Luego de caer en la trampa de un enemigo, Xichen y Jiang Cheng se ven forzados a comprometerse en matrimonio para reparar el honor de Jiang Cheng y su secta. Sin embargo, aunque ambos han sido amigos desde niños, Xichen tiene un amor del pasado que...
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A-Yao avanzó, dejó atrás el salón donde había terminó sus lazos con Xichen. Se sentía más ligero, quizás más vacío, pero era necesario dejar atrás una parte de sí para poder comenzar de nuevo. Se encontró con Huaisang y Mingjue, los hermanos Nie que habían sido constantes en su vida para bien o mal, a los cuales amaba. Huaisang le tocó el rostro y los hombros y luego el centro del pecho para sentir su núcleo espiritual.
—Estoy bien, A-Sang...
El omega Nie soltó un suspiro. Huaisang había estado a punto de ingresar varias veces. Tenía miedo que el líder Lan decidiera hacerle daño a Meng Yao. Si sucedía, por supuesto que no estaba dispuesto a ayudar a limpiar el nombre de Jiang Wanyin. Para Huaisang, estaba bien que Jiang Cheng fuera el líder del Mundo de Cultivo, siempre y cuando los dejasen a ellos vivir su vida feliz.
—Entonces, voy a preparar mi discurso para encarar a los Lan. —Susurró mientras abrazaba a Meng Yao. Se separó y sonrió. — Hermano mayor, cuida de A-Yao. — Sabía que su hermano y A-Yao necesitaban un tiempo a solas, por lo que se marcharía a su habitación para poder concentrarse en todos los escenarios posibles del día siguiente.
Mingjue solo se mantuvo al lado de Meng Yao. El omega parecía confundido y vulnerable, pero Mingjue no quería aprovecharse de esa vulnerabilidad. Jin Su que había permanecido silenciosa, apartada, sin saber cómo actuar, se acercó a su hermano. Abrazó con fuerza a A-Yao.
— Hermano, para mí solo eres mi hermano. — Susurró la muchacha.
—A-Su, gracias...
La muchacha sonrió. Giró hacia el alfa que observaba a Meng Yao como una criatura que debía proteger.
—Líder Nie, lo dejo a su cuidado, tengo que ver a mi hermano mayor. — Comentó ella.
—Iré contigo. —Intervino Meng Yao recordando el estado de Jin Zixuan.
—Descansa, A-Yao, si hermano mayor despierta, te mandaré a avisar.
Luego del abrazo de Jin Su se sintió un poco más repuesto. Ahora tenía una familia que lo respaldaba, tres buenos hermanos. No importaba que cada uno proviniera de diferentes madres, los tres se amaban. Caminó hacia el jardín en silencio. En todo momento, Mingjue no se separó de él, aunque casi parecía una sombra. El omega tomó asiento e hizo un espacio para el alfa.
—Extraño a A-Song. — Murmuró en voz alta.
Mingjue se sentó a su lado, pero guardó distancia.
—Yo también, pero no es seguro Torre de Koi.
—Lo sé. — Suspiró. Torre de Koi era un lugar inseguro, los cachorros estaban mejor en Yilling y luego su Rusong volvería con su padre alfa a la secta Nie.
—No lo digo porque quiera obligarte a ir a...— Comentó, de repente, el alfa. Esta vez quería demostrar sus sentimientos de forma correcta, por lo que no quería presionar al omega.
