El Entrenador Distante.

Capítulo 13: El Lobo y la Dragona.

-Así que ya está muerto... me fuese gustado ver su cara aunque fuera una vez... ese tipo me puso contra la pared él solo, de haber seguido así me hubiese encontrado... tch! debo acelerar la búsqueda, estamos en problema, si este laboratorio cae, todo se ira a la basura, no hay tiempo para descansar.

Sin más, se levantó para salir rápidamente por la puerta de su oficina.

En otro lugar cerca de allí, más exactamente en Pueblo Fresco, podíamos ver a una chica mirando la nada sentada en su cama, cerca de ella, 4 Pokémon estaban hablando entre ellos.

-(Cómo pudiste dejarlo solo Aarón!?) –Regaño Kanna severamente a su compañero, presa de sus nervios y emociones.

-No había tiempo para cuestionar, estábamos contra las cuerdas, yo solo obedecí lo que él me pidió, salvar a la chica.

-(Pero y él, lo dejaste solo Aarón!)

-Cálmate Kanna, alterarse ahora no arreglara nada, debemos pensar, Allen ha salido de peores situaciones.

-Él... Él salto al vacío, lo pude ver con mi aura, Allen se lanzó a ese precipicio, sin dudarlo n un minuto.

-(A un precipicio?)

-Sí, yo mismo lo vi, era una caída inmensa, no una a la que se pueda sobrevivir así sin más...

-No te atrevas a decir que Allen está muerto! –Advirtió con gran rabia la tipo agua. –Él no puede estar muerto!

-Miia contrólate! Aarón que te dijo Allen, sé que debió decirte algo antes de irte.

-Dijo que estaría bien, me lo prometió, y que nos vería pronto.

-(Qué se supone que hagamos ahora?) –Pregunto la Gardevoir tratando de calmarse a sí misma.

-Esperar. –Aclaro con simpleza el Sceptile.

-(Qué!?)

-Debemos esperarlo aquí, eso nos pidió, que lo esperáramos. Lo conozco lo suficiente con para saber que eso es lo que quiso decir. Por ahora, debemos estar tranquilos todos, y esperar a que el regrese, además, debemos cuidar de la chica.

-(Pero Yggdrasil...)

-Kanna sé que para ti y Miia es difícil, pero deben tener plena fe en su Entrenador, no es eso lo que nos ha enseñado.

-Es cierto, Yggdrasil tiene razón Kanna, debemos confiar en que el regresara, nunca nos ha fallado.

La tipo Psíquico/Hada miro a todos sus amigos y asintió para limitar las lágrimas de sus ojos.

-(No puedo sentirlo...)

-Kanna no pierdas la calma, Allen nos ha demostrado que él puede hacer posible lo imposible, mantén tu ánimo, el volverá con nosotros. Su sentido de la responsabilidad es más grande que cualquier otra cosa.

-(Bien...)

-Ahora vengan, hay que animar a la chica.

En otro lugar lejos de allí, ni siquiera en el mismo plano terrenal, podíamos ver a un joven caminar por un camino de cristal donde lo único que lo rodeaba era un cielo infinito por donde mirase.

-...

Sin pensar ni decir nada, el chico caminaba a pasos calmados, hasta que en su camino, se topó con una figura parada en la orilla contemplando ese vasto océano de nubes. Esta tenía un traje puesto, y se podían ver unos anteojos desde ese ángulo, su atención pronto se giró al notar la persona que se acercaba a él.

-Oh ya estás aquí...

En cuanto Allen reconoció esa persona, sus ojos se abrieron con sorpresa.