Luego de caer en la trampa de un enemigo, Xichen y Jiang Cheng se ven forzados a comprometerse en matrimonio para reparar el honor de Jiang Cheng y su secta. Sin embargo, aunque ambos han sido amigos desde niños, Xichen tiene un amor del pasado que...
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Tres meses después
Dentro de los Recesos de las Nubes el antiguo Nirvana ya no existía. Sin embargo, era claro el arduo trabajo de los miembros de su secta para reconstruir su hogar. Solo que los daños más profundos no estaban en la destrucción material, tampoco en las heridas que aún algunos tenían productos de los látigos con los que fueron golpeados por los Wen o las marcas en sus muñecas por las cadenas de contención que les obligaban a usar, sino en el luto por todos los muertos.
Justamente, por respeto a todos sus ancestros, lo primero que se construyó fue el salón ancestral para poder rendirles homenaje y quemar papel moneda para ellos. Entre las tablillas, había un nombre que resaltaba por encima incluso del viejo líder de secta. Después de todo, era un héroe de guerra, un pacificador del que toda la secta Lan estaría orgullosa siempre. Se trataba de Lan Qiren, aunque el nombre en la tablilla era diferente, pues había sido condecorado por el emperador con el título póstumo de HeShiLao.
En ese instante, Wanji dejó una flor blanca sobre la tablilla de su tío en el salón Ancestral. Ahora, Lan Qiren compartía espacio con su hermano, su cuñada y los demás ancestros fallecidos. Su nombre era alabado y respetado por todo el mundo de cultivo y mortal, pues ayudó a acabar con el genocida Wen Ruohan, y sus ambiciones de tiranía sobre el mundo de cultivo y el mundo mortal. El emperador y su corte sabían que si Wen Ruohan no hubiera sido detenido por las grandes sectas, nadie más hubiera podido. El tirano se hubiera nombrado así mismo como emperador del mundo sin importarle que los cultivadores no deberían de meterse en la política humana. Así pues, luego de la guerra, el emperador tomó la desición de retribuir a todos los que habían participado en la destrucción de aquel, repartiendo méritos, títulos y honor según el grado de participación que tuvieron.
Wanji, ya no era solo el "segundo jade de Gusu", ahora tenía el título de HanGuang-Jun que le fue otorgado el mismo día que la comitiva imperial que llegó a Gusu designó el título a su tío y a su hermano mayor. El joven alfa, colocó más papel moneda. De repente, el mutismo del lugar fue roto por unos pasos familiares.
—Lan Zhan, A-Yuan ya despertó. Ya le expliqué que venimos a presentarnos antes sus ancestros. — Comentó Wei Ying con una sonrisa suave.
Tanto A-Yuan como Wei Ying estaban vestidos completamente de blanco, sin ningún adorno, con total modestia y recato, prueba de que estaban de luto por un familiar importante. En las muñecas de Wei Ying podían verse las cadenas de contención que llevaba puesta. Algo que resultó desagradable para Lan Zhan, pero que Wei Ying aceptó llevar mientras estuviera en Gusu. Su total sometimiento a las exigencias del consejo Lan, tomó por sorpresa al propio consejo. Sin embargo, Wei Ying quería demostrarles que sus intenciones con Lan Zhan eran serias.
El alfa cargó a su cachorro. Besó su frente y le presentó los nombres de todos sus ancestros. Yuan era muy tranquilo, escuchaba atento la voz de su padre, apenas balbuceando algo. Otro niño posiblemente se habría aburrido, pero Yuan parecía comprender la solemnidad del momento.
