. –Qué bueno, estaba preocupado por que no estuvieras descansado correctamente, me alegra saber que me equivoque. Debes tener hambre, qué te parece si ambos vamos por algo de comer?

Contenta la Pokémon gruño y se posó en el hombro del hombre para ambos dejar la habitación.

Mientras tanto en algún punto bajo la superficie de Kalos, podíamos ver a muchos agentes correr de aquí para allá mientras trataban de solucionar la locura que ocurría sobre sus cabezas.

Las señales con las otras bases se habían perdido por lo que estaban a ciegas, y sin saber cómo actuar.

-Agente qué pudo encontrar? –Pregunto el Supervisor Lucas.

-Nada de nada, no quedo rastro de ellos en ningún lugar, simplemente se desaparecieron, esperaba poder atrapar uno y traerlo, pero no hubo suerte. –Hablo el agente mientras bebía algo de café.