-Buenos días, mis chicas.-Bosteza y se acerca a nosotras.-Ummm ese café huele riquísimo, veo que has aprendido morena.-Le guiña un ojo a Octavia y esta me mira un tanto confundida, nos posa un beso en la mejilla como todas las mañanas y comienza a contarnos su sueño, ni Octavia, ni yo hacemos caso a sus palabras. Nos miramos sin saber bien como actuar, hago un gesto con mi cabeza dándole a entender lo que debe hacer cuando Raven termina de contarnos su sueño.

-Raven. - Dice O. En un susurro.

-¿Si?

-¿Podemos hablar sobre ayer?-Raven la mira y aprieta mandíbula durante unos segundos antes de cambiar su semblante a uno con la mirada cariñosa y una leve sonrisa.

-No hay nada de que hablar morena, todo bien. No te preocupes. - Sonríe cariñosamente y se levanta del sillón que anteriormente se había sentado.-Me voy a la ducha, tengo clases en unos minutos, nos vemos luego chicas.-Dicho lo último desaparece tras la puerta de su habitación dejando a Octavia muy confundida y a mi sin palabras.

Nos miramos sin saber bien que decir ante esta escena, ella se levanta sin decir nada y coge su carpeta encima de la encimera y sale del piso con una mirada de decepción.

******

-¿Y no dijo nada más?

-No, simplemente se fue a sus clases, realmente me he quedado un tanto desconcertada.-Le digo a Alycia tomando mi último trago de café. Tras encontrarnos en clase decidimos ir a la cafetería de la Universidad y tomarnos algo mientras le narro lo sucedido, donde se queda ella tan sorprendida como yo con los últimos acontecimientos.

-Vaya, eso es muy raro.

-Lo sé. - Asiento desviando mi mirada hacia una morena que pasa concentrada en su libro a unos cuantos metros de nosotras.-Cariño disculpame, pero necesito ir ha hablar con Raven, luego ¿nos vemos?-Digo levantándome de mi asiento sin perder de vista a Raven.

-Claro. Te veo después de las seis, he quedado para hablar con mi madre.-¿Su madre? ¿La suegra? La miro con sorpresa donde ella se levanta y sonríe.-Si, después de un tiempo que no hablamos y que no nos vemos me ha llamado para vernos y sentarnos ha hablar, supongo que es el momento de ponerle al tanto de lo que pasa por mi vida y quien me tiene tontamente enamorada. - Me guiña un ojo y sonrío de forma boba.

-Puedo acompañarte si quieres.

-No mi amor, esto creo que es mejor que lo haga sola. Gracias de todas formas.

-Te quiero.-Susurro tras cogerle de la cintura.

-Y yo a ti.-Me besa suave, lento antes de desviar nuestro rumbo. Corro en dirección a Raven, quien sigue concentrada en ese libro gordo de ingeniería mecánica.

-¡Raven!-Chillo llamándole la atención. Ella me mira y sonríe.

-Hola rubia.-Me saluda cerrando su libro.

-¿Podemos hablar?

-Claro, tengo aún 20 minutos antes de la siguiente clase.

-Vale, genial.-Suspiro aliviada mientras ella me sonríe, pienso bien mis palabras antes de entrar en un terreno un tanto revuelto.-¿ Qué ha sido lo de esta mañana?- Su semblante divertido se ha vuelto rígido nada más escuchar mis palabras suspira profundo y gira sus ojos claramente molesta.

-Lo siento, no sé ha donde quieres llegar.

-Raven sabes perfectamente a lo que me refiero. - Le digo seria.

-Clarke no quiero hablar más del tema, fin, asunto zanjado.

-No Reyes, tú y yo sabemos que si no fuese importante no te habrías metido ayer en mi cama en el estado que estabas, esto te está ahogando por dentro, así que suéltalo de una vez y deja que te ayude.- Sonríe cariñosamente, mueve sus dedos apartando un rebelde mechón qué cae sobre mi rostro y me mira finalmente a los ojos.

QUEDATE CONMIGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora