Luego de caer en la trampa de un enemigo, Xichen y Jiang Cheng se ven forzados a comprometerse en matrimonio para reparar el honor de Jiang Cheng y su secta. Sin embargo, aunque ambos han sido amigos desde niños, Xichen tiene un amor del pasado que...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
No importaba cómo Jiang Cheng quisiera detener a su arma, zidian seguía brillando y girando alrededor de ambos niños de forma protectora, remarcando lo evidente. Mientras tanto, a las risas de Wei Ying, se sumaron otras más. Estaban enternecidos por el inesperado momento. Nunca se imaginaron que una pareja destinada se manifestara tan tempranamente.
"El pequeño maestro Jiang encontró, no solo su arma, sino su consorte, el consorte Jiang" "Será bueno para unir la secta Jiang y Nie". Murmuraban, mientras los niños continuaban apretujados uno contra el otro, sonriendo por el brillo cálido de zidian.
Por su parte, Jiang Cheng estuvo a punto de desmayarse. Sus piernas perdieron fuerza y casi se derrumba, pero Wei Ying lo sostuvo a tiempo. Xichen había hecho ademán de levantarse para sostenerlo, pero no lo logró por las heridas que aún le causaban escozor.
—Estoy bien...solo sigo sorprendido. — Murmuró Jiang Cheng una vez tomó asiento con ayuda de Wei Ying. A pesar de sus palabras tenía una notoria ceja temblando.
"Ese niño es la venganza de su madre. Primero su madre intentó robarme a mi marido y ahora que se rindió ...¡Su hijo intenta robarme a mi hijo!"
Volviéndose a acomodar en su lugar, Xichen pensó que esto era un juego kármico, una especie de justicia divina. En su momento, le juró a Meng Yao que se casaría con él y no le cumplió por preferir proteger a Jiang Cheng. Al final terminó enamorado de Jiang Cheng, con un amor y pasión que nunca sintió por A-Yao. Había acumulado un deber con esas acciones que ahora estaban siendo cobradas: Esto podría augurar que el descendiente de su amigo y de A-Yao serían parte de su familia de todas maneras.
—¿Quién es este niño? — Preguntó Madam Yu, también tensa.
—Es Nie Rusong, heredero de mi hermano y de la secta Nie, Madam. —Saludó Huaisang con formalidad. Saliendo de la ola de pensamientos que se habían formado en su mente luego del suceso. —¿No cree que sería una bendición si mi sobrino fuera el destinado de su nieto?
La mujer carraspeó. En su mente siempre se preguntó quién querría casar a su hijo omega con Jingyi si este cargaba con tal linaje, pero el heredero de los Nie no estaba mal. Además, aunque fuera el heredero de la secta, Nie Mingjue aún podía tener más hijos que le sucedieran en el lugar de Rusong. Pero, al ser el primer hijo siempre recibiría un afecto especial por su padre. Se tranquilizó, saber de antemano quién era el destinado de su nieto podría facilitarles la vida y no cometer errores como el intento de compromiso de Yanli y Xichen en el pasado.
—A-Cheng, creo que deberías de quitarle zidian a A-Yi —Comentó Xichen, intentando guardar la calma.
Wei Ying ayudó a Jiang Cheng para llegar. El omega más joven dejó que su hermano le cuidara porque realmente sentía que se mareaba. Su cachorro aún dormía en una cuna y el arma ya le había señalado a su destinado. Peor aún, era ese niño, el hijo de su viejo rival de amor. Volvió a suspirar para tranquilizarse. No ganaba nada armando un drama o escándalo aunque lo deseaba. Se acercó con delicadeza, ayudado por su hermano, zidian volvió a su brazo. Al instante, el pequeño A-Yi alzó sus manos queriendo tener a zidian en sus manos de nuevo. Jiang Cheng sintió su ceja temblar cuando vio que el pequeño Rusong seguía aferrado al brazo de su hijo.
