68º CAPÍTULO: Adiós amor, cuídate.

186 24 4
                                    

-Bueno Eva, en nada tengo que colgar que debo subirme al avión si quieres que llegué esta misma tarde, ¿no?- me decía Hugo mientras veía que estaba tumbada en el sofá de casa junto al pequeño.

-Amor, quiero que estés aquí ya. Te echo demasiado de menos.

-En nada estoy allí, te lo prometo, hagamos una cosa.Cierra los ojos, y juro que cuando los abras estaré allí comiéndote a besos.

-¿Lo juras?

-Si, pero no hagas trampas y cierra los ojos, que en tres horas estaré contigo amor.

-Cuídate mucho, hazlo por tu familia.- le dije mientras sonreía.

-Por mi familia iría al fin del mundo, lo prometo. Por tí, por Hugo, y por mi. Nosotros sí somos una gran familia y te amo demasiado, eres lo mejor de mi vida Eva.

-Te veo entonces luego, venga adiós amor, cuídate. Te quiero mucho, muchísimo.

-Juro que cuando abras los ojos estaré allí. Juro que estaré.

Sabía que no pasaría nada, pero el simple hecho de haber estado dos días sin Hugo me hacía que me emocionara tanto y hasta me calló una que otra lágrima. Era mi otra mitad y sentía como sin él no podía ser yo misma.

Cerré los ojos y soñé con las últimas palabras que me había dicho Hugo. "Te quiero mucho" sonaba una y otra vez en mi cabeza.

Soñé que estábamos en la playa riendo sobre quién era más romántico, sobre quién nadaba mejor,.. Ese sueño era una maravilla, estaba con Hugo, en la playa de Cádiz, como cuando me fui y conocí a Anne, y allí arreglamos nuestros problemas y empezamos de cero. Era tan bonito todo, que para mí  no era un sueño. Soñé también con que llegaría el día de nuestra boda y estaba caminando lentamente hacía el altar donde estaba Hugo mirándome con una sonrisa que me fascinaba. Era tan guapo. Era tan mío.

Mientras caminaba lentamente miraba alrededor para ver a la gente y veía a todos felices, a mis padres, a Ana, a mis amigas y amigos, a la familia de Hugo. Era precioso, era todo muy bonito y de repente.. PUM.. desperté.

-Mierda- dije mientras veía que me había quedado dormida en el sofá con el niño. -¿Qué hora es?- me dije para mi cuando vi que quedaba todavía una hora y media para que Hugo llegara a casa. 

En estos momentos estaría en el avión y me animé a darle una sorpresa cogiendo un taxi y ir al aeropuerto con mini Hugo. O mejor, ir en nuestro coche, así que cogí las llaves, las sillita del niño y en menos de quince minutos, ya estaba en el coche montada con destino al aeropuerto.

Aquella Noche- Una vida contigo❤️‍🩹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora