CAPITULO 3

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NARRA YOONGI

Escucho como el timbre de mi teléfono comienza a sonar, trato de abrir los ojos pero me es imposible, como si me hubieran colocado pegamento en ellos. Siento una terrible acidez y un jodido dolor de cabeza que se incremente al mismo tiempo que el tono del celular, estiro el brazo para tomarlo de la mesita de noche pero mi mano choca contra una superficie dura, entre abro un ojo y veo la pequeña mesa de centro de la sala, parpadeo un par de veces hasta que logro mantener abiertos los ojos. Observo el techo borroso que parece que se moviera de lugar, como si temblara y fuera a caer sobre mí, la sala está muy iluminada lo que significa que es más de medio día.

Tomo mi teléfono y observo que en la pantalla marca el nombre de Yu Rim, antes de contestar me aclaro la garganta que se encuentra terriblemente reseca.

-Oh...

-Lo lamento no pude asistir hoy al trabajo- me dice apresuradamente- no pude levantarme.

-Agh.... Igual yo acabo de despertar, no creo que nos llamen la atención.

Se prolonga un gran silencio, algo me llama la atención, mi camisa se encuentra sobre la mesa de centro con una nota pegada a ella. Me siento y me acerco, tomo la nota con mano temblorosa "Espero que tengas una buena explicación. No puedo creer que nos hayas dejado esperando"

-Te llamo luego.

Corto la llamada poco productiva y es entonces cuando noto el otro detalle en mi camisa se encuentra una mancha roja y claramente es de labial "Espero que tengas una buena explicación" Joder, no se refería al hecho de que no la llame para avisarle de que no llegaría temprano. Esto es malo, el pánico se apodera de mí, Suni se fue con la idea de que yo pude haberla traicionado, pero estoy seguro que nada ocurrió, yo jamás le haría algo como eso, jamás haría lo que mi padre le hizo a mi madre.

Un pitido se hace presente en mis oídos al tratar de recordar lo sucedido, cierro los ojos fuertemente y el recuerdo viene a mí:

-¡El que pierda asumirá el castigo!

Se inicio el jugo de palabras, todos hablábamos fuertemente y estábamos más alcoholizados, los castigos y los retos fueron subiendo de nivel como si fuéramos unos adolescentes. Yu Rim perdió en una ronda y alguien malvado la reto a que no se atrevería a darle un beso a su jefe. Pude ver como sus mejillas se tornaban rojas pero en su mirada un atrevimiento que nos dejaba ver que no iba a beber toda una botella de soju por no haber cumplido el reto. Trate de oponerme pero todos estaban en mi contra así que no me quedo de otra más que aceptar. Claramente no iba a dejar que me diera un beso en los labios o en alguna parte que después volviera incomoda nuestra relación, pero por alguna extra razón sus labios se dirigieron automáticamente hacia los míos, ella fue tan rápida que apenas me dio tiempo de girar la cara, su beso fue a dar a mi cuello.

El silencio que se formó entre los presentes fue tan incomodo, hasta que Yu Rim comenzó a reírse a carcajadas por el nerviosismo por haber cometido semejante locura. Debí haber puesto más resistencia pero mi grado de alcoholismo no me permitió pensar con claridad.


Yo siempre he tenido claro el tipo de esposo que quiero ser, un hombre de familia, un hombre trabajador, no pienso ser como mi padre. Se que en un inicio nuestro plan era solo estar un tiempo juntos para obtener la custodia pero es sumamente difícil no enamorarse de Suni y aun mucho más difícil imaginar una vida sin ella. La amo tanto que a pesar de haber tenido un día difícil antes de entrar en casa coloco mi mejor sonrisa porque sé que ella es todo lo que necesita para ser feliz. Tampoco digo que oculto como me siento, ella en tan poco tiempo me conoce mejor que yo a mí mismo, Suni se ha convertido en el gran pilar de mi vida.

Un Amor Tan HermosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora