-Por suerte somos nosotros quienes los tienen, precisamente para evitar eso. Kyurem porque no vas y les muestras el lugar a ellos, así los puedes presentar con los demás. –Dijo el Muchacho a su Pokémon mirando como este asintió y les rujío a los otros, quienes después de verse la cara, comenzaron a caminar hacia el para seguirlo. –Eso los mantendrá entretenidos un rato. Mamá, Aurora sienten algo diferente después de que ellos despertaron.
-No mucho Cielo, pero sentí algo cuando me vio a los ojos, sentí como si me hablara.
-Yo también sentí lo mismo.
-Interesante, eso me dice que en verdad hay un vínculo entre el Dragón y su Maestro, como siempre se ha creído. Ellos responden a las voluntades y sentimientos de quienes consideran sus Maestros, en este caso ustedes.
-Y qué debemos hacer?
-Por ahora, solo dejen que se acostumbren a estar aquí, ya luego los estudiaremos más a fondo, y veremos cómo responden a ustedes.
-Perfecto. Cielo creo que ya Nora jugo suficiente. Deberías hacer que descanse un poco, no queremos que se agote demás.
-Lo sé, ya es suficiente para ella, el que corra a cuatro patas me indica que sus piernas ya se cansaron. Nora!
En cuanto escucho su nombre, la pequeña se detuvo y poso su atención en quien la llamaba mostrando alegría al ver de quien se trataba. Sin perder tiempo se encamino hacia él lanzándose a sus brazos y por la fuerza derribarlo a ambos en el pasto.
Lo que paso a continuación fue que la fuerza de la pequeña en sus manos acompañada de sus filosas garras termino cortante larga y profundamente en el brazo izquierdo de Allen lo que hizo brotar la sangre en cantidad manchando la ropa, el brazo y la mano y garras de Nora acompañado del gruñido ahogado de Allen por el repentino dolor.
-¡Oh por Dios Cielo, voy a buscar el botiquín!
La pequeña al ver lo que había hecho, el cómo Allen sangraba en cantidad y su notoria cara de dolor miro su mano encontrándose con ese líquido rojo que se deslizaba por ella. Algo en su subconsciente fue consciente de lo que ocurrió y de lo que ella había hecho y al ver a esa persona que tanto quería y le había demostrado un verdadero cariño y tranquilidad un llanto de miedo y preocupación se hizo presente en ella acompañado de un temblor por las mismas razones.
-No pasa nada. –hablo una voz que la hizo abrir los ojos y ver como Allen le sonría y con su otra mano acariciaba sus cabellos. –Estoy bien, no pasa nada.
Así como a ella le dolía y asustaba verlo lastimado a Allen le generaba un malestar ver a esa pequeña llorar. Nora se lanzo a su pecho a llorar mientras gruñía y se frotaba contra sus ropas, allen solo se limitaba a tratar de calmarla lo que a la final término consiguiendo con algo de tiempo.
-Ya paso Nora, estoy bien. –Calmo mientras limpiaba las lagrimas de la pequeña y ella veia como Arisa atendia la herida de su hijo.
-Fue muy profunda cielo, un poco más y necesitarías sutura.
-Por suerte no fue así.
-Tranquila Nora, tu Papá es muy fuerte y rudo. Estara bien pronto.
-Baba? –balbuceo la pequeña luego de escuchar a la Mujer causando sorpresa en Madre e hijo.
-Nora di Papá. Pa-Pá.
-...Pa... Papa.
-Eso! que mona.
-Papa!
-Tehehehe que mona eres Nora.
-Ahora me va a estar diciendo así todo el rato.
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El Entrenador Distante.
FanfictionTras llevar una melancólica y monótona vida, a nuestro protagonista se le da la increíble oportunidad de cambiar de mundo a uno que muchos ya conocen por ser parte de su infancia o vida cotidiana, donde empezara desde cero en un gran viaje que cambi...
Capítulo 22: Nuevos Integrantes.
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