Ambas Pokémon al ver quien estaba en la oscuridad mirándolas como si nada, género que ambas empezaran a temblar un poco.
-(M-Maestro que hace aquí tan tarde?)
-Fui a la cocina por una botana, pero ese no es el caso. Dónde estaban ustedes dos. O mejor dicho. Haciendo qué estaban ustedes dos?
-(P-Pues vera, Rusa y yo salimos a...)
-Hela más te vale decirme la verdad.
-(H-Hela nos hizo ir a casa de Cynthia a darle un buen susto!) –Confeso la Zoroark.
Allen al escuchar eso solo pudo suspirar, y dar un mordisco a su pastel antes de acercarse a ambas y colocar lo que llevaba en las manos sobre la mesa.
-Se puede saber por qué hicieron eso?
-(Maestro es lo mínimo que se merecía esa mujer después de lo que hizo!) –Reprocho Hela.
-Eso no era algo que tú debieras decidir o tomar en tus manos Hela. –Regaño Allen con calma.
-(Pero Maestro.)
Hela fue callada por un golpecito que le dedo Allen con el dio en la frente.
-Suficiente, es muy tarde, anda ve a dormir antes de que Kanna note que no estas, porque ella si te va a dar un gran sermón.
-(Si Maestro.)
La Gardevoir se retiró, dejando a la Zoroark que veía preocupada y asustada a su Entrenador.
-Pasa algo Rusa?
-(Y-Yo no quería...)
-Tranquila, no estoy enojado ni nada con ninguna de las dos. –Sonrió él al momento de agacharse para frotar la Melena y mejillas de su Pokémon haciendo que esta se relajara y se acercara a él para abrazarlo. –Fuiste cuidadosa con ella?
-(Si, me asegure de no pasarme mucho.)
-Qué bueno, porque de haber querido le pudiste dar un infarto. Dime tienes sueño?
-(No.)
-Entonces ven conmigo al laboratorio. Así tendré algo de compañía.
-(Si!)
Con una sonrisa de parte de ella, se sujetó un poco a su ropa mientras Allen llevaba sus cosas y le daba otro mordisco a su pastel.
-En serio que tenía hambre, Rusa nunca vayas a una comisaria ni de visita o denuncia, la comida allí es muy mala.
-(Jejeje)
La noche termino su jornada para que el sol la sustituyera la mañana siguiente, trayendo consigo un nuevo día de posibilidades para todos, y en la casa de los Kurokiba, ese nuevo día trajo algo más.
Justo ahora, podíamos apreciar a la dueña de la casa reposar durmiente en su cómoda cama, ajena a cualquier preocupación, pero en la pared de su habitación, algo se encendió, dejando ver varios controles y demás opciones táctiles.
-Muy buenos días Sra. Arisa.
Una voz robótica pero femenina resonó en toda la habitación, despertándola poco a poco.
-Mmmm...? Eso de donde vino.
-Hoy tenemos una temperatura de 19º grados centígrados, y se estima que descienda un par de grados durante el día, se recomienda ropa abrigada.
-SIILA?
-Si Sra.?
-Qué haces en mi habitación?
-El Sr. Allen activo todos mis sistemas, ahora estoy en toda la casa, si necesita cualquier cosa, solo debe pedírmela.
ESTÁS LEYENDO
El Entrenador Distante.
FanfictionTras llevar una melancólica y monótona vida, a nuestro protagonista se le da la increíble oportunidad de cambiar de mundo a uno que muchos ya conocen por ser parte de su infancia o vida cotidiana, donde empezara desde cero en un gran viaje que cambi...