Capítulo 04: Nuevo Punto de Inicio. La Primera Medalla de Unova.

4.5K 375 103
                                    

Tras una corta caminata, llegaron rápidamente a la morada de la Campeona, una "Modesta" casa cerca de la playa, donde la familia se instaló.

-Vaya que es linda, se ve tan elegante y acogedora. –Comento Arisa con una sonrisa en su cara.

-Muchas gracias, el que lo crea me alegra mucho. Son libres de ponerse cómodos donde quieran, mi casa es su casa.

-Iré a guardar las maletas y a prepararme para partir.

-Por supuesto Cielo.

-Tan rápido te vas?

-No puedo perder el tiempo, debo ponerme en marcha.

-Haa... supongo que sí.

Sin más, el chico subió con las maletas seguido de su Sirvienta, para acomodarlas en la habitación.

-Nina te pediré algo.

-Lo que sea Darling.

-Mantén tu atención en lo que pase. Estaremos como en Kalos, te contactare cada tanto para que me digas que has podido averiguar.

-Pero cómo, aquí no está tu computadora?

-No la grande, pero si mi Laptop. Ya la configure, y solo debes estar pendiente de ella ok?

-Entiendo, Darling, no debes preocuparte por eso.

-Conociendo a Cynthia ella también se pondrá en marcha pronto. Tendrán la casa para ustedes, solo tenga cuidado.

-Con la Sra. Arisa aquí, dudo que pase algo malo.

-Supongo que es verdad, bien hora de prepararme para salir, ya regreso.

Con su maleta en manos, la llevo a otra habitación para sacar sus cosas y demás equipo.

Pocos minutos después podíamos observar como terminaba de ajustar sus guantes y activar y desactivar ambas hojas ocultas, seguidamente de activar unos imanes que hicieron que cierto cilindro se pegara a su brazo izquierdo con firmeza y rapidez, y una peculiar arma se resguardaba dentro de su gabardina.

-Listo. –Murmuro al tiempo de tomar dicho cilindro para ajustarlo en su espada, protegiendo toda esta. –Aunque creo que el color plata resalta mucho.

Tras terminar la forja del Escudo, Arisa, tomo una pulidora y con ella trabajo toda la superficie del metal, dejando un muy notorio color plata brillante. Su dedicación fue tal, que había distintos niveles de intensidad o claridad en el brillo hechas franjas hasta el centro del cilindro mismo.

-Ahora a quien me llevare... Delta, Tirano, Aarón –murmuro, tomando las PokéBalls de otra mochila ajustándolas ocultamente en su gabardina. -Bee, Vela y Yuki, con ellos estará bien por ahora.

Con su Braviary, Tirantrum, Lucario, Beedrill, Serperior y Froslass en su cinturón y todo lo que usaría en su posesión, solo guardo lo demás, y dejo la computadora preparada para su Sirvienta antes de salir y bajar a la primera planta.

-Ya estoy listo.

Su Madre y Sirvienta ya estaba preparadas psicológicamente para verlo así, pero cierta rubia no, y cuando lo vio, su cara se pintó de un rojo tenso acompañado de una gran impresión.

-Ya te vas Cielo?

-Si Má, no puedo perder tiempo. Será un largo vuelo el que tengo por delante.

-A dónde vas?

-A Ciudad Engobe. Nina ya sabes que hacer.

-Por supuesto Darling.

-Les dejo al cuidado de los chicos.

El Entrenador Distante.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora