Luego de caer en la trampa de un enemigo, Xichen y Jiang Cheng se ven forzados a comprometerse en matrimonio para reparar el honor de Jiang Cheng y su secta. Sin embargo, aunque ambos han sido amigos desde niños, Xichen tiene un amor del pasado que...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
La imagen era inverosímil. Dos poderosos líderes de secta y un sanador Wen encadenados como esclavos, siendo obligados a postrarse ante Nie Huaisang, uno de los peores cultivadores de su generación. Jiang Cheng no podía creer que Huaisang fuera capaz de haber urdido un plan tan elaborado para capturarlos y entregarlos a Wen Ruohan a cambio de poder. Incluso, había sido capaz de traicionar a su propio hermano mayor.
Rugió, removiéndose desesperadamente, pero su energía espiritual estaba completamente apagada. Aquellas cadenas funcionaban para contener a cualquier tipo de cultivador. Con ellas puestas, no era mejor que cualquier ser humano que sabía pelear.
—¡¿Realmente piensas que Ruohan te dará lo que esperas?!—Gritó desesperado. Sentir como su energía estaba atrapada era angustiante. — ¡Estás siendo tonto! ¿Cómo puedes incluso entregar a tu hermano?
Jiang Cheng escuchaba los gruñidos retenidos del líder Nie, quien estaba amordazado. Sin embargo, recordarle que su hermano también estaba siendo sometido no parecía preocupar a Huaisang.
—Hermano Jiang, esto no es nada personal contra ti, pero, al final, solo pueden sobrevivir los más fuertes o inteligentes. —Encogió los hombros mientras se abanicaba con soltura como si estuviera ante algo cotidiano. —Y...sobre mi hermano, nunca fue capaz de protegernos, siempre permitió que su madre nos maltrate. Estuvimos a punto de ser violados y asesinados, pero él simplemente lo permitió ¿por qué debería de tener piedad?
Su voz era desalmada, sin ningún titubeo, ni remordimiento, realmente creía lo que decía. Finalmente, el resentimiento que guardaba contra todos había salido sin control, la criatura inocente que una vez fue había muerto dando paso a un ser lleno de odio y con ansias de cobrárselas como pudiera.
—Pues, bien, hoy Nie Mingjue finalmente servirá para algo, me dará un seguro de vida y a A-Yao. —Agregó Huaisang.
¿Cómo pudo no percatarse de las intenciones de Huaisang? Se preguntó Jiang Cheng.
—¿Desde cuando trabajas para Wen Ruohan? —Le cuestionó.
—Desde que este hermano no pudo protegerme y estuve a punto de ser violado. A-Yao tuvo que sacrificar su dignidad para salvarme. Al final, comprendimos que solo podemos confiar el uno en el otro y en nadie más. —Continuó abanicándose como si disfrutara ver el dolor en los demás. —¿Realmente crees que podríamos escapar de Wen Ruohan? Fue un plan donde él también fingió, nadie más lo sabía, solo nosotros tres.
Jiang Cheng temblaba, por su cuerpo recorrían una serie de emociones sin control, una mezcla de ira, terror, desesperación y decepción consigo mismo. Se había vuelto una carga para sus aliados al caer en esta trampa. En cuanto lo dieran a conocer, estaba seguro que Xichen se entregaría sin ningún reparo. Además, su hermano, Wei Ying ¿cómo reaccionaría? El equilibrio entre ambos cultivos dependía exclusivamente de su control mental ¿esto le afectaría? ¿También se entregaría para salvarlo? Esperaba que Wei Ying entendiera que prefería morir a convertirse en la razón de la victoria de Ruohan.
