Capítulo 16: Orillas del Lago Valor.

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Con su victoria ya declarada, Allen se acercó a sus Pokémon para felicitarlos a todos.

-Todos lo hicieron muy bien chicos, estoy orgulloso, fue una batalla excelente, sé que la última vez tuvimos problemas, pero como pudieron ver, podemos cambiar las cosas con solo corregir algunos detalles.

Los Pokémon sonrieron al recibir las palabras de su Entrenador, ahora había unas claras diferencias de tamaño, desde Kanna siendo la más notoriamente pequeña, seguida de Lux, quien aun con su intimidante tamaño, al Lado de Lion se veía algo pequeño.

-Allen me ganaste justamente. –Sonrió Brega al ver lo bien que el Muchacho se llevaba con los Pokémon. -Como Líder del gimnasio de Rocavelo, te entrego esta medalla, con gran alegría debido al gran encuentro que tuvimos.

El Entrenador a escuchar eso dejo de acariciar a sus Pokémon para ponerse de pie y acercarse a la líder.

-Gracias, y gracias por darme uno de los combates más emocionantes que he tenido desde que estoy por aquí. –Sonrió tranquilamente al tomar la medalla en su mano.

Al ver la sonrisa sincera que adornaba el rostro del chico, la Líder se ruborizo un poco, debido al sobresalto que le dio su corazón.

-Solo hice mi trabajo es todo... -Susurro desviando la vista para que él no la viera de esa forma.

-Vas al centro Pokémon Brega? –Pregunto Allen en lo que se acercaba a su Arcanine para acariciar su melena.

-Sí, tengo que restaurarle la salud a mis chicos después de todo, fue una batalla muy ruda, debo asegurarme de que estén todos bien.

-En ese caso ven conmigo, te daré el aventón, veras hay algo que he querido hacer en este lugar desde que llegue aquí.

-Y qué es?

Momentos después, podíamos ver una gran mancha naranja se vio corriendo grácilmente por el perímetro del Dojo hasta de un gran salto a la pared salir del lugar y así poder correr ágilmente por la carretera.

-Por esta razón no quería una bicicleta. –Confeso Allen mientras se aferraba con cuidado a la melena de su compañero y sonreía al ver lo rápido que este se desplazaba por el camino.

-Vamos muy rápido! –Grito la Líder sujetándose fuertemente de la cintura de Allen mientras tenía los ojos cerrados.

El muchacho al percatarse de eso, decidió posponer un poco se experimentó de velocidad.

-Amigo, ve un poco más despacio, nuestra pasajera no está acostumbrada a ir a monta.

Escuchando claramente a su Entrenador, desacelero poco a poco sus grandes zancadas hasta ir a una velocidad menos vertiginosa y calmada.

-Así está bien? –Pregunto Allen girando un poco la vista para ver a la chica.

Ya para ese momento, Brega se había percatado de lo fuerte que iba abrazada de Allen, además de poder captar claramente el olor que el despedía, un olor agradable y algo embriagador. Al percatarse ella misma de todo eso, su vergüenza no la dejo mostrar el rostro debido a lo rojo que ella misma lo sentía estar.

-Sí... está bien así...

-Sabes acabo de recordar una cosa. –Comento el Muchacho mirando al frente. –No tuve la oportunidad de entrenar contigo.

-Entrenar?

-Así es. Eres una de las mejores luchadoras descalzas que hay por aquí, sería bueno ver que tan buena eres por mí mismo, sería algo interesante de ver.

El Entrenador Distante.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora