Capítulo 03: El Primer Paso.

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La entrenadora al ver a su Pokémon en el suelo completamente inconsciente quedo despojada de toda la confianza y soberbia que la había envuelto.

-Pe-Perdí... -Gesticulo al caer de sentón en el prado. –M-Mi gran racha... se acabó.

-Eso es lo malo de confiarse. –Hablo Allen para que ella escuchara. –Cuando uno se confía demasiado, pierde la noción de sus límites. –Siguió mientras acariciaba la melena de su contento Pokémon. –Y te vuelves arrogante. Por eso perdiste.

-Cállate! Ganaste solo por pura suerte! –Quejo la entrenadora poniéndose de pie para encarar a Allen. –Solo fue pura suerte de principiante.

Al estar frente a frente al chico se percató de que debía verlo para arriba, y fue donde noto esos ojos fríos carentes de cualquier tipo de emoción lo cual la hizo retroceder un poco.

-La suerte no existe. En la vida o se gana o se pierde, no existe ni hay lugar para algo como la suerte o la casualidad, como Entrenadores deberías saber eso.

-Tú solo eres un novato con un Pokémon fuerte, es todo.

-Podre ser nuevo, pero parece que soy más consciente de lo que me rodea que tú, este combate lo tenía ganado desde el momento en que me retaste.

-Eso es imposible!

-Para ti puede ser. Supe desde que me retaste que usarías un Pokémon tipo planta, el aroma que te rodea me lo confirmo. –Explico Allen notando la sorpresa de la chica. –El saber cuál de todos podría ser, fue fácil de deducir. –Siguió al momento de señalar las varias rosas que la chica llevaba en su bolso. –Eso me dio la pista que necesitaba. No por algo llevas esas flores, seguramente te las regalo tu Pokémon, y que Pokémon de tantos representa esa peculiar flor, pues Roselia o Roserade, le atine a mi segunda opción en cuanto la vi salir.

La detallada explicación de cómo la venció desde el inicio dejo perpleja a la chica, atónita también podría explicar su estado actual.

-Te confiaste contra Luxray solo porque tienes una tipo planta lo que te da una ligera ventaja, viste solo por encima de tu oponente y no a través, si lo hubiese hecho, te hubiese dado cuenta que mi Luxray está muy por encima del nivel actual de tu Roserade, tanto en fuerza como experiencia en combate. –Termino de explicar al ver que la chica no diría nada.

-Si quieres un consejo Jessica. Replantéate tus metas de nuevo, deja la arrogancia que no te llevara a ningún lugar de lado, y aprende a analizar a tu oponente.

Dicho eso, Allen y su Luxray se dieron la vuelta junto a su Pokémon para seguir su camino.

-C-Cómo supiste mi nombre? –Pregunto ella al percatarse que nunca se lo dijo.

La respuesta a esa pregunta fue que Allen levantara ambos brazos y con uno señalara la muñeca del otra, lo que la llevo a ella a ver su muñeca derecha, donde una pulsera algo vieja con su nombre yacía.

-... Quién es ese sujeto...?

Ya junto a su Madre y siguiendo su camino, la mujer decido hablar.

-Cielo... das miedo.

-Miedo?

-Angelito supiste todo lo que querías de esa chica con solo verla de reojo.

-No todo, solo lo que necesitaba saber Má.

-Podrías ser un gran estafador con todas las habilidades que tienes. Podrías ser de hecho muchas cosas.

-Como te dije, es algo que hago inconscientemente a veces, aquí lo aplico para saber cómo debo llevar el combate.

El Entrenador Distante.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora