63 CAPÍTULO: En Nueva York.

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El reencuentro con mi suegra fue super especial, hasta puedo confirmar que hubo una que otra lágrima de felicidad. Hacía casi dos meses que no veía a su nieto y se moría de ganas como cualquier otra abuela, cualquier otra menos la mía.

Mi relación con mi abuela era nula, desde hacía más de veinte años, y todo fue porque supuestamente mi abuela no apoyaba la relación de mis padres, así que se separo de nosotros y bueno, no sé que hago hablando de ella si no es nadie para mi.

-¿Y Hugo, Eva?- dijo mi suegra, Ana, mientras cogía a Huguito en brazos.- Que bonito es, se parece a su abuela.- dijo mientras sonreía.

-Se parece a mi Ana.- dijo su chico mientras sonreía.

-Hugo ahora vendrá, iba a por las maletas. - dije sonriendo al ver la cara de ilusión de los dos tras ver a mi niño.

Pasaron unos dos minutos y volvió Hugo con las maletas y con una sonrisa.

-Mamá ya estás llorando.- dijo Hugo mientras veía las lágrimas de su madre cayendo al ver a Huguito.

-Ve aquí celosillo- dijo Ana mientras abrazaba a Hugo.

-Ahora mismo os voy a hacer una foto de familia.- dije sonriendo mientras los miraba.- Venga poneros todos. 

Estábamos en el coche. Y cómo dos adolescentes pequeños empezamos a hacer una tontería, bueno tonteillo.

-Eva.- me dijo Hugo susurrando.

-¿Qué?- dije también susurrando por si era algo que no quisiera que se enterara nadie.

-Estás muy buena.- dijo con una sonrisa maliciosa y mirando de abajo a arriba y viceversa.

-Hugo calla.- le dije mientras una carcajada salía de mi y le indicaba con el dedo en los labios que se callara.

-Bueno chicos, os voy a dejar en la tienda de trajes, obviamente por separado a Eva en su tienda y a Hugo en la suya. Yo me quedaré con el pequeño.- dijo Ana mientras miraba por el espejillo.

-Vale, muchas gracias suegri.- dije con una sonrisa mientras miraba a Hugo.- Ana, ¿puedes decirle a tu hijo que le pasa? No para de mirarme.- dije mientras sonreía y pensaba en lo bueno que estaba mi futuro marido.

-Ay mamá, son alucinaciones de Eva.- dijo riéndose.

En menos de diez minutos, Ana me soltó enfrente de la tienda de vestidos. Yo ya tenía elegido cual sería mi gran vestido, lo miré desde España y como Ana vivía aquí pues, lo decidí desde hacía unos días.

-Eres Eva Barreiro, ¿verdad?- me dijo una chica bastante amable, por lo que yo al menos podía intuir.

-Si, verdad. Venía por lo del traje de novia.- dije sonriendo y educadamente.

-Bueno, habrá venido porque hay algo mal en el vestido.- dijo mientras señalaba algo en un cuaderno que tenía agarrado.

-Pues, venía para ver el vestido.- dije mientras sonreía.

-Pero, si esta mañana lo envié a vuestra casa, en España, Madrid.

-¿Cómo?- dije alucinada y intentando no perder el control.

-Pues que lo enviamos esta mañana el traje a España para que se lo pusiera y para ver si había algún fallo. Hasta te escribí un correo electrónico. 

Un correo electrónico. Bien, Eva. Cómo no, tu siempre liando y causando más problemas. Nunca veía el correo porque como había empezado a sacar música...

Aquella Noche- Una vida contigo❤️‍🩹Where stories live. Discover now