24° CAPÍTULO: El collar.

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Como dije, pase la noche muy bien dentro de lo que cabe. Hugo sabía que sería padre de mi futuro bebé, y además sabe que se la infidelidad de él en la boda y lo de Nia. "Pues Eva, estás lista para que te demos el alta. Cuidado, no tengas preocupaciones, ahora sola tu única preocupación es tu bebé". Eso me repetían una y otra vez los médicos. Estaba harta de esa frase. Con todos los problemas que tenía, además me estaban controlando si estaba preocupada. Para no estarlo. Me dieron el alta y como dije a Samantha y a Laura que de fueran. Quería dar una vuelta sola, quería que me diera el aire después de todo los problemas. No podía más, quería gritarle a los 4 vientos y decirle, "Eres un infiel" en la cara. Mire las últimas novedades de los mensajes. Primero; me metí en WhatsApp y corriendo al chat de Hugo por si me había enviado algo. Nada, absolutamente nada. Había algo que me extrañó, era que me había enviado otro mensaje Anaju. "Será pesada esta señora", dije en voz baja. Me metí en el mensaje y me dijo: "¿Estás enfadada conmigo?". Sinceramente pensé, pues si.  Le respondí que obviamente. ¿Cómo no iba a estarlo con lo que había hecho? Le bloqueé. No quería saber nada ni de Anaju, Nia o Hugo. Que por cierto bonita sería Nia. Me senté en un banco y abrí mi bolso. Estaban mis pañuelos con estampados de flores, tulipanes en concreto. Mi móvil, unos auriculares y por último había una cajita roja. Abrí la caja roja porque esa no era mía, y dentro había un collar con una medalla de sirena. Era el collar más bonito que había visto en la vida. En la medalla había una sirena y detrás ponía "Hugo y Eva". Me quedé un poco en blanco, pues él me traía este collar supongo que de regalo. Osea, ¿cree que por un collar le perdonaría una infidelidad? A parte de lo bonito que era lo volví a meter en la cajita y lo volví a meter en el bolso. Decidí, dar un paseo de nuevo a la plaza Huevas para que andará algo. Había estado un día entero en el hospital y que aburrimiento. Por más que intentaba parar de pensar en lo que estaba pasando. Me senté en un banco al lado de un kiosco, y decidí comprarme un helado de chocolate. Esta vez de una dos bolas, lo necesitaba. Estaba súper bueno, era de kínder. Cuando me lo acabé, fui a ir de compras. Había dejado la universidad para más adelante. Con el tema del embarazo, no tenía tiempo para estudiar y sobretodo con Hugo molestando y rompiendo corazones. Todo lo que era bonito se volvió en odio. No podía recordarme a el. Estaba en un banco y al lado mío, justo a la derecha mi mente dibujaba a Hugo, sentado en ese banco, con lo guapo digo tonto que era. Pero cuando cerré los ojos fuertemente y volví a mirar. Supe que no era mi mente. ¡Estaba a unos metros de mi!

Aquella Noche- Una vida contigo❤️‍🩹Onde as histórias ganham vida. Descobre agora