9° CAPÍTULO: La decisión final.

798 37 1
                                    

-Hola Eva, hola -dice Hugo a mí y a Laura.

-Hola hijo, hola -le responde Laura a el.

En ese momento le pegue un pequeño empujón. Tampoco quería que el, supiera que yo sabía todo lo que había pasado. La verdad es que agradezco en qué Anaju me dijera las verdaderas intenciones de Hugo. Si no, a lo mejor hubiera caigo por segunda vez en la trampa.

-Pues, pasaba por aquí y como te he visto pues era saludarte. -me dijo

-Pues gracias, adiós -le dije yo y cojí a Laura del brazo y nos alejamos de el a todo pulmón.

Laura no hablaba porque tampoco sabía que responder y sabía que tenía la razón, cuanto menos hablara con el, mejor estaría. No deje que Hugo se despidiera porque no quería saber nada de él. Estaba súper, super cabreada. Pasaron dos semanas. Ya volvía a vivir por fin con Sam. Samantha, me explico todo lo que le pasó con ese chico llamado Flavio y en qué estaba enamorada de él. Solo que por una pelea lo dejaron y ya ni se hablan. Yo decidí contarle todo sobre Hugo, que si no quería saber nada de él, que estaba yo embarazada, que si Anaju tal, que si cual. Samantha me hizo mil preguntas ese día, pero al segundo decidimos que no se volvería a hablar del tema hasta el día que debiera abortar. Ya estaba casi de 4 meses y mi barriga un poquitín estaba engordando. Solo sabían todo esto dos personas, Laura y Sam. Me llegó el "Gmail" de.. Tienes consulta para tatata. Ese día tenía universidad pues le dije a Laura que dijera que estaba enferma y me llevaría Sam porque después tendría que estar unas horas allí. Llegamos a las puertas del hospital bien decidida. Tenía que esperar unos 15 minutos. Pasaba una mujer llorando de alegría porque había dado a luz.

-¿Eva? Que pase primero a esta consulta y ya luego a la sala de operaciones.

Entre a la consulta y por última vez me preguntaron. "¿Estas segura?" y a la respuesta que respondí:

-Estaba. Lo siento, no quiero abortar. El bebé no tiene la culpa de el padre que tiene. Lo voy a tener y será la madre y a la vez el padre del bebé.

La médica me miró y sonrió y cuando salí, Samantha me leyó la cara, sonrió y me abrazó. De la felicidad que ella tenía se puso a llorar, tanto que me pegó la lloreria que estábamos creando en medio de la planta. Cuando nos recuperamos, Sam me dijo que me invitaba a un batido de chocolate y yo acepte. Lo que no sabía es que allí me encontraría a Hugo y Anaju comiéndose la boca en medio de la calle.

Aquella Noche- Una vida contigo❤️‍🩹Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ