El Entrenador Distante.

Capítulo 15: El Sable que Protege los Bosques.

-Estaremos Bien Darling, yo conozco muy bien esa Ciudad, y se con quién hablar para conseguir información rápidamente.

-Perfecto, bien preparen sus cosas, todos partiremos mañana temprano.

-Sí.

Ya con cada uno con sus ocupaciones listas, solo fueron a descansar para el día siguiente.

-Supongo que revisare ese lugar mañana, con Lion debería llegar pronto. –Murmuro el chico mirando al techo de la habitación donde descansaba. –Si Cynthia esta en Ciudad Caolín, debo tener cuidado de no encontrármela, deberé llevar conmigo a Rusa para ese momento, solo por si acaso.

Sus pensamientos divagaron un poco, hasta que ciertas caras llegaron a su mente.

-A todas estas, dónde estarán ahora Megumi y Jessica?

Mientras tanto en algún punto de Kalos.

-Achis! –Estornudo cierta pelicobriza mientras contemplaba el cielo nocturno.

-Salud Megumi.

-Gracias.

-Ya cierra esa ventana te vas a resfriar.

-Es que las estrellas brillan mucho hoy.

-Llevas media hora allí, ya déjalo, hay que dormir, aun nos faltan cuatro medallas a las dos.

-Es cierto. Ya Allen las hubiese reunido.

-No me digas eso que me molesta, porque sé que es cierto, ya vamos para tres meses aquí, y apenas llevamos la mitad, cuando él en solo un mes consiguió todas las de Sinnoh, de verdad que aún no estamos a su altura.

-Y no creo que lo alcancemos pronto.

-Dónde estará ahora?

-No lo sé, pero seguramente está haciendo algo importante.

-Tienes razón.

Al mismo tiempo, en Sinnoh.

-Es cierto lo que me dijo Allen. Debo entrenar un poco más para poder vencer a Brega, barrio el suelo con todos nosotros.

Aurora se encontraba sentada en su cama revisando sus cosas mientras sus Pokémon descansaban cerca de ella.

-Aun con el regalo que me dio Allen... ella es muy fuerte, ese Mega Lucario es demasiado para nosotras. Debemos fortalecernos mucho antes de enfrentarlo otra vez, qué hubiese hecho él...? -Murmuro al momento de sacudir su cabeza. –No me desanimare, le enseñare lo fuerte que nos haremos, eso lo alegrara, quiero que cuando me vea se sorprenda por lo mucho que cambie, está decidido, desde mañana nos fortaleceremos todos.

De regreso con Allen, este miraba hacia la ventana para ver las estrellas en el cielo antes de respirar profundo, y acostarse a dormir.

Las horas pasaron y el sol salió nuevamente por el horizonte, dando la señal que era hora de ponerse en marcha, y la familia Kurokiba estaba más que lista para eso.

-Cielo para cuando me harás mi traje de Black Panther, ya el uniforme me queda algo corto. Aunque me gusta mucho ser Mamá Táctica.

-Muy pronto, solo espéralo, hay muchas propiedades del elemento que debo descomponer para poder recrear la nanotecnología que lo materialice de la nada, además de la contaminación de Vibranium sobre la flora.

-Ohh en serio que lo tomaste en serio.

-Sabes que sí. –Respondió el chico acomodándose el pelo.

-A ver deja que Mamá te ayude.