El Entrenador Distante.

Capítulo 26: Enfrentamiento Cara a Cara.

Al escuchar los pensamientos de la Pokémon, la mujer abrió los ojos con mucho asombro.

-Quién secuestro a mi Allen? –Pregunto inmediatamente en los momentos que el asombro en su cara se extinguía para ser remplazados por una cara que hasta ahora nadie en ese lugar había visto.

-(Los cazadores que íbamos a atrapar, se llevaron a todos en el centro Pokémon incluyendo a Allen.)

La mujer no respondió a eso, solo camino hasta su armario y saco unas cuantas prendas seguido de sacar una gran y pesada maleta de debajo de su cama.

-Linda, te aseguraras de llevarme exactamente al lugar donde se llevaron a mi hijo...

La mujer dijo eso tranquilamente, pero al ver su cara, la Pokémon no pudo evitar temblar ligeramente y sentir muchos escalofríos.

-(En-Entiendo...)

A muchos kilómetros de esa casa. En una habitación oscura y sombra, débilmente iluminada por una única lámpara, la luz destacaba una silla donde reposaba amarrado de pies y manos un Muchacho, el cual empezaba a reaccionar al pasarse el efecto del Somnífero que le fue aplicado.

-Dónde... -Susurro al momento de recordar todo lo que paso en el Centro Pokémon. –Fui descuidado. –Regaño a sí mismo al forcejear, dándose cuenta de que estaba sujeto de pies y manos.

Una pesada respiración lo saco de sus ideas, al buscarla en la oscura habitación, sus ojos pararon al notar una figura que resaltaba aun en la penumbra densa que lo rodeaba.

-Darling...

Un taconeo se hizo presente en la callada sala hasta que la figura salió de la oscuridad, dejando ver a la mujer que se le escapo en el lago.

-Darling! –Sonrió ella a medida que su sonrojo solo se hacía mayor.

-Tu...

Con solo ver a quien tenía en frente, le basto pasa saber en dónde se encontraba actualmente.

-Por fin te tengo solo para mi Darling...

Sin más demora, la mujer se sentó sobre las piernas del chico quedando cara a cara con él, el joven ante eso solo la miraba si expresar ningún tipo emoción o gesto facial.

-Esos ojos harán que me derrita...

-Dónde están mis Pokémon? –Pregunto el con la mejor serenidad que pudo emular en ese momento.

-Tus valiosos Pokémon están encerrados junto a los demás.

-Qué les harán?

-Nada por ahora. Pero si te portas bien te dejare verlos Darling Fufufu.

Él era consciente de que debía pensar muy bien sus preguntas para que ella no fuera capaz de ver a través de ellas.

-Allen. Que hermoso nombre tiene mi Darling. Hoy te vi en la pelea del Gimnasio, estuviste increíble.

-Ya veo... (Entonces eso fue lo que me delato...) A todas estas, aún no se tu nombre.

-Nirvana, pero puedes decirme como tú quieras Darling, sere feliz de que me llames como tú lo desees.

-Deja de hablar con el prisionero Nirvana! –Quejo una voz gruesa que llamo la atención de ambos.

Una gran puerta metálica se abrió, y un corpulento hombre entro por ella. persona que Allen reconoció enseguida como el líder de toda la organización.

-Así que tú eres el que ha estado jodiendo mi negocio... y pensar que solo eres un crio.

Allen solo lo miro sin decir nada.