Ángeles de hielo

¡AVISO! Esto no es un nuevo capítulo.

Después de un año y medio (sí, un año y medio, estás leyendo bien) me he dignado a aparecer por aquí de nuevo. Hay gente que decide tomarse un año sabático y yo he decidido tomarme casi dos. ¿Por qué? Como dicen por mi tierra: "porque si, porque me gosta, porque me peta, quero e me dá a gaña". 

Tras una breve presentación en la  que os dará ganas de matarme, quemarme en la hoguera por desertora o preguntaros qué diablos acabo de decir -es una frase de un poema de Celso Emilio Ferreiro sobre el gallego, no os lo toméis como algo literal-; procederá a explicarme y justificarme.

Sin más dilación, empecemos.

Seguramente se darán dos situaciones en cuanto le de al botón de publicar: a. Os preguntaréis quién soy y por qué mi historia os ha saltado en notificaciones o b. Me odiaréis por dejar de publicar, si es que todavía os acordáis de esta pequeña historia que en buen día comencé a escribir.

¿Que ha sido de Ángeles de Hielo? Ni yo lo sé. Un día dejé de escribir y se acabó, se me acabaron las ideas, la inspiración, la neurona funcional que me quedaba dejó de trabajar como antes y mi relato se murió con ella.

¿Por qué escribo esto si pinta tan mal? ¿Por qué escribo esto si parece que no voy a seguir? Porque me quiero comprometer con vosotros. No sé cuantos sois ni cuantos quedáis dispuestos a seguir leyendo la historia después de esta odisea de tiempo que ha pasado por Wattpad -ya casi ni sé utilizarlo-; ni tampoco sé si los que empezasteis este viaje conmigo habéis resistido a mi falta de inspiración y a mi poca profesionalidad. No me importa si sois dos, tres, cuatro, cuarenta o cuatrocientos los que me leéis. Con saber que hay una única persona que sonríe con mis personajes, que llora y sufre con ellos, que disfruta de la lectura tanto como yo de la escritura... Para mí es suficiente para continuar esta historia.

También sé, continuando con lo anterior, que algunos de vosotros me habéis mandado correos y mensajes preguntándome si iba a continuar y yo os dije que sí, que pronto lo haría. Quizás a algunos os dije que esto hace un año, o incluso más (si alguno se da por aludido, lo siento). Es por eso, que para no seguir prolongando esta espera, para no incumplir más esta promesa, he decidido hacer una publicación, para que los que quedéis aquí, sepáis que voy a seguir. Y para ello, necesito leerme Ángeles de hielo desde el principio, leerme mis apuntes e ideas que me guardé en un cajón, hacer nuevos apuntes y ponerme de nuevo con ello.

No digo que dentro de un día haya un nuevo capítulo, ni dentro de una semana, ni dos.

Pero lo que sí estoy diciendo es que esta historia está viva. 

Y puede que más que nunca.

Antes de despedirme, quisiera daros las gracias a aquellos que me habéis apoyado durante este camino y sobre todo, daros las gracias, porque sin vosotros esta historia no habría llegado ni al segundo capítulo.

Si queréis hacerme alguna sugerencia -que me vaya a la mierda no vale como sugerencia, aunque me lo merezca- que sepáis que podéis mandarme mensajes siempre que queráis por Wattpad o en mi mail que está en la descripción de mi perfil.

Espero leer vuestros comentarios y que opináis de todo esto.

¡Un abrazo muy fuerte!