17° CAPÍTULO: El baile.

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Todo era super bonito. Había un montón de gente con vestidos super bonitos, cosa que me dio envidia por si Hugo se fijaba más de la cuenta en alguien que no fuera yo. Estábamos de la mano para que la gente viera que éramos "pareja".

-Hola mamá, esta es Eva. Mi novia

Un fuego se apoderó de mí cuerpo cuando pronunció las palabras novia. Se que no éramos nada pero desde los pies hasta la cabeza estaba entrando un calor que se apoderaba conmigo. Tanto que seguro me puse roja, porque Hugo me miró y se empezó a reír. La madre de Hugo era muy elegante y me miró de abajo a arriba.

-Hugo, ¿me dices que está pivonaza es tu novia?

Vale vale, la madre de Hugo me ha dicho que soy un pivon. Dios mío necesitaba un cubata. Bueno primero espero esta charla y luego me pido un cubata.

-¡Mamá! -dijo Hugo rojo.

Normal, no somos nada. Si a mí me pasará dios mio el enfado que me entraría. Pero es verdad, soy un pivon y eso no lo puede discutir nadie.

-Muchas gracias señora, voy a por un cubata ahora vuelvo -le dije amablemente a la madre de Hugo.

La verdad, necesitaba un cubata. La noche Hiba a ser larga. Tan larga que necesitaba más que un cubata pero primero solo pedí uno.

-Hola, ¿me sirve un cubata porfavor? -le dije educadamente al camarero. Si de algo en esta vida puedo presumir es de educación de verdad.

El camarero al minuto me trajo un cubata y yo en ese momento recordé que no podía beber alcohol. Era una estúpida real.

-¿Me das mejor un batido de chocolate?

El camarero me miró con cara de "¿Batido en una fiesta?" Pero una embarazada no puede beber. Cuando el camarero me trajo el batido fui a donde Hugo y su madre estaban hablando.

-Entonces en una fiesta de máscaras conociste a Eva.

¿Máscaras? En ese momento me atragante con un solbo. Estaban hablando de la noche de máscaras.

-Hugo, me tengo que ir. Que tengáis buena noche.

-Muchas gracias señora, encantada de conocerle -le dije dándole dos besos.

-Bueno Eva, que te apetece hacer. -me preguntó Hugo.

-Tengo una idea. Invitame a bailar como en las películas románticas.

-Vale, Señorita Barreiro.

Hugo me llevo donde la gente estaba bailando. Era alrededor de muchas personas. No sabía cómo le había dicho a Hugo que bailaramos ya que pensaría "esta cree que estamos saliendo de verdad" pero bueno. Hugo puso una mano suya en mi cintura y el calor volvió a apoderarse de mi cuerpo. Hugo me indico que le diese la mano y yo acepte. Estábamos a muy pocos centímetros de nuevo a que nuestros labios se apoderarán de todo mi cuerpo. Empezamos a bailar como si fuéramos "la bella y la bestia" pero en esta historia éramos "la bella y el guaperas".

-Eva, ¿puedo decirte algo? -Me preguntó Hugo.

-Claro, cuéntame.

-Cada vez que mi cuerpo, mi pierna, mi mano roza tu cuerpo, siento como un calor se apoderara de mi cuerpo. Siento como si fuera invierno cuando tú no estás y verano cuando tú estás. Siento que estoy a oscuras sin ti y con luz cuando estás. Eva, quiero decirte que aunque estemos finjiendo que estamos saliendo, he de decir que me atraes demasiado.

-Hugo, yo...

-No hables porfavor. Quiero prometerte que está noche será preciosa para ti.

-Hugo, me gustas -grité. Si lo admito, me pase gritando. Todas las personas alrededor nuestras se quedaron mirando. No sabía cómo solucionar todo eso y decirles a las personas que volvieran con lo que estában haciendo. De repente las personas siguieron bailando pues vieron que no pasaba nada. Mire a Hugo y vi como él me miraba a mí.

-Eva, quiero llevarte a un sitio.

Aquella Noche- Una vida contigo❤️‍🩹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora