Capítulo 14: Amantes y destinados

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Desde la muerte de sus padres, Lan Wanji fue adoctrinado por su tío: El amor apasionado era negativo porque desembocaba en acciones incorrectas. Desde pequeño entendió que ante alguna duda debía de acudir a su tío y qué las reglas eran sagradas. Así que las palabras de Wei Ying sacudieron su mundo entero como casi siempre hacía desde que se volvieron a ver. Wei Ying tenía la potencia de un desastre natural, arrasaba con todo a su paso, sin piedad ni respeto, era tan fiel a su naturaleza de fuego que ni siquiera habría que preguntarse qué elemento era su núcleo dorado. Wanji sintió que la garganta se le secaba, trago varias veces nervioso ¿celoso? ¿celos? Eran sentimientos inútiles que debían de purgar porque llevaban a muchas locuras.

—No lo estoy. — Negó rápidamente ante la pregunta del omega.

—Vamos, mentir está en contra de las reglas. —Continuó burlón el mayor.

—Yo no...—Titubeo. No pudo creer que titubeara. "¿Estoy celoso?", se preguntó el joven Lan, temeroso de la respuesta.

El omega estalló en risas. Seguía sintiéndose ofendido por que Lan Zhan creyese en los chismes que se urdían a sus espaldas, pero superó lo gracioso que era ver a Lan Zhan atrapado. Le sorprendía lo restrictivo que eran los Lan como para que ni siquiera fuera capaz de notar algo tan natural.

—Cálmate. —Habló Wei en tono casual. — Por supuesto que estás celoso. Ya no te presto tanta atención, así que mi pequeño hermanito tiene celos de que su hermano mayor Wei no le preste atención. Es natural, yo también soy un hermano menor celoso con mi shijie.

¿A esos celos se refería? Wanji supuso que entonces se trataba de eso. Tenía sentido. El omega se la pasaba incordiándole todos los días antes de que el problema de sus hermanos les cayera encima. Quizás se había acostumbrado a ser incordiado como una distracción de sus deberes. Lo cual no estaba bien, ya que no debería permitir que algo le distrajese, pero resultaba menos peligroso que celos de otro tipo.

—Lan Zhan, no tienes por qué ocultarlo.

Wei Ying puso una mano en su espalda y se la golpeteó suavemente.

—No me trates como un niño. —Replicó Lan Zhan serio.

Se sintió incomodo del gesto, como si fuera subestimado. En ese momento, Wei Ying se reprimió de hacer otra broma por la seriedad de su expresión.

—Bien, bien, como sea, ya eres todo un alfa, Lan Zhan. —Sonrió amical. — Ahora, por favor, solo déjame regresar a mi habitación. Te prometo que contendré esta pasión loca y no volveré a salir por la noche a buscar a Wen Ning. —Guiñó un ojo y puso sus manos en modo de súplica.

El joven Lan se sintió incómodo ante las palabras del omega.

—¿Te agrada? —Se atrevió a preguntar, deseoso de escuchar una negativa.

—Claro que sí. ¿No has visto lo adorable que es?

—Vete, regresa a tu habitación.

Wei Ying no hizo más preguntas o bromas. Aprovechó el instante en que esas palabras abandonaron los labios del menor para salir corriendo hacia su habitación. Solo le preocupaba que Lan Zhan se arrepintiese y lo mandase a castigar. No notó que Lan Zhan esbozaba un rostro triste.

El alfa continuó dando sus rondas, pero en sus ojos había tristeza pura. Xichen lo vio tan meditativo que se acercó.

—¿Wanji?

Se sorprendió aún más cuando vio que los ojos de Wanji lucían húmedos como si contuvieran lágrimas. Una persona ajena no lo notaría, pero para el mayor era muy evidente que esos ojos lucían más acuosos de lo normal.

Betrayal LoveWhere stories live. Discover now