Aquella Noche- Una vida contigo❤️‍🩹

61º CAPÍTULO: Empezamos fuerte.

AQUELLA NOCHE 2: Cuando me enamoré.

-Nunca pensé que un simple sentimiento como enamorarse podía ser tan fuerte como estos próximos meses...-

Ahí estaba volando en un avión hacia Nueva York, con mi futuro marido y mi hijo. ¿Futuro marido? Sí, futuro marido.

Pasó un año desde que hicimos un año juntos. Exacto, ahora mismo habíamos cumplido dos años juntos, y en ese año solo había aprendido lo que significaba de verdad enamorarse.

El amor.. Para mi amor significaba en una palabra Hugo. Ya sabéis mi chico y mi niño. Bueno, veo que os gustaría saber como me pidió matrimonio Hugo, ¿no?. Allá voy.

24 de enero, estaba en casa de Samantha, mi amiga que estaba apunto de casarse con Flavio, el chico que estaba conociendo cuando, bueno ya sabéis, cuando empezaba a conocer a Hugo. Bueno, estaba en casa de Samantha cuando Hugo me llamó diciendo que estaba teniendo problemas al darle el biberón a mini Hugo, ya sabéis, me entraron las cuatro cosas cuando me acordé de que Hugo con mini Hugo era un peligro.

Salí lo más rápido posible y me dirigí hacia casa en el coche.

Cuando llegué a casa estaba en el buzón una carta donde ponía que si quería encontrar a mi familia, me fuera hacia el lugar ya no tan secreto de Hugo, ya sabéis, el sitio donde nos besamos, donde dijimos el sexo del bebé y donde, bueno, donde tenía todos los recuerdos más bonitos de mi vida, ese sitio para mi era algo más que un sitio, era todo.

Mi dirigí hacia el sitio y aparqué lo más rápido posible sabiendo que le iba echar una gran bronca por hacerme correr en tacones.

Recuerdo aquella mañana como si fuera el único recuerdo que tenía de todos los miles de recuerdos que todo el mundo tenemos. Había un camino lleno de pétalos rojos y empecé a sonreír, estaba claro que sería una cosa de las miles de tonterías que hacía Hugo.

En esos momentos escuché como salía de algún lado la canción "A un paso de la luna" y me transmitió un montón de recuerdos, ya sabéis, en nuestro aniversario bailamos y cantamos esa canción como locos enamorados, y aunque aún éramos unos locos enamorados, ya teníamos un poco de más madurez (un poco).

Notaba como mis latidos cada vez eran más fuertes y mi sonrisa hasta me hacía que mis mejillas empezaran a cansarse.

Allí lo vi, con ese traje que le quedaba cojonudo y estaba taaaan guapo, y ¡Hasta estaba al lado una cuna super bonita con Hugo! Joder, en ese momento hasta me temblaron demasiado los pies, y es que esa felicidad era la de una loca enamorada de su familia.