Capítulo 13: El lazo que nos une

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Los días siguientes la situación para los hermanos de Lotus Pier fue incómoda. Madam Yu les mandó una carta advirtiéndoles que se comportaran, que no se atreviesen a deshonrar más la secta. Aquello caló fuerte en Jiang Cheng. No sabía cómo podría reparar su reputación. ¿Realmente se llevaría a cabo su matrimonio con Xichen? ¿Y qué significaba ese matrimonio para el alfa? No habían hablado; de hecho, se evitaban a más no poder. Dentro de sí, deseaba huir de ese compromiso porque sentía que era una carga para Xichen; sin embargo, no podía afectar aún más a sus padres.

Se preguntó si podría ganarse a la familia política de su prometido. La secta Lan era muy recta, además Qiren manifestó abiertamente su rechazo, queriendo que su sobrino incluso buscase un concubino. Xichen le había defendido, pero era evidente que solo lo veía como un niño al cual debía proteger.

"¿Acaso he demostrado otra cosa?" "¿Cómo podría tomarme en serio si dejé que nos hundieran así?"

Jiang Cheng y Wei Ying acudieron a sus clases normales. Para aumentar su hastío no dejaban de oír murmullos de discípulos de la secta Lan y de las otras sectas. Aún quedaban algunos meses de clases para los otros discípulos, así que su matrimonio se daría en presencia de los otros. Por las tardes, comenzaron a estudiar las reglas familiares con uno de los ancianos de la secta. Jiang Cheng solo pudo enfocarse a estudiar con severidad. Al menos quería aprender rápido y no deshonrarse más a sí mismo. Sabía que ser el esposo de Xichen no sería fácil, menos en esas circunstancias, pero no podía seguir llorando amargamente todo el día. No debía huir, no podía negarse, solo le quedaba enfrentar aquella situación con la poca dignidad que le quedaba.

Esa mañana, para su asombro, Xichen le esperaba fuera del salón donde recibían las clases. De inmediato, los discípulos de otras sectas iniciaron a murmurar. Wei Ying les amenazó a todos con la mirada, haciendo que se dispersen rápidamente. Con algunos de esos chicos habían compartido la experiencia de visitar Caiyi, pero al momento se llenaban la boca hablando mal de Jiang Cheng y de Wei Ying. El chisme había crecido, en el cual Wei Ying era el participe, el hermano que había hecho todo el trabajo sucio para que su hermanito consiga al alfa que deseaba. Nunca se cansaban de hablar.

—Jiang Cheng, me adelantaré. —Comentó Wei Ying, lanzándole una mirada al alfa.

Wei Ying aun sentía cierto resentimiento por el Lan mayor, pero sabía que su hermano necesitaba aclarar sus sentimientos; además ambos serían esposos en poco tiempo; por lo que no podían evitarse por la eternidad.

—Jiang Cheng, ¿me permites un momento? —Preguntó Xichen.

El joven Jiang asintió. Era momento de cruzar palabras. Tan solo quedaban algunas semanas para su matrimonio. No podían pasarse la vida sin hablar. Se forzó a mantenerse firme, no debía caer así Xichen usara palabras duras contra él.

Le siguió hasta uno de los jardines. Ambos se quedaron en silencio sepulcral. Algunos discípulos pasaron, murmurando levemente. Hubiera preferido hablar en algún lugar más privado, pero los recuerdos de sus momentos íntimos le asaltaron.

Mientras más segundos pasaron, el dolor y la vergüenza crecieron en el omega. Jiang Cheng sentía que nunca en su vida había sufrido ofensas, pues el nombre de su secta era respetado. Así que no estaba preparado para enfrentar a su futuro marido de esa manera.

—Jiang Cheng, solo sé sincero, por favor. ¿Pusiste algo en el té? —Preguntó con tono neutro.

El omega frunció su ceño y apretó sus puños. Estaba cansado de oír murmuraciones, de ser señalado, pensó que Xichen no desconfiaría de él. En la reunión con su tío le defendió ¿solo había sido por lástima?

Betrayal LoveWhere stories live. Discover now