CAPITULO 16

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NARRA SUNI

Viernes por la noche y me encuentro en la misma mesa de siempre cada que vengo al bar.

La semana ha pasado como un relámpago, desde el lunes que Yoongi tubo la confianza de abrirse mas a mi nuestra amistad a cambiado, hablamos cada que podemos, hacemos bromas entre nosotros y nos apoyamos.

Jimin noto el cambio y cuando pregunto solo le dije que había pasado algo y que después se lo contaría, quien sabe que se abra imaginado pero el esta feliz que los tres por fin podamos convivir de una manera mas sana.

Mas sin embargo el día de ayer el humor de yoongi decayó, está muy nervioso por lo que pueda pasar mañana, trato de alentarlo pero se que no ayuda mucho, lo observo limpiar frustrado una de las mesas a mi lado, jin lo puso a limpiar con la esperanza que dejara de maldecir a los clientes.

El día de ayer llego con un golpe en el ojo al parecer tuvo una pelea bastante fuerte, no me quiso contar los detalles pero estoy segura que eso solo lo empeoro todo, tuvimos que pasar un buen rato untando savila, mascarillas y cuanto remedio se nos ocurriera para bajar la tonalidad del golpe y no fuera visible para mañana.

Mi trabajo el día de hoy es evitar que se meta en problemas así que para lograr eso no debo beber ni una gota de alcohol, le doy un trago a mi jugo de arándano maldiciéndolo con todo mi ser, pero si quiero ayudar a yoongi así tiene que ser.

Observo que jin se dirige hacia a mi con pasos apresurados abriéndose paso entre los bailarines, su rostro denota preocupación, me pongo en pie rápidamente y voy a su encuentro.

-Los tipos con los que peleo yoongi ayer están aquí. Dice casi sin aliento.

Observo a mi alrededor y localizo una pandilla de cuatro chicos que destacan en el lugar, dos son enormes y fornidos, por lo menos le sacan una cabeza a los demás en altura, su aspecto no es como los demás en plan de diversión se nota en su mirada y en su andar que solo buscan problemas.

-¿Por qué no los sacas?

-He llamado a seguridad, pero no quiero que se haga ningún disturbio- mira a yoongi limpiar la mesa- es mejor que no lo vean y se marcharan.

Yo asiento y me dirijo hacia donde esta yoongi, lo tomo del brazo y lo jalo hasta la pista de baile en donde quedamos sumergidos por la ola de chicos bailando desenfrenadamente, el me mira con una expresión de molestia, me acerco a el lo suficiente para que me escuche.

-Los tipos con los que te peleaste están aquí- el los busca con la mirada como si se estuviera preparando para pelear- solo evitémoslo, por tu hija no debes meterte en problemas.

Yoongi inclina la cabeza como para aproximarse a mi y sonríe como si yo acabara de decirle el mejor chiste del mundo. Acerca su cabeza lo suficiente como para que yo piense que esta a punto de besarme. En vez de eso, simplemente pega su frente a la mía.

Para los hombres que pasaron a nuestro lado, Yoongi parecería un hombre siendo cariñoso. Pero no pueden ver sus ojos, no pueden ver lo que yo. A pesar de la sonrisa, la expresión de Yoongi es de dolor, del tipo de dolor que no puedes detener con paracetamol. Mientras los tipos caminan junto a nosotros yoongi voltea sutilmente su cuerpo de modo que siempre les da la espalda.

Ellos se ríen por una chica bailando un tanto extraño y yoongi cierra los ojos, sumergiéndose en un sentimiento agridulce que no logro comprender del todo.

Su cara esta tan cerca de la mía que nuestros alientos se mezclan. Mas sin embargo el esta lejos, recordando a su madre y recordando lo que ha tenido que vivir por culpa de su padre, el miedo a perder a la pequeña Min Hee.

Un Amor Tan HermosoWhere stories live. Discover now