29° CAPÍTULO: Primeras patadas.

768 42 4
                                    

-Va, me a puesto... puf es que no sé. -respondí sin saber muy bien que responder.

-Yo creo que podemos apostarnos un detalle. Cómo un mini regalo. ¿Qué te parece?

Dios mío. Hugo me había dicho de jugarnos un regalo. Creo que voy por buen camino ya que si estuviera aún enfadado conmigo no me hablaría.

-Me parece buena idea. Te invito a un refresco. ¿Qué me dices?

Vi como Hugo miro para abajo como "si fuéramos demasiado rápido" pues parecía que todo lo que empezó con una noche, empezaba ahora. Necesitaba estar como antes, osea después de aquella noche, en plan cuando me confesó que me quería.

-¿Porqué no? -me respondió.

Guau, me moría en ese momento. Estábamos acercándonos y osea, "seríamos los padres del bebé". Quiero decir los padres guays, que no son los típicos separados sin llevarse bien y eso. Bueno, confieso que padres guays separados hay. Pero quiero, tipo todo bien, todo buen rollo, esas cosillas. Bueno, salimos del hospital y vi que Hugo sacó las llaves de su bolsillo y vi que nos estábamos acercándonos a su coche.

-Vamos en mi coche. ¿O no te apetece? -me preguntó.

-Si mejor, por si me canso digo.

Nos sentamos en los asientos de alante. En ese momento no sabía que pasaría algo que cambiaría mi vida. ¡Sentí la primera patadita del bebé! ¡La primera parada!

-¡¡¡Hugo!!! -chille de emoción.

-¿Qué pasa?- preguntó sobresaltado. Las cosas como son le pegue un buen susto. Estaba demasiada emocionada pues ha sentía que el bebé estaba acercándose.

-¡Mira!

Cojí su mano y la puse en mi barriga. El bebé dio otra patada y Hugo empezó a llorar de alegría, estaba yo tan contenta que también empecé a llorar. Sentía nuestro propio bebé, sentía nuestro futuro bebé, sentí que mi bebé estaba hablándome. Hugo se quitó el cinturón y puso su cabeza en mi barriga para haber si le escuchaba. El bebé estaba dando pataditas y entre el bebé, Hugo llorando, yo llorando, parecíamos que estábamos en un total drama.

-Mi futuro hijo está hablando con nosotros. -me dijo Hugo llorando y mirándome con una sonrisa, por no decirte que ganas de decirle, "Vámonos donde nadie nos vean, y vivamos nuestra vida los tres solos".

-O hija- dije llorando de alegría.

No podíamos más. Estábamos super, super ilusionados. Tenía ganas de verle ya. Ganas de saber que será, y hacer las primeras compras del bebé.

-Eva, ¿podemos ir mejor a otro sitio? Quiero estar escuchando al bebé todo el rato.

Como madre, como yo, como Eva estaba flipando. Hugo quería irse conmigo a algún sitio a escuchar a nuestro futuro bebé. Sabía que Hugo sería buen padre, ya pasen mil motivos con nosotros.

-¿Dónde? -le pregunté.

-¿Te importa si nos vamos a un sitio? Osea a casa de mi madre. No habrá nadie, mi madre y mi padrastro se han ido de luna de miel.

-Vale, no me importa.

Estaba súper ilusionada. Obviamente no por lo que pudiera pasar, si no por lo que estaba pasando. Pasamos de estar mal a estar bien. Pasamos de que me odiara a estar super bien.  Hugo arrancó el coche y empezó a conducir. Le miré fijamente, no podía mirar a otro lado. Me tenía loca, estaba enamorada de él. Yo sí, él no se.

-Hugo, gracias. -le dije amablemente.

-¿Porqué? -preguntó.

-Por esta oportunidad que me estás haciendo, por la oportunidad de llevarnos bien y de todo no sé en general.

-Eva, esto lo hago por mi bebé. Nosotros ya hablamos del tema y quedó claro todo. 

Mire para mis zapatos. Sentí como nunca estaríamos bien. ¿Cómo podría solucionar todo?

Aquella Noche- Una vida contigo❤️‍🩹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora