Betrayal Love

Capítulo 46: Seducción

El tiempo parecía haberse detenido para LanZhan, de su boca quisieron escapar muchos quejidos, pero solo escapó un sonido ahogado. Hacía muchísimos años que no había visto a su padre, pero estaba completamente seguro que ese hombre de larga barba era su padre. Desde que su madre murió, su padre había decidido abandonar la vida mundana para siempre, dejándolos al cuidado de su tío. No era algo inusual, desde Lan An así había sido, los Lan amaban de verdad solo una vez en la vida. Y cuando esa persona fallecía no podían continuar con su vida.

—Hermano...—La voz quebrada de Qiren se escuchó.

El antiguo líder Lan no estaba sola, a su lado había tres hombres y tres mujeres, todos alfas que en algún punto de sus vidas habían perdido a sus seres amados y, sin encontrarle más motivo a sus vidas, se dedicaron a la meditación de claustro en las cimas de las montañas. Vivían apartados y en silencio para siempre. Se sabía que había otros que migraron hacia Kunlun en búsqueda de algo más, alcanzar la inmortalidad, pero ese no era el caso de estos siete alfas que solo deseaban esperar tranquilamente la muerte para perseguir a sus amores en sus siguientes vidas.

—A-Ren, A-Zhan, llévense al resto de los discípulos. Les daremos el tiempo suficiente para que se refugien en la montaña.

Lan Zhan siempre había pensado que podría decirle a su padre si este volvía, pero ahora ya no había tiempo. Cientos de espadas en el cielo volvieron a aparecer. Los Wen continuaban llegando, como si la anterior batalla no les hubiera afectado. Posiblemente, sus filas solo crecerían luego de ver que las demás grandes sectas se vendían o morían. Si bien el tiempo en reclusión cultivando puede hacer que el poder espiritual crezca si se ha cultivado, no era del todo el caso del viejo líder Lan, pues no tuvo más ambiciones en su vida luego de la muerte de su amada. E incluso con su ya alto nivel de cultivo que alcanzó antes de la reclusión y el poder de los otros seis, ninguno podría hacer frente a tal cantidad de cultivadores.

—Padre...

—Hermano, son los Wen...siempre tuviste razón con respecto a Wen Ruohan. —Admitió Qiren con voz temblorosa. A pesar de los años seguía sintiéndose como un joven ante la mirada de su hermano mayor.

—Entiendo, A-Ren, así que el momento de enfrentarlo llegó. ¿Dónde está A-Huan?

—Le hice huir, él es el nuevo líder.

—Mi pobre hijo...—Susurró. —Así que la pesada carga cayó sobre él. —Suspiró. —Te daré tiempo, refúgiense ¡Ahora!

Cuando se ingresaba de claustro se suponía que nunca más, bajo ninguna circunstancia, se volvía a abandonar el lugar. Sin embargo, el fuego, el humo, el olor a sangre había traspasado la barrera que los rodeaba y aislaba del mundo mortal. En la cima de aquella montaña había un grupo de cabañas en los que vivían de forman independiente cada maestro que abandonaba el mundo mortal.

Lan Qiren mordió su labio inferior, también reprimió todo lo que quiso decirle a su hermano, sujetó a su sobrino del brazo y le instó a correr. Guío a los maestros Lan y al resto de discípulos a seguirlos. Era la única oportunidad de salvar una parte de la secta. Si no aprovechaban la intervención del viejo líder, probablemente todos los jóvenes Lan morirían.

El viejo líder Lan sacó su espada, la cual no había desenfundado para pelear en tantos años. Los otros le siguieron. Dibujaron un sello con su mano libre y crearon una barrera temporal para soportar la lluvia de flechas que caían de los cultivadores Wen.

Lan Zhan solo giró una vez más para ver a su padre soportar todo el fuego de los Wen sobre ellos. Estaba seguro que no volvería a verlo, pero su responsabilidad era seguir con vida y proteger a los demás discípulos.