MI ROSA SIN ESPINAS

Comenzar desde el principio
                                    

-Rubia, mañana voy a echarte la culpa por dejar emborracharme.-Escucho a Raven decir arrastrando las palabras.

-¿Peeerdona? Cuando llegué ya estabas bebiendo, yo solo te acompaño como buena amiga.-Respondo entre risas.

Seguimos riéndonos sin saber exactamente cual es la gracia, probablemente es por lo borracha que estamos y todo lo vemos nos parece gracioso. Cuando por fin nos tranquilizamos, hay un momento de un cómodo silencio por ambas parte. Miro a Raven donde ella busca como puede contacto con mis ojos, sonríe leve y acaricia mi mejilla con cariño.

-No se cómo Alycia se te puede resistir ojitos.- Sonríe pícaramente.

-Bueno...al igual que lo haces tú.- Le sigo la broma. Ella me mira y alza una ceja dándose por aludida.

-¿Crees qué te resisto, Clarke? ¿Qué no me verías capaz de lanzarme, rubia?- Pregunta y debido al alcohol no dudo en seguirle el juego.

-Siempre me estás tirando piropos pero nunca te lanzas, con eso te respondo a todo.-Sonríe entre dientes donde le sigo en el gesto.

-Te equivocas.-Dicho esto posa una mano en mi nuca y une sus labios con los míos sin darme tiempo a reaccionar. Me quedo quieta, sin mover un músculo y veo como los ojos de Raven están cerrados, probablemente esperando a que me aparte o a que reaccione y le siga el beso.

Muevo mis labios en sincronía con los de Raven dejándome llevar, sin pensar, solo siguiéndole el beso. Ella profundiza el beso sin ni siquiera en molestarse en pedirme permiso para que su lengua se encuentre con la mía, echo que tampoco reacciono y me dejo llevar por su impulsividad. Nos besamos de forma alocada pero manteniendo un ritmo sincronizado. Suavemente Raven se va posicionando encima de mi sin apartar ni un momento sus labios de los míos hasta quedarse totalmente encima de mi cuerpo, con una de sus piernas entre las mías y me pregunto si la excitación que siento es cosa del alcohol o por los movimientos de caderas que está haciendo contra mi intimidad. La escucho jadear y ahora sé que también está excitada. Inconscientemente araño su espalda por encima de su blusa, donde un nuevo jadeo por parte de ambas se escucha. Sin abrir mis ojos le doy el espacio suficiente para que siga con sus besos por mi cuello cómodamente. Sus movimientos se aceleran y abro mis ojos preguntándome que cojones hago con mi mejor amiga. Ella para de golpe y ambas comenzamos a reírnos a carcajadas, probablemente, Raven se habrá echo la misma pregunta que yo.

-¿Qué coño acaba de pasar?-Pregunta aún riéndose encima de mi.

-No tengo ni la menor idea, por lo que esto se queda entre nosotras.-Rio sin saber aún que explicación tiene todo este echo.

******

ALYCIA:

Ya no quedan lágrimas por las cuales liberar el dolor que hay en mi pecho, desde aquel día me vi vencida por el mundo infernal que esta siendo mi vida. Me cuestiono como pude llegar a este extremo de ser dañada físicamente y quedarme a curarle las heridas teniendo la mía tan abierta. De verdad que lo intenté, que me harté y mandé todo al carajo. Pero no fue suficiente, porque cuando tuve la oportunidad de alejarme, decidí quedarme.

Aquel día, el día que le dije a Dylan que ya no podía seguir en la situación en la que estaba, que todo esto me superaba a mi misma, consumiéndome poco a poco en el sufrimiento, que él ya no era el chico cariñoso, atento y romántico que había conocido, estaba dispuesta a enfrentarme a cualquier situación, hasta que él me empujó con brusquedad y apareció Clarke. Que apareciese en ese momento fue un alivio, es cierto que no la reconocí con aquel traje y esa nueva moto. En el momento que empujó a Dylan y comenzó a golpearle, pensé que sería un hombre por su semejante fuerza hasta que un mechón dorado se dio a la vista y quise frenarle, no porque estaba dando una paliza a Dylan, si no por miedo a que le pasase algo. Cuando me extendió su mano, quise cogérsela y refugiarme en ella, pero decidí quedarme por mucho que ella me insistiera haciendo caso omiso a mis palabras. Es difícil salvar a alguien que no quiere ser salvada, pensé en ese momento cuando me vi obligada a volver con Dylan, a bajar la cabeza y fijar mi vista en el suelo.

QUEDATE CONMIGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora