El Entrenador Distante.

Capítulo 19: Ataque a la Organización.

Saber eso hizo que el semblante de Allen normalmente tranquilo cambiara a una notable preocupación y angustia.

-Se llevaron a tu Pokémon. –Reafirmo la Enfermera.

-Quienes? –Pregunto seriamente ladeando su visión hacia la Oficial Jenny.

-Un grupo de Contrabandistas, hemos tenido problemas con ellos por toda la Región. Son muy buenos, no dejaron rastro de lo que hicieron aquí.

Al escuchar las palabras de la oficial, Allen miro a la Enfermera. Algo no cuadraba bien con ella, estaba muy calmada, tranquila, como si la noticia de que todos esos Pokémon enfermos y lastimados no la afectara en lo más mínimo, cosa que para una verdadera Joy, todos saben que no era posible.

-Lux.

De su PokéBall, su tipo eléctrico salió y se posó a su lado.

-Dónde los tienen? –Pregunto el Muchacho encarando directamente a la "Enfermera."

-Por qué me preguntas eso a mí!? –respondió la Enfermera con sorpresa a la pregunta.

-Lux dime, se aceleró verdad?

Los ojos de su Pokémon brillaban, y estaban posados en el pecho de la chica más exactos en su corazón afirmando la pregunta de su Entrenador.

-Lo sabía, desde el primer momento que te vi, algo no cuadro contigo. Quién eres tú y donde está la Enfermera Joy?

-Qué te pasa? yo soy Joy!

-Estas mintiendo.

-Oye chico que estas insinuando? –Pregunto la oficial al ver la seriedad con la que Allen hablaba.

-Ella no es Joy. Ninguna Enfermera estaría tan tranquila al saber que todos esos Pokémon fueron alejados de sus dueños y que ninguno de ellos está curado, ahora dime, donde está la enfermera Joy?!

La chica empezó a retroceder lentamente, pero su vía fue bloqueada por un intimidante Luxray.

Sabiendo que no podía amenazarla con su arma teniendo a la oficial a un lado, recurrió a otros métodos.

-Miia, usa estrujón.

Sacando a su Milotic de su PokéBall, esta sin cuestionar se enrollo rápidamente sobre todo el cuerpo de la mujer hasta los hombros, para empezar a ejercer presión con su pesado y musculoso cuerpo.

-Haga lo que haga, no interfiera por favor oficial, quiero que escuche su confesión.

-Por favor Jenny ayúdame, este tipo me está lastimando.

-Miia aprieta un poco más por favor.

Moviendo un poco su cuerpo, la fuerza que ejercía era mayor, comprimiendo más el cuerpo de la chica.

-Dónde está la Enfermera Joy? –Pregunto Allen nuevamente.

-Yo soy la enfermera Joy!

-Miia.

Apretando aún más su abrazo, ya para ese momento la circulación debería empezar a fallar.

-Sabes que los Milotic pueden sentir las malas intenciones de las personas? de ser Joy, Miia no hubiese obedecido, pero ella puede sentir lo que en verdad eres.

-Yo soy Joy!

-Miia continúa hasta que sientas que algo se rompe.

-Chico bast_

Jenny fue detenida por la mano de Allen, quien no la miraba, el solo esperaba que la chica se rindiera, y sabía que no faltaba mucho.

Al sentir como se le iba el aire del cuerpo y que no podía conseguir más, finalmente se rindió.